Estuvimos un rato hablando. Tenemos muchos puntos en común, pero al animal no parecía que le cayese bien.
-Oye Dylan... ¿Qué haces aquí?- pregunté
-Vengo a pasar las vacaciones con mi abuelo, el señor Jackson- Dijo
-¡Ah! Conozco a ese anciano, compra todos los días zanahorias y puerros - le expliqué
-¿En serio?¡Qué bien!O sea... Que tú eres la chica de la que tanto habla mi abuelo...
En ese instante me sonrojé. No pensé que alguien del pueblo me elogiase y menos alguien de fuera.
Miré al caballo , parecía enfadado, dispuesto a atacarle, así que me puse en medio de ellos dos.
Dylan me miró sonriendo y me dijo que si quería practicar con él y su guitarra. Yo accedí y, seguidamente, ambos sonreímos.
Era una sonrisa tierna y dulce, verdadera, al contrario que la mía que era por compromiso.
Desde lo de Yato no he vuelto a sonreír de verdad, me veía incapaz de ello.
-Hey, ¿me escuchas?- preguntó sacándome de mis pensamientos
-¿Ah...? ¡Ah, sí! Perdona... Estaba...-dije sin poder continuar
- Pensando-Terminó mi frase
Volví a sonrojarme, ¿qué me pasaba? ¿Estaba enferma? No lo entiendo, ni me entiendo para ser sincera.
-No te preocupes Lisa, no te haré daño-dijo con una sonrisa
-Dylan...No digas eso...-Dije conteniendo las lágrimas
Él se preocupó y enseguida se disculpó
-No pretendía hacerte llorar...-Dijo con una voz suave.
Su voz calmada me relajó, haciendo que mis ganas de llorar se disipasen y pensase en otras cosas. Miré al animal, estaba serio, furioso, rencoroso... No entiendo nada de lo que estaba pasando en ese momento, pero lo averiguaré, no me gusta quedarme sin saber las cosas.
Dylan y yo fuimos al pueblo, recorrimos todos los lugares de Ammacond juntos, y con el caballo que parecía más calmado. Al chico se le veía entusiasmado por estar en ese pueblecito tan pequeño y a mi me alegraba un poco su entusiasmo.
Aún que, una parte de mi se pregunta como lo estarán pasando Jorge, Ángel y Aaron...
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Aventura Sobre Herraduras
De TodoUna chica humilde de un pueblo y sus dos amigos pasan aventuras juntos. Ellos dos se separan de la chica y ella se ve obligada a buscar su pasión, cuando un animal negro, elegante, aparece delante de ella. A partir del encuentro, nada volverá a ser...