cap 6

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Hoy ya es lunes y me encontraba en la clase de trigonometría, no podía dejar de pensar en lo que sucedió el sábado hasta el grado de ponerme colorada por momentos.

-¿me dirás por que estas mas colorada que el partido político?- pregunta mi mejor amigo José, un cubano de tez clara, pelo castaño y un poco mas alto que yo.

-no seas idiota. Si, pasa algo, pero te contaré luego.

...

-entonces hazlo- le digo sin pensarlo.

Se acerca a mi y mi cuerpo comienza a temblar, ¿no que iba a ser dueña de mis sentimientos e iba a olvidarme de Alex? ¡¿a quien engaño?! Este hombre puede tener lo que quiera de mi con un chasquido de dedos. Sus manos se dirigen hasta mis mejillas y el calor de sus palmas me envuelven, su mirada es profunda y su rostro esta tan cerca del mio que hasta siento su saliendo uniéndose con el mio.

-Elaine...- susurra acercandose un poco mas a mí.

-Alex...- su nombre sale de mis labios como si fuese un gemido, cierro los ojos y solo espero a sentir sus labios. Pero no pasa. El timbre del departamento suena y todo ese momento se va directo al canasto de la basura.

La hora del almuerzo había llegado y luego de contarle a José lo sucedido este maldice.

-¡¿es que esos malditos timbres no pueden ser mas importunos?!- exclama llamando la atención del algunos de los chicos que comían en el comedor.

-al parecer no, cuando sea millonaria mandaré a destruir todos los timbres del mundo- esta vez dice Melanie mientras limaba sus uñas color negro.

-no sean tan exagerados chicos, eso solamente me ayudó a darme cuenta de que Alex solamente será una ilusión y nada mas.- suspiro frutrada. Estoy exhausta emocionalmente, adoro a Alex pero el solo me ve como una niña, mas bien, casi de su familia.

-a mi me parece que le gustas- suelta Melanie llamando mi atención y la de José.- porque si no ¿para que haría todo ese numerito de que esta celoso y luego que quiere besarte?.- ella tenia en cierta parte razón, pero yo solo estaba harta.

La hora de llegar a casa había llegado, José se ofreció a llevarme a casa alegando que tenía a sus dos americanos favoritos abandonados, osea, a mis padres.

-¡José!- saludo Dylan a mi amigo.

- ¡mama! ¡papa!, ¡José esta aqui!- grito a mis padres quienes se encuentran en la cocina.

Dejando a todos abajo subo a quitarme el uniforme para estar mas cómoda. Opto por un short jean, una blusa blanca y unas sandalias cremas. Al volver todos se encuentran en la antesala comiendo no se que cosa. Cuando estoy por llegar a ellos, el timbre de la casa suena y maldigo por tener que devolverme.

-yo atiendo- le digo a mi padre quien asomó su cabeza.

Al abrir la puerta mi boca se seca y no se que decir.

-hola- dice David mirandome fijo

-ho-hola- logro decir- que sorpresa, pasa- le digo. El entra a mi casa y se queda parado sin decir nada.-bueno, ¿que se te ofrece?- le pregunto con cortesía tratando de ocultar mi nerviosismo.

-¿queria saber... bueno...si- otra vez el timbre vuelve a sonar y esta vez no se si estar feliz o preocuparme. La postura de Alex de un momento a otro se volvió mas intimidante de lo normal.

-¡chicos, que sorpresa!- exclama mi madre quien de repente entra a la sala al ver a Alex y a David en la casa.- vamos, pasen.- los invita y estos sin decir nada obedecen y juntos nos dirigimos al patio. ¡esto si que es extraño!.

Ya en el patio, mi padre, Dylan y José saludan a los chicos invitando a sentar a David y llevándose a Alex a algún lugar de la casa. Me decepciono, porque por un momento pienso en que tal vez y solo tal vez vino a verme a mi.

-pues bien, ¿me dirás que se te ofrece?- le pregunto de nuevo y el carraspea, parece ¿nervioso?

-¿queria saber que harás este domingo?- suelta y de repente me siento incómoda. No es hasta luego de unos pequeños segundo que me doy cuenta de que Alex está detrás de mi aun que a una distancia considerable. Mi adrenalina se dispara y de pronto digo

-nada, realmente no tengo ningun plan para ese dia- contesto y se por donde va. Vamos a jugar un poco con tus supuestos celos Alex.

-¿quieres ir conmigo a los bolos?-

-¡por supuesto!- chillo- ¡voy todos los sábados ( a excepcion del pasado) desde hace dos años a jugar bolos junto a mis dos amigos!- el sonrie y parece aliviado con mi respuesta.

-pues que bien. Pasaré por ti a las 6 pm ¿te parece?- yo asiento y el se levanta, yo imito su acto y antes de poder decir algo la voz de Alex quien tiene unos papeles en sus manos me detiene.

-¿Podemos hablar David?- pregunta en tono seco y duro.

-¿no puede ser luego?- contraataca David- recuerda que hemos quedado en el bar de siempre esta noche.

-lo se, pero necesito hablar contigo urgente y a solas- su tono de voz me asusta. En ningún momento me miró ni nada por el estilo dejandome con su actitud mas confundida de lo normal. David resopla cediendo.

-hasta luego Ela- dice besando mi mejilla y miro como ante aquel acto Alex aparta la mirada haciendo un pequeño balanceo de pelvis.

-hasta luego David- Dylan acompaña a los chicos hasta la salida ya que mi padre me había llamado para que le ayudara a recoger la mesa.

****

-¿¡pueden cerrar la boca?!- le exclamo a José y a Melanie que hablan sin parar luego de que les conté lo sucedido con Alex y David esta tarde- ustedes la verdad no me ayudan en nada-

-ohhh, lo siento- dice José con ironía- no somos psicólogos pero al menos tratamos de buscar alguna explicación humana ¡o tal vez paranormal! A ¿que coños sucede con esos dos?- dice exagerando el volumen de voz y captando la agención mia y de Melanie.

La puerta suena y rápidamente se abre sin esperar mi permiso.

-Elaine, los mellizos han tenido un accidente- suelta agitado - la tia Alice dice que están muy mal.

Cautivando a AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora