Héctor

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No he ido a trabajar. No puedo. No paro de pensar en Laura,cuando vino al apartamento y me dió un puñetazo. Me llevo instintívamente la mano a la mandíbula. Pero eso no me dolió más que todo lo que me dijo. No quiere saber nada más de mi. No quiere que me acerque a ella. Me amenazado con denunciarme si lo hago. Joder. Todo por culpa de ese hijo de puta. Quisiera explicárselo. Decirle que es todo una mentira de él para separarnos. Pero por más que la llamo no contesta. Y a los mensajes tampoco. Siento rabia y estoy enfadado,con el cabrón de mi hermano,con Laura por creerle y conmigo mismo, por no habérselo contado. Debí hacerle caso al comisario. Yo... no quería perderla,y sabía que cuando se enterara,me dejaría. Lo que ha hecho.
- Laura... te necesito,por favor. Dime donde estás...- Estoy en mi despacho,con mi cuarto vaso de whisky. Intento llamarla una vez más. Una voz femenina me dice que el número no existe.
- Mierda. ¡Joder!.- Estampo el móvil en la pared de enfrente. Se ha hecho añicos,como mi corazón. Ha cambiado de número. No quiere saber nada de mi. Vacío mi vaso y lo vuelvo a llenar. Me tiemblan las manos y casi se me cae la botella. Me odia. Me odia y no quiere saber nada de mi. Yo también me odio. Me odio y me doy asco por haber perdido a Laura. Y de esta manera. Hijo de puta...
- ¡Cabrón de mierda!.- De un manotazo,tengo miles de papeles por todo el despacho. Empiezo a lanzar todo lo que pillo por el camino,contra la pared de enfrente. La lámpara,el portátil,libros...todo a mi paso sale volando por los aires. Hasta el vaso en el que bebía whisky. Se ha hecho añicos junto al móvil. Me siento en la silla y maldigo mi suerte. Oigo unos dedos temblorosos llamar a la puerta.-
- ¿¡Sí!?.- Aparece en el umbral Diana. Con cara de miedo. Pasa y me mira.-
- ¿Está bien,señor?
- Sí,perfectamente.- Me mira sin decir nada.- ¿Quería algo?
- No,señor. Con permiso.- Joder. He pagado mi frustración con la pobre Diana. Me levanto y voy a por la botella de whisky y bebo a morro. Me siento con ella en la mano. Entonces me acuerdo de Marta. Me hecho mano al bolsillo para llamarla,pero miro hacia la pared y lo veo en el suelo hecho añicos. Cojo el inalámbrico. Marco. Da la llamada. Una. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis. Joder. Ella tampoco lo coge. Alzo la mano para tirarlo,pero me doy cuenta antes y lo suelto en su peana. No quiero quedarme incomunicado por si contesta Laura. No lo va ha hacer. Estoy seguro. Pero debo mantener la esperanza.
- Laura me has destrozado. Me has hundido. Me has enterrado en vida. Mi pequeña y dulce Laura. Te necesito para vivir.- Me duele el pecho. Siento como si me faltara el aire al respirar. Vuelvo a empinarme la botella. Me levanto y miro por la ventana. Está oscureciendo. Y con el día,también se oscurece mi alma. Me vuelvo de espaldas. Me dejo escurrir hasta el suelo y lloro. Lloro por que estoy destrozado. Y bebo. Sigo bebiendo y pierdo la noción del tiempo. Creo que me he dormido sentado en el suelo. Por que cuando abro los ojos veo a mi madre fulminádome con la mirada.-
- Héctor Ruiz, ¿no te da vergüenza?
- Mamá...- Mi voz suena ronca y pastosa,sin duda es por la borrachera de whisky.- ¿Qué haces aquí?
- ¿Qué qué hago aquí? La pobre Diana me ha llamado asustada y preocupada. Me ha dicho que mi hijo no se encontraba bien. Y por supuesto, he venido lo antes posible. Lo que no esperaba era encontrarte así. ¿Se puede saber qué diablos te pasa? ¿En qué andas metido,Héctor?.- Tengo que reconocer que estaba avergonzado.-
- Lo siento,mamá.
- ¿Lo sientes? ¿qué es lo que sientes,hijo?
- Que me veas así.- Se le debió ablandar un poco el corazón, por que me miró con dulcura,como solo una madre sabe mirar.-
- Dios mío,Héctor. ¿Qué te ocurre,cielo? Explícamelo para que te pueda entender,por que no puedo. Tú nunca has sido así. Necesito saber que te pasa por esa cabecita...
- Mamá...Laura,me ha dejado.- Mi madre se agachó me acarició la mejilla y me ayudó a levantarme. Debí estar ahí bastante rato, por que sentía el cuerpo entumecido. Me costó horrores levantarme, aún con la ayuda de mi madre. Me llevó hasta el salón, nos sentamos en el sofá y le pidió a Diana que me prepara un café muy cargado. No paraba de mirarme. Estaba esperando a que yo dijera algo. Pero de mi boca no salían palabras.-
- ¿Qué os ha pasado? Y no me mientas,hijo. Estábais bien. Laura es una buena chica,te quiere. Y tú la quieres a ella. Dime, ¿qué ha pasado?.- Dudo si contarle toda la verdad o no. Pero estoy arto de mentiras, le mentí a Laura,no le dije la verdad sobre mi hermano. Será mejor que le cuente la verdad.-
- Verás,mamá. Es un tema muy delicado.
- No le contaré nada a nadie, si es lo que te preocupa.
- No. No es eso. Ya lo se. Es que... ¿Te acuerdas qué te conté que Laura de joven tuvo problemas?.- Me mira espantada.-
- Sí. Abusaron de ella,¿no?.- Asentí.-
- Sí. La secuestraron, la retuvieron un mes y... abusaron de ella. Le pegaban y la violaban.
- Es horrible, hijo. ¿Pero qué tiene que ver eso contigo? ¿Acaso tú le has hecho algo de eso?.- Mi madre me miraba muy seria y yo contesté rápidamente.-
- No. No. Yo nunca le haría algo así. Estaba en la universidad,cuando le pasó. Fue un profesor. Mamá,fue víctima de Sebas.- Mi madre tembló al oír su nombre. Me miró con los ojos empañados. Y parecía perdida.- Cuando empezamos a salir,me lo contó. Y poco después,supe que había sido mi hermano. Pero no se lo dije.
- ¿Porqué?
- Por que tenía miedo de perderla. Tenía miedo de que si se enteraba,me dejara.
- Y se ha enterado.
- Peor que eso. La otra noche Laura recibió fotos mías con Sebas. En una le había escrito una nota. Diciéndole que todo había sido un plan de venganza. Que yo estaba de acuerdo con él, que nuestro plan era que yo la enamorara.- Me levanté y fui hacia el cajón,saqué la foto arrugada,que yo mismo hice una bola,la desdoblé lo que pude y se la tendí. Mi madre enseguida la volteó para no ver la cara de mi hermano.-
"Querida Laurita:
No sabes lo feliz que estoy de poder compartirte con mi hermano. Sí,mi hermano. Planeamos enamorarte y engañarte,pero eso no se asemeja a lo que he tenido que pasar yo en la cárcel. No es nada comparado con eso. Espero que hayas disfrutado mucho con él,cada vez que él te hacia suya yo observaba en la penumbra. Era parte de nuestro plan para destruirte. Nos veremos muy pronto,pequeña Laura. No olvides echar el pestillo cuando te entregues a mi querido hermano, Héctor."
Mi madre se llevó una mano a la boca. Y lloró. Yo la abracé.
- Dios mío, he criado un monstruo. ¿Qué he hecho mal?
- Tranquila,mamá. No es culpa tuya,no tienes culpa de que esté enfermo. De que sea un puto psicópata.
- Ahora entiendo tu tristeza. Tú mal estar. ¿Porqué no hablas con ella? Explícale la verdad.
- No quiere verme,mamá. La he llamado millones de veces. Y lo único que he conseguido es que dé de baja el número,seguramente tenga otro número ya... Además, estaba muy enfadada. Me pidió, más bien
me exigió que le dejara. Que ya no existía para ella.- Mi madre volvía a llorar. Y me cogía la mano.-
- Cuanto daño nos ha hecho ese bandido. Cariño... lo siento.
- No tienes por qué sentirlo. No es tu culpa,mamá.
- Hijo,yo se que querías a Laura...
- Aún la quiero.
- Debes intentar olvidar lo que ha pasado. Seguir con tu vida. Hoy no has ido a trabajar. Te ha costado mucho llegar hasta donde estás. Ser quién eres... tu empresa,tus clientes,tus empleados. ¿Qué pensarán? Tienes que hacer un esfuerzo, tienes que separar una cosa de otra. Volver con tu rutina. Y no quedarte en casa, bebiendo y llorando. Tienes que seguir viviendo, al menos intentar sobrevivir.
- Lo se,mamá. Mañana iré a la empresa y haré como si no hubiera pasado nada. Puedes estar tranquila.- Mi madre se marchó a regañadientes. Se fue de todo menos tranquila. Yo me fuí a la cama sin cenar. Soñé con Laura. Soñé que volvía, que me perdonaba. Soñé con que la besaba,la acariciaba y la hacía mía una y otra vez,en esta misma cama. Me levanté empalmado y mojado. Maldita sea, Laura. Hasta en sueños me haces perder la razón. Me metí en la ducha y me afeité con cuidado. Recordé las veces que Laura,temblando me afeitaba con sumo cuidado. Su aroma. Su aliento tan cerca del mío. Sus pechos presionado mi pecho... Joder,otra vez no. No lo pude evitar y me toqué. Lo hice pensando que era Laura quien lo hacía. Me vestí con un traje oscuro,el que tanto le gustaba a ella. Me tomé un café y me fuí a la oficina. Cuando se abrieron las puertas del ascensor,sin querer miré hacia la mesa de Laura. No estaba. Estaba vacía. Sentí tristeza. Cuanta falta me hace... No apareció en toda la mañana. ¿Habrá dejado el trabajo? Me levanto de la silla de mi despacho y me dirijo al despacho de Gertrudis.-
- Hola,¿estás ocupada,puedo pasar?
- Claro,pasa. Para ti siempre tengo tiempo. Tú dirás...
- Venía a preguntar por Laura. No ha venido a trabajar.- Ella asintió.-
- Quería dimitir. Menos mal que al final pude convencerla, de que solo se tomara unas vacaciones. Esa chica es brillante. No podemos permitirnos que se marche. Es muy buena en su trabajo y cuesta encontrar personal tan eficiente como ella. ¿Viste la campaña de navidad? Es sensacional,¿no crees?.- Ella hablaba y hablaba. Tenía muy buena relación con ella. Pero ahora no estaba yo interesado en eso.-
- ¿Sabes donde está?.- Se quedó sorprendida.-
- No. No lo se. ¿Porqué?
- Necesito saber donde está.
- Oye,Héctor. He oído que tenéis algo,pensé que eran chismorreos de oficina. Pero...
- Estábamos saliendo.
- ¿Estábais? No tendrá eso algo que ver con que quisiera marcharse de la empresa.
- Me temo que sí.- Ella arqueó las cejas.-
- Ya. Bueno.
- Si te enteras de donde está, ¿me lo dirás?
- Sí,bueno,claro. Sí me entero te lo digo.
- Gracias.- Salí del despacho de Gertrudis peor de lo que entré. Quería irse para siempre. Quería irse de la empresa. ¿Donde estás,Laura? No pude concentrarme en todo el día. No salí a comer. Me tomé un café de la máquina y me volví a encerrar en mi despacho. A la hora de marcharme,me monté en el coche. Pero no me fui. Me quedé esperando a ver salir a Marta. Tenía la esperanza de que ella me dijera algo de Laura. La ví salir por la puerta con Marcos. Iban hablando y riendo, me dió una punzada de celos. Para mi suerte,se despidió de Marcos con un beso y hechó a andar calle arriba. Me bajé del coche y fui tras ella.-
- Marta. ¡Marta! Espera un momento,por favor.- Ella no paró,aceleró el paso y me ignoró. Parecía enfadada. Tuve que adelantarla para que se parara.-
- ¿Qué coño quieres,Héctor? Déjame en paz.- Hizo ademán de seguir pero yo se lo impedí.-
- Por favor,Marta. Necesito saber que Laura está bien. Por favor.
- No es gracias a ti.- Y siguió andando. Fui tras ella y andé a su lado.-
- Se que debes pensar que soy un cabrón,pero... -Se para de golpe y me mira.-
- Lo eres. Odio la gente que no cumple sus promesas. Y tú me hiciste una,¿recuerdas? Pero no la has cumplido,Héctor. Le has hecho daño. La has echo sufrir. Yo confiaba en ti,maldita sea.
- Marta,puedo explicártelo. Si me dejas...
- No quiero saber nada. No quiero que me cuentes nada. No te creo. No confío en ti. Ya no.
- ¿Tú sabes donde está?
- Lo sepa o no, jamás te lo diría.- Se marchó y yo me quedé allí parado. Viendo la gente andar de un lado a otro. Y yo me había quedado como una estatua. Tenía razón. Le prometí que cuidaría de Laura y que no la haría sufrir. Y rompí mi promesa. No quiere escucharme. Quisiera contarle la verdad. Pero no quiere, es imposible. Sabe donde está Laura,pero como buena amiga que es, no me lo dirá...

Secretos Del Pasado 2   CómplacemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora