Not An Ordinary Boy. -Justin Bieber-.

Capitulo 19.

  Parpadeé varias veces seguidas, en el suelo apareció un vaso de cristal con agua. Más tarde me di cuenta de que no había aparecido, sino que había sido su velocidad de no-humano. Eso sí que ayuda en situaciones como esta, Justin. Era como si una persona confesara ser asesina y matar a alguien frente a quien se lo dijo.

Al tomarlo, casi se resbalaba de mis manos gracias al sudor que había en ellas. Bebí un sorbo, para luego dejarlo a un lado.

— ¿Estás mejor? ¿O necesitas recostarte en el sillón de la sala o en la cama de mi habitación? —dijo en voz baja. Aquella vez no se acercó. Se quedó quieto justo donde estaba.

—Estoy bien. ¿De acuerdo? N-no todos los días te enteras de que has estado pasando tiempo con alguien no humano. —Vi que comenzó a caminar. Mi cuerpo se tensó.

—No tengo intenciones de hacerte ningún daño, lo juro —susurró. Fue a sentarse en el taburete en el que yo estaba.
Reuní un poco del valor que por algún lado tenía para ir a su lado.

—Creo que la historia no termina con el hecho de que eres un ser sobrenatural. —Elevé una ceja.

— ¿Cómo lo haces? —preguntó.

— ¿Qué cosa?

—Un minuto atrás lucías como si te fuera a dar un paro cardiaco, y ahora estás como antes. ¿Cómo?

—S-supongo que mi curiosidad es más fuerte. —Realicé una gran respiración—. Necesito saber.

—Quieres saber —corrigió. Le eché una mirada expectante—. ¿Qué?

— ¿No vas a decirme? —Negó con la cabeza—. ¿Por qué?

—No quiero ver cómo te desmayas por el miedo. —Rodó los ojos.

—Podemos ir despacio en esto. —Sugerí—. Tal vez si me contaras más cosas detalladamente. Creo que exageré cuando ibas caminando hacia mí... Si hubieras tenido el deseo de lastimarme, creo que ya lo habrías hecho. ¿Verdad?

—Sí.

— ¿Y si vamos a tu habitación?

—Bien. —Se puso de pie—. Después de ti.

—Me sentiría más cómoda si vas tú primero... —dije sutilmente.

[...]

—Pregunta lo que quieras sobre nosotros, para ayudarte a entender. La lluvia de preguntas de Emma Sanders.

— ¿Tienes colmillos? —La pregunta en sí me pareció tonta, pero las películas y series me contradicen; en Crepúsculo no vi dientes afilados o algo así, pero en Mi Niñera Es Una Vampira, sí. Tardó en responder, pero al final dijo:

—Sí.

Era fascinante poder hacerle preguntas a una criatura que creíamos inexistente sobre ellos y su forma de vivir. Aunque aún quedaban rastros de miedo en mí. La Emma cobarde nunca se va.

— ¿Puedo verlos?

—No —contestó rápidamente.

— ¿Cuál es la razón?

—Me pregunto si habrá sido buena idea hacer esto de las preguntas... —Entonces supe que era un adiós al tema de los colmillos.

— ¿De qué se alimentan?

—Sangre. —Sus ojos se tornaron oscuros. Trague saliva. Me imaginé lo malo que sería para mí que él estuviese hambriento justo ahora y él no pueda contenerse. Oh, oh.

—Pero te he visto comer varias veces... —Cuando se quedó a cenar en mi casa, en el campamento cuando prepararon el pescado y frutas...

—Debía hacerlo si quería aparentar que era un humano. Esa comida la sentía como cenizas en la boca. Como si no hubiera comido nada.