CAP 3

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Levante la cabeza cuando oí la puerta abrirse dejando ver a un hombre bastante mayor y arrugado. Era como una pasa, bueno, posiblemente así no, pero casi. En cuanto llego a su escritorio me miro raro.

—¿Quién eres?

—Soy ____ ____ —Dicho eso él sonrió haciendo que sus arrugas se acentúen aún más.

Creo que más o menos será de la época en la que vivía Hitler, no, aún más antiguo, calculo que tendrá aproximadamente unos 100 años, y sí, soy exagerada, pero desde los ojos de una chica de dieciséis años todo empeora.

—Oh, ya veo, la alumna nueva, pues bienvenida y esperó que hagas buenos amigos.

—Lo veo difícil, ya todos me odian —Comenté en un susurro para que nadie me escuchara, pero el "ken número uno" de la escuela me miro dándome a entender que me había oído.

Le saque la lengua y me quede más a gusto que dios.

Me puse a prestar atención a la clase, aunque, para mi desgracia, tenía dos ojos clavados en mí. Será que soy irresistible para los ken's o algo así, pero don perfecto me miraba fijamente. Si sigue así me hará algún agujero o me succionará el alma. Eso da miedo.

De repente una pelotita de papel cayo en mi mesa, la abrí y supe que era de él.

Para ___:

Seamos amigos

De jungkook

Lo mire con cara de "si estaba loco" pero el muy...simplemente me sonrió.

Este chico ha fumado hierba, pero de la del campo y le ha fundido las pocas neuronas que tenía.

Para Jungkook:

Ni en tus mejores sueños sería tu amiga mr. Sonrisitas

De____

Le lance la pelotita y mire paciente su reacción. Me reí tan fuerte al ver la cara que puso, que me ahogué con mi propia saliva. Casi muero, por estúpida.

—Señorita, no debería reírse así. No la echo de clase porque es su primer día, pero tendrá que limpiar el jardín trasero a la tarde ¿Qué fue lo que le hizo tanta gracia? —Ah no, yo sola no me iba a comer un castigo así.

—Él me mando un papelito en donde había un chiste —Dije señalándolo con el dedo y casi muero por tener que contener la risa. La cara que puso gritaba que él no había hecho nada.

—Señor Jungkook, usted también tendrá que limpiar el patio trasero con la señorita.

—Si señor —Dijo mientras ponía mala cara.

Sonó el timbre que indicaba el final de la larguísima primera clase. Me disponía a salir de ella, cuando alguien me agarra el brazo y me hace girar sobre mis talones.

—¿Por qué has hecho eso? —Pregunto con cara de pocos amigos, cosa irónica porque está rodeado de gente.

—Porque básicamente, si fue culpa tuya, ¿Quién te manda poner esa cara? casi me ahogo con mi propia saliva mientras reía.

—Si te hizo eso gracia o no, no es mi culpa, no deberías haber dicho que hice tal cosa como mandarte un chiste.

—En realidad si me mandaste un chiste, malo, pero por lo menos para mí lo fue —Dije comenzando a andar por el pasillo y él detrás mío, llamando la atención de todo el mundo, algo que empezaba a mosquearme bastante—¿Tienes pensado seguirme por mucho más tiempo mr. Sonrisitas? —Dije suspirando sonoramente mientras me giraba para verlo a la cara.

Cosa que no debí de hacer, porque no le dio tiempo a frenar y quedo pegado a mi cara con nuestros labios unidos. Me separé lo más rápido que pude de él. Sentía que tenía ganas de vomitar ¡¡Tierra trágame!! Ese fue mi primer beso y fue con un ken...sí, definitivamente, mis preciadas galletas oreo esperaban en mi cuarto para poner fin a mi corta pero hermosa vida.

—Y-yo lo siento...debí parar antes —Dijo estando completamente rojo por lo ocurrido.

—¿Cómo vas a hacer para devolverme mi primer beso? porque lo quiero de vuelta, se supone que sería con mi príncipe azul, no con un nuevo prototipo de ken.

—Oye, que tampoco fue de mi agrado, no lo digas como si has sido a la única que le ha molestado —Dijo fulminándome con la mirada.

—Piérdete —Comencé a alejarme de él.

—Nos vemos en cinco minutos miss simpatía —Levante la mano enseñándole el dedo del medio. Pero el muy maldito tenía razón, Íbamos a la misma clase juntos y por encima de todo, por la tarde también tendría que aguantarle por culpa del maldito castigo. Empiezo a arrepentirme de haber hecho que él también cargue con las culpas.

La mañana transcurrió sin más, bueno, con algunas miradas asesinas de parte mía hacia mr. Sonrisitas, definitivamente, este chico es como un grano en mi hermoso culo.

Llego la hora del maldito castigo y de volverle a ver la cara a ese...ese...mejor no digo lo que pienso. Cuando llegue al patio trasero, ya estaba el ahí con el profesor mr. Tutankamon.

—Oh, por fin está aquí, tendrán que estar aquí arrancando mala hierba hasta las siete y media de la tarde ¿entendió?

—Pero eso son dos horas y media, eso es mucho tiempo con este...gran chico —Dije antes de decir algo de lo que pudiera arrepentirme, y mucho, él parecía ser de los típicos chicos mimados de los profesores, un lameculos.

Mr. Tutankamon se fue dejándonos solo mientras arrancábamos malas hierbas. Ojalá pudiera arrancarlo a él de cuajo como a una mala hierba.

—¿Porque eres así? —¿A qué demonios se está refiriendo ahora este?

—¿Eh?

—Me refiero antipática y juzgándonos a todos sin conocernos —Buen punto, en eso tenía razón.

—¿Y tú porque quieres hacerte amigo mío aun habiéndote mandado a tomar viento fresco desde que vi tu irritante sonrisa?

—¿Y qué te he hecho? —Es cierto ¿Que se supone que me ha hecho para caerme ya mal?

—Existir —Me miro sorprendido abriendo los ojos como platos. Lo admito, me acabo de pasar un poco, mucho—Esto no....Quiero decir...lo siento...

—No te preocupes, no intentare ser más tu amigo, no me caes bien.

—Por fin en algo en lo que estamos de acuerdo.

Acabamos la hora de castigo y cada uno se fue dirección a sus respectivos dormitorios. Al llegar, pude ver que hello kitty no estaba. Me tumbé encima de la cama. Estaba cansada y me sentía culpable por lo que le había dicho.

No me podía sacar de mi cabeza la cara de dolor que puso cuando pronuncie esa palabra. Creo que tengo que empezar a pensar un poquito más lo que digo antes de abrir mi gran bocotá. 







Odio a primera vista (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora