Capítulo 19

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El beso se extendió a unos minutos, minutos que, a mi parecer, fueron mágicos. Él se separó y, al abrir los ojos, nos miramos... Sus profundos ojos oscuros, sus brazos, su pelo... Todo en él era perfecto.
Me sonrojé y acaricié mis labios, deseosa de sentirlos de nuevo. Dylan sólo sonrió y me volvió a besar, esta vez en la mejilla.
-Dylan... ¿A que vino...?- pregunté, siendo interrumpida
-No me gusta verte mal- contestó sonriendo
Tras esas palabras, escuché el relincho de Relámpago, y me alteré.
-Dylan, tienes que irte
-No me da miedo ese caballo, mi yegua me defenderá
¿Yegua? No sabía que era un jinete... Bueno, le conozco desde hace poco, pero de ahí a besarme... Estoy delirando...
-y...¿cómo es tu yegua?-pregunté curiosa
-Una yegua blanca, de ojos azules y creo que es la misma raza que tu caballo
Bueno, todo parecía normal...¡Al menos no media tres metros!
Sabéis, creo que si quiero estar con Dylan sin que Relámpago se entere, debería probar a juntarle con esa yegua y que se distraiga.
Le comenté el plan y lo sucedido al chico y él asintió. Quedamos en vernos a media noche en el Claro del Bosque, el sitio donde solíamos estar Aaron, Ángel y yo...
Cabe remarcar que no me quitaba a esos chicos de la cabeza.
Él volvió a su casa, dejándome en la mía.
Horas después, dieron las doce. Cogí las riendas y me dirigí al sitio acordado. El caballo estaba algo tenso ya que pisaba fuerte y a veces relinchaba. Comencé a ponerme nerviosa, Dylan me gustaba y no quería que volviese a pasar lo ocurrido tiempo atrás.
Llegué al claro y miré alrededor. Estábamos solos, asique decidí sentarme un rato para esperarle.
Tras pasado un tiempo, comencé a oír unos pasos detrás mía. Relámpago estaba dormido justo enfrente, por lo que el no podía ser. Pero, cuando iba a girarme para ver quien era, me taparon los ojos y pusieron un paño con cloroformo en mi nariz. Caí dormida al momento, lo único que pude oír es el relincho del caballo. Le habían echo algo...

Aventura Sobre HerradurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora