Capítulo 20

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Subimos las escaleras y pasando el pasillo nos dirijimos al salón. Miré de reojo a Kim, que estaba muy pensativa, en su mundo. Decido mandarle un WhatsApp para no tener que pedirle hablar a solas y que los chicos hagan especulaciones -.-,los chavales son demasiado marujas.

Yo:

Kim

Cuando siente que le vibra el móvil lo coge y desbloquea.

Ki{Ma}ra

Yo

Yo

Soy yo o miras mucho a Álvaro? 7u7

Ki{MA}ra

Mmmhh puede

No seas metiche -.-

Yo

Bueno tranki ninia solo quería ver si podía aiudarte en el corteho 7u7

Ki{MA}ra

Em no

No necesito tu ayuda para sedusirle u.u

Yo

.
.
.

Ki{MA}ra

-.-

Ki{MA}ra se conectó por última vez a las 17:26

Yo

Borde 7-7

Guardo el móvil y le dedico una mirada a Kim, la cual me mira con un poco de odio ante los mensajes que le mandé.

A ver no es por ser mala ni nada, solo es que... Kim no ha ligado con nadie en su PUTA vida. Nunca lo ha intentado, tubo un novio pero no ha vuelto a tener, no se si ayudarla... Bueno, si necesita, mi ayuda acudirá a mi.

No sé cuando se irán los chicos ya que llegaron ayer pero... Creo que tienen un par de firmas a las que ir este mes, aunque no lo sé. No me acuerdo si todavía queda alguna.

***

Estamos viendo una peli en el salón, Dead Pool para ser exactos. Yo estoy sentada junto a Carlos - como era de esperar -, aunque intento prestarle atención a la película mis pensamientos están centrados en otra cosa.

Y es que no se que hacer... ¿Debería pedirle a David un beso para ver si siento algo por él? No creo que acepte... Pero por intentarlo...

No, eso no es lo correcto, debería dejar que pase un tiempo a ver si de verdad siento cosas por él. Porque, igual solo es que estoy con la tontería de que me gusta por el mero echo de que está profundamente enamorado de mi.

De reojo me fijo que Kim y Álvaro charlan animadamente, ambos sonrientes. Una medio sonrisa se hace paso en mis labios y cierro los ojos.

De repente me encuentro en otro sitio que no era mi habitación, ni el salón, ni ningún sitio que conociera. Estoy tumbada boca abajo sobre una manta azul celeste. Aparte de una manta hay una almohada de color rosa chicle y otra manta del mismo color que la almohada que me tapa. Medio abro los ojos cuando estoy boca arriba y me fijo en que es de noche, el cielo está plagado de estrellas. Yo maravillada me levanté un poco quedando sentada sobre la manta. Me fijo que estoy en una pradera y que no estoy sola, a mi lado dormita un gran bulto que, por la forma debe de ser una persona. Me acerco un poco y lentamente lo destapo hasta dejar visible su rostro. Abro los ojos sorprendida cuando veo quien es: era David. Me recosté a su lado y lo observé mientras dormitaba. Cuando abre los ojos lentamente, yo alarmada me hago la dormida. Siento que se estira y al verme, me estrecha entre sus brazos.

Se sentía tan bien en sus brazos... - pensé -. Besó mi frente y susurró:

— Eres tan bella... Hasta durmiendo eres el ser más hermoso que puede existir.

Entre abrí los ojos y le miré a los ojos. Él sonrió y con una mano acarició mi mejilla. Sonreí y dejé un beso en su mejilla pero, en el último momento giro la cara, uniendo nuestros labios. Comenzó a moverlos lenta y dulcemente sobre los míos. Yo no me aparté, moví mis labios al compás de los suyos. Cuando separó sus labios de los míos continuó en mi cuello.

No quería irme de ese lugar, rezo porque esto no sea un sueño y si esté besandolo. Pero la suerte no estaba de mi parte, cuando siento que alguien me sacude y me llama. Haciendo que salga de mi sueño.

No sé cuanto tiempo ha pasado, solo sé que cuando me desperté el cielo estaba en su totalidad cuvierto por tonos anaranjados.

Bostezo y miro al culpable de que me despertara. Era Carlos que me miraba dulcemente con una sonrisa risueña. Sonrío y él deja un beso en mis labios.

— ¿Qué tal dormiste bella durmiente? – dice mientras cepilla mi mejilla con su dedo pulgar.

—Bien, – sonrío – ¿qué hora es?

— Las 20:45.

Abro mucho los ojos y de un salto me levanto. Me fijo que en el salón solo estamos él, Dani y yo. Dani tenía su atención en el móvil. Levanta la vista y sonríe guardando su móvil.

— Por fin te despertaste eh – ríe.

Sonrío. Pero centro mis pensamientos en ese extraño pero agradable sueño. De mi cabeza no sale la imagen de David dormitando a mi lado. Aún puedo sentir la cálida sensación de besar sus labios, de sentir sus brazos abrazándome contra su duro pecho. Pero... Creo que prefiero olvidarme del sueño, como dije antes, igual es simplemente una tontería de unos días.

— ¿En que piensas? – me dice dulcemente Carlos.

Lo miro. Sus ojos verdes me miran con ternura, y una amplia sonrisa se ha acoplado en su boca.

¿En que estaba pensando? Estoy enamorada de Carlos, él me ama. Yo no amo a David, simplemente me he encaprichado porque es un chico muy atractivo.
— En ti – miento. Luego sonrío.

Él deja un beso en mi mejilla y me abraza muy fuerte.

Si, lo amo a él.

Un Instagram de locos (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora