Ante todo el reino de los elfos de Navyth la escena del rescate les dejó inquietos por no decir algo confusos y violentos. El rey elfo más que nadie, se acercó al viejo mago rescatista de sus prisioneros. Aunque para sorpresa de muchos (también de Sastian) el Rey elfo ya conocía a Mezdero.
-Hace tiempo sin vernos, Mezdero –su mirada fija y orgullosa se posó a través del propio mirar del hechicero.
-Ciertamente han pasado muchos soles, Ferneth, décimo tercer rey de los elfos del Río Navyth –contestaba cortésmente.
Ferneth miraba aún a Sastian tendido en el suelo, extrañado de lo que habían acontecido enfrente de sus ojos.
-Se puede saber el motivo de tu visita, oh gran hechicero Mezdero –no comprendía por que la intrusión de manera brusca a su orden –Estaba a punto de castigar a unos ladrones. –calvaba su mirar en Sastian, lanzándole una mirada feroz.
-Eso puedo notarlo rey Ferneth, y por ende me vi la necesidad de entrar en situación. Usted dice ladrones –le reclamó- pero a mi parecer mi señor no veo a ninguno.
-¡Deja de hacerte el tonto Mezdero!, ¡Ellos me robaron el cristal de la diosa Gilda! –su paciencia estaba comenzando a acabarse.
El Rey al dar un singular gesto, algunos soldados elfos dispuestos a proteger a su rey, se acercaron con algunas armas apuntando.
-No puede ser posible, rey Ferneth –Ishna se interpuso en la conversación- No, conozco a estas personas salvo a la que está tirada en el suelo –se aproximaba a Sastian para ayudarle a levantarlo. –Pero este joven no es ningún ladrón, no me cabe la menor duda –decía con la mayor confianza del mundo.
Vlamir y el resto de sus compañeros se quedaron sin palabras, al parecer sabían muy poco de su líder, pero eso no evitaba que pusieran más detalle a lo que dialogaban sus "amigos".
-Lo ve su majestad elfica, es un gran malentendido, créame no he quitado un ojo de encima a este muchacho –Sastian lo volteo a ver, y recordó aquella vez que Mezdero le salvó en su aldea.
-Rey Ferneth –la voz de Sastian ahora estaba algo débil, pero trataba de reavivar su valor ante él. –Le puedo jurar que yo no robé nada.
El Rey daba un movimiento en su brazo izquierdo, anunciando que esperasen el ataque defensivo. Recobró su postura y dijo.
-Entonces si es eso cierto "Perezoso", dime ¿por qué algunos de tus colegas nos invadieron, diciendo que seguían órdenes tuyas de robar el cristal?
Todos incluyendo sus amigos se impresionaron inclusive Mezdero, que no dejaba de verle la cara con sospecha.
-¿Te llaman "Perezoso"? –un aire de bufo salía de él, acompañado de unas delicadas risas.
-Mezdero, chicos, enserio tengo mil cosas que contarles –un miedo bajaba por sus hombros sin previo aviso, recordaba los sueños, la locura del Rey Gilberto, y lo que había pasado en el Reino de Folux.
-Pues yo encantada estaré de oírlas "Perezoso" –parecía que Ishna lo disfrutaba mucho.
Sastian trataba de concentrarse en la compañía del Rey y de explicarle su inocencia y la de su grupo.
-Rey Ferneth, no puedo mentir en cuanto a que soy líder de este grupo, y me llaman "Perezoso" –el Rey con aire de grandeza y elocuencia no dudaba en lazarle una flecha en su pecho. –Pero, por mi parte y los que me rodean, no he ordenado eso.
-Mientes humano –un guardia del rey estaba preparando su mejor flecha para la cabeza de Sastian.
-Escúchelo Rey Ferneth –suplicaba Vlamir- Créanos nosotros no somos ladrones, fuimos presos injustamente por el Rey Gilberto.
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Hacia el lugar
Fantasy¿Alguna vez te has preguntando el sitio al que perteneces?, ¿si en realidad algún sitio te está llamando?, estas son las aventuras de Sastian y como su ardua búsqueda a ése lugar lo llevan a situaciones sorprendentes y mágicas. Muchas cosas adelante...