Estábamos tumbados sobre el suelo reventados de tanto reír.
— Dios no puedo mas —. Dice Dani, suelta un largo suspiro.
— Carlos, — le susurro —.
— ¿Si? — me susurra.Estábamos cogidos de la mano, yo con la cabeza sobre su pecho. Me incorporo un poco y pongo las manos a ambos costados del chico.
— Creo que...
— ¿Mhhh...? ¿Que crees? — susurra mirándome con sus ojos verdes.
— Que creo que te amo... Eso creo.Él sorprendido sonríe y me besa.
— Y yo a ti mi princesa.
Notamos que había un extraño silencio en la habitación y miramos a los chicos que ahogaron su emoción con un profundo:
— Oooooow. — Sonríen.
Nosotros reímos ligeramente ante su inesperada y tierna reacción.
— Hacéis muy buena pareja. — Dice Blas. — Deberíais salir.
— Calla melón, ya se sabe que hacen buena pareja, pero es cosa suya si quieren salir o no. — Dice Álvaro.
— Bueno, bueno... Relájese señor Cuesta.Todos menos Álvaro reímos ante la gracieta de Blas.
— Ja. Ja. Ja. Mira que gracia me hace. — Dice Álvaro con voz sarcástica.
— Si sabes que yo te quiero. — Dice Blas.
— Si, si, si. Eso decían todos. — Dijo.
— ¿¡Todos!? — dije, — todos, ¿quienes e.e?
— Amigos.
— Xa, xa, xa ("xa" es como se dice en gallego "ya" aunque caiga de cajón lo digo por si acaso xD).
— Es la verdad -.-'.Todos nos miramos.
— Ya, ya, ya — decimos al unisono.
Todos reímos.
— Lo que queráis, — dice malhumorado — niñatos... — susurra.
Pero lo dice lo suficientemente alto como para que lo escuche. Me levanto y hago una reverencia.
— Gracias. — Digo.
Todos se echan a reír, y al final acaba uniéndose al coro de risas.
Me acerco a él y lo abrazo por la espalda.— Te lo decía de coña.
Hundo mi cara en su espalda y suspiro. Huele genial. Apostaría lo que quisieras porque es Axe. Siento que la mirada de alguien se clava en mi espalda, como un filo lo suficientemente afilado como para hacer que me haga sangre. Me giro, y cuando miro de quien provenía la mirada sentí un escalofrío, mirada indiferente.
Me acerco a él y le acaricio la cara pero él me da un manotazo. Alejo la mano y con cara de sorpresa noto que las ganas de llorar me invaden. Me giro y con paso rápido y firme me retiro de la habitación. Escucho que alguien me sigue y noto que cada vez se acerca mas a mi. Subo las escaleras lo mas rápido que puedo y justo antes de entrar en la habitación me alcanza y enreda sus brazos al rededor de mi.
— Carlos... — sollocé — suéltame...
— No llores por ese idiota preciosa.Esa voz... No era Carlos. Él moreno de ojos marrones deja un beso en mi mejilla y esconde su cara en mi cuello.
— No te mereces llorar... Un chico de verdad nunca hace llorar a la chica a la que ama... — susurró.
Yo estaba callada y con mis mejillas mojadas por las lágrimas.
— Te mereces ser feliz...
Me giré y lo abracé, escondí mi cara en su pecho. Él sonrió y besó mi cabeza.
— Eres perfecta...
Yo atónita me aparto levemente y lo miro a los ojos. Él me mira extrañado y sonríe, apolla su frente contra mi frente y suspiró cerrando los ojos.
— Te amo desde el día en que te ví... — susurró —. Pero tu amas a Carlos... Y lo respeto...
¿Estaba ocurriendo? ¿Le gusto a dos chicos a la vez? ¿Esto es real? Mis sentimientos después de la inesperada declaración de amor... Están totalmente desordenados. ¿Que hago?
De pronto aparece Carlos escaleras arriba y David deja de abrazarme dándole campo libre al rubio.
Mientras me abrazada no paraba de pensar en lo que acababa de pasar. ¿A que se refiere con que me ama "desde el día que te ví"? Es la primera vez que nos vemos... Aunque bueno... Hace unos meses estuve en una firma de discos... ¿Se referirá a eso?
Bueno, debería dejar de darle vueltas al tema, ya aclararé mis dudas mas tarde... En una larga conversación con David.
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Perdón por no haber podido subir en 1 mes -.- pero me han vuelto a quitar el movil y en este tiempo he estado escribiendo unos capitulos así que después de este comenzará el maratón :D de como mínimo 3-4 capis.
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Un Instagram de locos (Auryn)
RandomPensativa, tumbada sobre mi cama, miro fijamente el techo. Hay tantas cosas que debería haber hecho de otra forma, si no hubiera pensado solo en mi misma no la habría cargado con nadie. Ahogando un sollozo, las lágrimas comienzan a caer por mis meji...