CAP 4

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Me levante de la cama para ducharme y recordé que debía llamar a mi madre, no quería que viniera aquí, no, no, definitivamente no podía venir.

Cogí el móvil, marque su número y espere a que me contestara.

—¡¡Mocosa te dije que llamaras todos los días!!

—Sí, sí, lo siento, es que no me acorde.

—Esa no es excusa ¿Y qué tal todo por ahí?

—Bien, ya tengo un gran amigo —Dije con ironía mientras recordaba a mr. Sonrisitas.

—Oh, me alegro, eso es genial —Sonaba bastante alegre, con lo que supe que, mi madre es tonta y no pilla los sarcasmos o quiere pensar que todo es de color rosa.

—sí, supongo, bueno mama debo colgar, tengo que ducharme e ir a cenar.

—Claro, adiós, hija.

Me metí al baño para ducharme, porque claro, después de ese castigo, yo olía como todo un jardín de rosas, el mismo cielo.

Salí de la ducha, me peiné en un moño que me quedaba como el culo, pero no tenía ganas de andar moneando en mi pelo. Después, me puse unos pantalones cortos rotos, una camiseta de los bulls súper grande y mis amadas y viejas deportivas.

Iba en dirección al comedor cuando de repente un mastodonte choca conmigo haciéndome caer de culo al suelo.

—¡¡Auch!! Eso duele...deberías mirar por donde caminas masto-... quiero decir chico.

—Lo siento, es que me he perdido, busco el comedor y no sé dónde está, soy malo para orientarme.

—Si quieres ven conmigo, yo me dirijo hacia allí ¿Así que eres nuevo? —Pregunte curiosa. Podría ser que por un milagro producido por papa Noel, haya encontrado al único no ken de todo el internado.

—Sí, acabo de llegar hoy. Me llamo Kim Taehyung, encantado —Dijo con una enorme sonrisa dejando ver sus blancos dientes, un poco más y me deja ciega de lo que brillaban, tengo que preguntarle que pasta de dientes usa.

—Me llamo ____, Yo también soy nueva—Sonreí—Dime que no eres el típico prototipo de ken descerebrado que viene aquí —Dije cruzando los dedos delante de su cara, a lo que él volvió a sonreír.

—Que va, que va, yo no vengo aquí por gusto, sino más bien como castigo ¿Y tú? Oh si, dime V o Tae Tae.

—A mí me han metido aquí porque, supuestamente, es bueno para mí. Pero como que no pienso lo mismo que mis padres —Dije poniendo cara de fastidio.

—Oh, ahí está el comedor, entremos —Sonreí y le seguí. Nada más entrar pude ver como los de la mesa de mr. Sonrisitas miraban hacia mí y de nuevo sus ojos con hambre de alma me miraban de forma penetrante para ver, si de una vez por todas, lo daba succionado.

Cuando teníamos ya la cena en nuestro poder, nos dirigimos hacia una mesa sin nadie en ella. En cuanto nos sentamos V, Tae Tae o cómo demonios dijera que le llamara, se quitó la chaqueta dejando ver algo que me dejo descolocada.

—¿Porque tu jersey tiene dos enormes agujeros en la manga?

—Se los hice yo con unas tijeras, a mí me gusta —¿Pero qué demonios...? este chico fumo algo peor que lo que fuma mr. Sonrisitas.

—Hay que mantener lejos de tu alcance las tijeras, eres peligroso con ellas, mutilas la ropa y después dices que te gusta, eres raro ¿De qué planeta vienes? —Él empezó a reír de forma demasiado sonora, haciendo que de nuevo todo el mundo nos mirara.

Le tire un cacho de pan a la boca y se calló de golpe. Ahora era yo la que reía como foca retrasada por la cara de sorpresa que puso.

—No vengo de ningún planeta raro...

—Pues yo creo que eres un alíen... ¡¡¡AHHH!!! Ya sé, te voy a llamar alíen.

—No, no ese mote no me gusta, bueno, aunque pensado lo bien...no está mal...te lo permitiré solo porque es gracioso —Sí, este chico definitivamente fuma cosas raras.

La cena duro poco, pues el pedazo de alíen que ahora tengo por amigo, en vez de comer, engullía como si llevara años sin probar bocado.

Durante toda la cena sentí la mirada de don perfecto detrás de mi nuca. Me pregunto si llegara en algún momento a ver a través de ella, me apuesto lo que sea a que seguro que sí, si no deja de mirarme de esa forma.

Salimos del comedor y cada uno fue a su respectivo cuarto, según me estuvo contando el alíen iría a la misma clase que yo, cosa que da miedo, bueno más bien, él da miedo, está loco, pero me cae bien, al final si haré algún amigo.

Entre en el cuarto y oí los sonoros ronquidos de hello kitty que más que una chica, en ese momento parecía un camionero de esos que fuman mucho y tosen como si fuesen a echar las tripas por la boca, bueno quizás e exagerado un poco ¡¡Pero muy poco!! Enserio, esta barbie ronca demasiado, no habrá kencio que la quiera.

Dejé de reírme de la forma de roncar de hello kitty, me puse mi pijama y me metí en la cama a dormir, pero justo cuando estaba por caer en un profundo sueño oigo un gran...¡¡¡PEDO!!! la tía cerda se había cagado mientras dormía, por dios, ¿Como pudo sonar tanto? Qué asco. Bueno, después de ese pequeño incidente cerré los ojos y me quedé completamente dormida en menos de cinco minutos. 

Odio a primera vista (Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora