cap 3

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-pasa- dice Alex. Amanda me mira de arriba a bajo con enojo pero no le pongo atención. Me importa dos tamales lo que esa loca piense. Entro al departamento y los niños estan sentados en el sofá de la sala  jugando con su consola Wii muy entretenidos.

-hola chicos- les digo y sin despegar su vistas responden con un hola. Me siento junto a ellos y tomo mi celular para textear con Melanie. A decir verdad no se para que mi madre quería que estuviera aquí, Alex es suficiente hombre para poder con los dos y Ariadne y Noah estan bien grandecitos para necesitar niñeros.

Alex y Amanda se encierran en una habitación y tras casi una hora muero de hambre y de aburrimiento.

-¿quieren algo de comer chicos?- les pregunto pero ellos siguen en su mundo y solo niegan con la cabeza. Frustrada busco la cocina y como dueña de casa comienzo a buscar que hay de comer.

Tras unos minutos, encuentro chorizo, queso, pan, crema de ajo condimentada y zumo de cereza. Enciendo la estufa y pongo la sartén parrilla para preparar allí los chorizos. Decido hacerlos todos porque se que en algún momento tendrán hambre. A punto de terminar escucho unos pasos acercarse a la cocina pero los ignoro, cuando doy la vuelta para colocar junto a los chorizos el pan veo a Amanda mirando fijamente hacia mi desde el otro lado de la isla americana de la cocina. Por el susto la bandeja de aluminio cae de mis manos y provoca un estruendo terrible al contacto con la cerámica.

-que susto...- digo llevandome la mano al pecho.

-ja, susto te dará lo que te voy a hacer si no te alejas de mi novio estúpida - escupe hacia mi con odio en sus palabras. ¿que coño...?

- a ver, a mi no me interesa tu novio para nada y si estoy aqui es en contra de mi voluntad. Y tus amenazas no me dan miedo.

Rie con sarcasmo- se te ve en la cara lo regalada que eres pero no eres mas que una inútil - dice mirando los trozos de pan en el suelo- y poca mujer.- mis ojos se empañan por la impotencia y la rabia. Quisiera arrancarle las extensiones pero la verdad es que soy muy inútil e idiota. No soy capaz.

Mas pasos se escuchan y Alex aparece en nuestro campo de visión con cara preocupada.

-¿que pasó aqui? He escuchado un ruido.- dice mientras la bruja piruja de Amanda se abrasarte a el.

-es... solo...- intento decir pero poseo un gran nudo en la garganta que me impide hablar.

-que eres una inútil y que has dejado caer todo por pura idiotez.
-dice inocente. Pero Alex se aleja de ella y la mira con desagrado.

-¿que dices Amanda, por que te refieres a Elaine de esa forma?- su ceño se frunce y cruza los brazos sobre su torso.

-¡ay amor! No quiera defendedla, mira como ha dejado caer todo al suelo. Ni siquiera una comida puede prepara bien.

-eso no significa que debas de decirle eso. Pero dime algo, ¿cuantas veces has hecho tu algo de comer?- la cara de Amanda se torna roja del enojo, ese golpe no se lo esperaba. Vuelve a mirarme a mi y sus ojos prometen mucho.

- ¿ahora te pondrás de parte de esta? Es evidente que las dos no podemos estar aquí, asi que elige Alex, me voy yo o se va ella- Alex se queda mirándola y finalmente dice.

-ahí esta la puerta Amanda- ella abre su boca pero no dice nada solo se marcha dando un gran portazo. Alex me mira y espera a que diga finalmente algo puesto que durante la pelea nunca dije nada.

-perdona Alex, esto lo recogeré ya y prepararé mas pan- es lo único que digo.

-no tienes porque disculparte Elaine, si alguien debe de hacerlo es Amanda, ella actuó muy mal y creo que hay algo mas aparte de lo ocurrido hace unos minutos. ¿puedo saber que es? Y no me mientas, vi tus ojos llorosos cuando entre a la cocina.

-no es nada...- miento- no era nada.

El sabe que miento pero no insiste por el momento. El me ayuda a recoger un poco el desastre y en varias ocasiones nuestros cuerpos se rozan y una electricidad recorre mi cuerpo mientras mis mejillas se sonrojaban ridículamente.

Como lo predije, los chicos corren al pequeño comedor que posee Alex en su departamento.  Todos comemos sin decir nada y me alegro al ver que los chicos incluyendo a Alex devoran todo rápidamente con cara de satisfacción.  Cabe destacar que la mirada de Alex y la mía chocaron en reiteradas ocasiones creando un zoológico en mi estómago.

Recojo con ayuda de el la mesa y por mas que insisto no permite que limpie los platos. Me voy a la sala con los chicos y Ariadne duerme sobre el regazo de su hermano mientras este acaricia su cabello igual de dormido que su hermana. Es una situación graciosa ya que si fueran un poco mas mayor y alguien no apreciara su gran parecido los hiciera pasar por novios.

Me siento en el sofá contiguo y respondo un mensaje de mama preguntando como estábamos. Ya como la 8 de la noche el sueño me invade pero me niego a cerrar los ojos.

Después de un rato pierdo la batalla y caigo a los brazos de Morfeo no sin antes sentir como algo caliente cubría mi cuerpo y alguien susurraba un perdón en mi oído.

Cautivando a AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora