Not An Ordinary Boy. -Justin Bieber-.

Capitulo 16.

  —A ver... ¡¿Quién fue el inepto?! —Exclamé enojada.

—Excelente trabajo, Emma. Despertaste a los demás. —Miró a su alrededor—. Y para la próxima, trata de no insultar a tu amigo Ryan.

—No estaba mintiendo al decirle inepto.

—Lamento despertarte de esa forma, pero según tus amigos, eres la que más enojada se pone cuando la despiertan de una forma no muy buena. Necesitaba algo de ayuda para hacer que estos flojos se levantaran.

— ¿Qué hora es?

—Son las siete de la mañana.

—Exacto, maestra. A nosotros no nos gusta levantarnos temprano.

—Es su deber hacerlo. —Escuchamos pasos a nuestro alrededor. Una gran cantidad de chicos y chicas se encontraban fuera de sus carpas—. Bien. ¡Voy a pasar lista! Pobre de la persona que aún siga dormida. ¡Josh!

—Aquí estoy —respondió con la voz ronca todavía. A su lado estaban Ryan y Kim, al parecer lo habían despertado recién.

— ¡Amber!

— ¡Estoy aquí, estoy aquí! Cielos, no tiene que gritar... —decía mientras sus clones la ayudaban a salir de la tienda. Todos comenzamos a reír cuando vimos aquel afro color rubio platino—. ¡Es culpa del aire de aquí! —Se cruzó de brazos molesta. Vaya, y yo creía haber despertado de mal humor. Por cierto, seguía tirada en el césped.

— ¡Emma! —Alcé la mano en el momento que oí mi nombre.

— ¿Por qué no te levantas? —preguntó Ryan.

—Porque no se me da la gana de hacerlo.

—Ve a ayudarla —musitó Dannielle.

Ryan caminó hacia mí, extendió las manos y yo las tomé, pero no hice ningún esfuerzo por ponerme de pie. Resopló, para luego hacer él todo el trabajo. Amanda seguía nombrando a las personas.

— ¡Justin! —Buscamos a nuestro alrededor, no lo encontrábamos.

Detrás de una roca que estaba a unos metros de aquí lo vi, dormido tan tranquilo. Opté por acercarme y decirle que se despertara antes de que otra persona lo hiciera. En el momento que pisé una hoja él abrió los ojos para luego fregarlos con sus manos.

—Despierta, te has metido en problemas —dije en voz baja. Justin tiró de su cabello hacia arriba, suspirando fuertemente.

— ¿Qué hice? —habló con voz ronca.

—Amanda dijo que la persona que aún estuviera dormida o lejos del territorio para cuando ella pasara la lista tendría un castigo.

—Lo que me faltaba —se levantó, iba caminando detrás de mí.

—No pudiste soportar a Amber, ¿eh? —Vaya mala suerte que tuvo.

—Me gustaría mucho patear su lindo culo. —Reí al escuchar tales palabras. Se escuchaba como si fuera lo más glorioso del mundo. Y estaba cerca de serlo.

—Yo podría patearle. —Ofrecí.

—Por favor. —Yo solté una pequeña carcajada.

— ¡Lo encontre, Srta. Stevens! —anuncié.

— ¿Dónde estabas, jovencito? —Ella lo miró expectante. Tras segundos de espera, yo decidí contestar:

—Durmiendo detrás de una roca.

— ¿Por qué?

—Amber... —me encogí de hombros.

—Sé que es un fastidio, ¿pero para tanto? —Justin asintió—. Creo que será mejor cambiarte de compañera... ¿Te parece si te pongo a Justin como compañero? —Me miró.