Y cuando lo conseguí a él, ya quería volver a estar contigo...

5 de enero: día mágico, día onírico

Volvían mis ganas de vivir y tú eras el único responsable, no sabes cuanto te había echado de menos Marcos...

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Marcos es mi primer amor, el chico que siempre he deseado tener a mi lado pero el que pocas veces he tenido de verdad. Así que, sí, se podría decir que A-M-O pasar segundos a su lado.

Todo empezó una tarde de enero ahora hará cuatro años.
Recuerdo cada una de sus palabras de la boca de un niño, su ingenua clásica declaración de amor, sus ojos brillando en aquella calle que para mí ya es historia, su timidez calándome el corazón. También recuerdo mi reacción al asimilar lo sucedido, lo que cambiaste mi vida con solo un suspiro... Y el dolor, recuerdo cuanto dolías cada vez que te marchabas, cada vez que en mi no contabas, cada vez que no bajabas ni respondías a mis llamadas...

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Me levanto tarde y deseo que nunca se acaben las vacaciones, después pienso en ti. Aquella noche se hacía la cabalgata de Reyes y tú y yo habíamos quedado un poco antes de que empezara.

Después de comer me arreglo y salgo pisando fuerte, sí, estaba feliz... Sonaba la lista de Spotify con nuestras canciones -M, así se llamaba. Y allí estaba, caminando como si nada, a punto de verte y quién sabe si a punto de tenerte...

Llego y te llamo sin buscar tu número porque aún me acuerdo de él... Normal, ¿cuantas veces lo había escrito y me había echado atrás después? Y allí todo me vuelve a caer encima, no es nada fácil seguir así, sobretodo cuando explicando mi vida noto que tú siempre has sido más protagonista que yo misma.

Me quito los auriculares y el momentáneo silencio me lleva a escuchar tu voz gritando mi nombre, como adoro escucharlo y como deseo hacerlo otra vez.

Vienes, charlamos y me besas, mi mejor regalo de Reyes... Y tomas mi mano tal como aquel día soñé y mirándome a los ojos dices aquellas palabras que tanto he esperado, primero al oído, después gritando, hasta que todo el mundo se entera de que nos queremos. Finalmente me invitas a bailar con "Retrato de un Amor Posible" de Diego Ojeda y volamos, juntos, hacia el sol.

Me despierto y vuelvo a estar en mi habitación, un placer haber soñado contigo, Marcos.