Capitulo 7.

40 2 0
                                    


  No se veía una mala persona, como los demás le tachaban. Estaba claro que a veces tenía sus malos momentos, al igual que cualquier ser humano.

El último timbre se escuchó en todo el salón, muchos suspiros de alivio llenaron el ambiente. Oficialmente comenzaba el fin de semana. El aula quedó vacía en cuestión de nada.

Yo, sin embargo, me tomé mi tiempo. Total, hacía lo mismo de todos los días. Colgué mi mochila en mi hombro, yendo a la salida. Seguro mis amigos estarían hablando sobre sus planes para estos días.

—Hey, te tardaste. —La sonrisa de Danny no se borraba.

— ¿Por qué tan buen humor? —pregunté, haciendo una mueca.

— ¿Cómo no tenerlo? —intervino Josh— Es viernes, iremos a una fiesta mañana. ¿Vienes?

—Amaría poder asistir, pero no puedo. Además, tengo mi proyecto y no lo he terminado.

—No te preocupes, cielo —dijo Kim, mirándome con comprensión, ella había interrumpido la queja que estaba a punto de escapar de la boca de Ryan.

—Entonces nos vemos el lunes —dijo, besando mi mejilla para irse en el coche con mis otros tres amigos.

«Hoy hay que caminar, hermoso»

Suspiré, comenzando a mover mis piernas. La canción Red, de Taylor Swift me hacía compañía. Justo cuando llegué a casa, mi celular comenzó a vibrar dentro de uno de los bolsillos de mi mochila.

— ¿Hola?

—Hola, Emma.

— ¿Justin?

—Ya reconoces mi voz.

—Algo, um... ¿Qué sucede?

—Quería saber si puedes venir a mi casa, para hacer las anotaciones del trabajo —Un escalofrío recorrió mi cuerpo ante tales palabras.

—Eh... Claro.

— ¿Sabes dónde es?

—Sí, estaré allá a las... ¿Cuatro?

—Sí, nos vemos.

Toqué la pantalla sobre el dibujo del pequeño teléfono rojo. Sólo había estado en su casa una vez y ya me aterraba. Ni siquiera sé por qué acepté. En fin, lo hecho hecho está.

Entré a mi hogar, el cual estaba completamente vacío. Lo único que se escuchaba eran mis pasos.

Calenté algo de comida en el microondas, después me senté en el sofá, con el televisor encendido frente a mí.

Cuando llegaron las cuatro de la tarde, opté por llamar a Kim, de seguro su hermana me llevaría a la de Justin sin problema. Obviamente sin decirle de quién era la casa. Una mentira se me ocurriría.

El claxon del carro de Crystal me hizo saber que ya estaban aquí. Como pude, salí de la casa, entrando al vehículo.

—Hey —Me saludó Crystal.

— ¿Cómo estás? —Sonreí.

— ¿A dónde iremos?

—A la casa de la hija de una amiga de mi madre. Me pidió que le llevara estas plantas para su jardín —Luego de mi mentira, le pregunté por qué Kim no estaba con ella y me dijo que estaba durmiendo.

—Llegamos.

—Gracias —Empujé la puerta hacia la derecha para abrirla.

—No es nada.

Not An Ordinary Boy. -Justin Bieber-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora