Proposiciones

1.5K 107 1
                                    

Estoy adormilada,pero siento la mano de Héctor acariciarme la espalda y el trasero. Estoy tumbada en la cama,boca abajo y él está de lado,mirándome.-
- ¿Duermes?
- Mmm...- Sonríe. Me aparta el pelo de la cara y abro los ojos. Yo también sonrío.- ¿Estás bien?
- Sí. Muy bien.
- ¿Seguro?.- Parece nervioso...-
- Sí. Ya te he dicho que sí. ¿Qué te pasa? ¿Qué te preocupa?
- Nada.- Está mintiendo. Lo se. Pero no me lo va a decir.-
- ¿Y esto?.- Me mira con el ceño fruncido.-
- ¿El qué?
- Eso de eres mía,tu boca es mía...¿porqué?.- ¿Aun lo duda? Quiero decirle que yo siempre voy a ser suya,que no me importa los malditos resultados,pero no me esperaba cierto cambio de tema.-
- ¿De verdad que no lo sabes?
- No.- Me mira y entre cierra los ojos.- ¿Te has besado con alguien,que no haya sido yo?
- No. ¿A qué viene esto?
- Odio que me mientas,Laura.- Pero...¿qué coño? Se levanta se pone el pantalón del chándal y se va. Dejándome totalmente perdida y sola en la cama. Miro a mi alrededor,veo la fusta en el suelo,me acerco y la cojo. La observo con admiración. Que hombre más frustrante,acabamos de...ha sido...Joder. ¿Porqué hace esto? Decido darme una ducha y relajarme un poco. Pienso en lo que hemos hecho hace media hora y me hierve la sangre. Mi cuerpo se enciende de nuevo al recordarlo. Salgo de la ducha y me miro desnuda en el espejo,vaya la cuerda ha dejado marcas. Son muy leves,ni siquiera me duele. Me miro los pies y ahí también están las marcas rojas. Sonrío. Salgo al dormitorio y miro el despertador,son las siete de la tarde. Me pongo una camiseta de Héctor y decido preparar la ropa que voy a llevar al trabajo. Me pregunto ¿como estará Marta? No he hablado con ella en todo el día... ¿Y Rober? Se me cae el alma a los pies,no eso no,ahora no...pero me acuerdo del enfado injustificado de Héctor,y ya es tarde para intentar evitar las lágrimas. Lloro delante del vestidor abierto y me siento en el suelo,me agarro las rodillas con los brazos, hundo la cabeza y me dejo liberar por el llanto.-
- ¿Laura?.- Héctor me mira con angustia y los ojos muy muy abiertos.- Oh,nena ¿qué te ocurre?.- Se arrodilla a mi lado y yo vuelvo a hundir la cabeza en las rodillas,y decido que aunque él me haya interrumpido, yo voy a seguir llorando hasta que me libere de la presión. Me acaricia el pelo sin parar. Hasta que yo ahogo el último llanto.- ¿Es por lo que te he hecho?
- Sí.- Su expresión cambia,y parece abatido. Como si le hubiera dado una bofetada. Se pasa nervioso la mano por el pelo.-
- ¿Porqué...? Por que no... Creía que te había gustado,yo...no se que decir.- Parece horrorizado. Oh,no. El cree que ha sido por el sexo.-
- No,Héctor. No,no es eso.
- ¿No?.- Niego con la cabeza.- ¿Entonces...?
- Te has enfadado conmigo después,después de...de eso. Y no se por qué, pero es que me confundes.
- Lo siento. Estaba furioso.
- ¿Porqué?.- Me mira un instante y se levanta.-
- Ven hablemos en la cocina. He preparado la cena.- Me tiende las manos y yo se las doy,me ayuda a levantarme y vamos a la cocina.- Siéntate.- Él se va a la cocina y vuelve con dos platos,huele bien.- Espero que te guste el bacalao.- Yo lo miro y asiento.-
- ¿Me lo vas a decir?.- Él frunce los labios,se levanta y va hacia la entrada. Saca algo del maletín de trabajo y me tiende una foto. Cuando la desdoblo y la observo,me quedo sin palabras. Dios mío,soy yo en la puerta del Ritz,con Daniel. ¡Y él me está besando! Claro,ahora lo entiendo. Héctor me mira inquisitivo,yo lo miro y sonrío. Él parece perplejo.-
- ¿Te parece gracioso?
- No. Perdona. ¿Quién te la ha mandado?
- Estaba en mi mesa. Pero ese no es el caso.
- Lo se,esta foto es de hace tiempo. Fue antes de que nos entrevistáramos con él. Cuando me llamastes y...
- Y Víctor me dijo que estabas con un amigo...sí,lo recuerdo.- Ahora parece pensativo. Oh,Héctor...no seas así.-
- Héctor,fue una tontería,una broma. Me besó para entender por que tu estabas loco por mi. Él siempre ha sabido de lo nuestro y siempre me ha apoyado para estar contigo. Siempre te ha defendido. No hagas esto,no lo estropes.
- No. No es eso.
- ¿Y entonces?.- Me mira muy serio y abre los ojos con preocupación.-
- ¿Quién hizo la foto? ¿Y quien y como la ha dejado en mi mesa?.- Oh,mierda. Sebas. Sí,seguro que ha sido él. El muy...-
- ¿Sebas?
- Lo averiguaremos.- Coge el teléfono y marca. Yo lo miro impaciente.- ¿Roberto? Sí,soy yo. No. Está bien.- Me mira.- Sí. Necesito tu ayuda. ¿Puedes ir a la oficina como...dentro de una hora?.- Mira el reloj.- Contará como horas extras. Bien. Gracias. Nos vemos allí. Sí. Tranquilo.- Cuelga y me mira.-
- ¿Y bien? ¿a quien has llamado?
- A tu primo.
- ¿A Rober? ¿Porqué?.- Me mira y arquea una ceja.-
- Porque es el informático de nuestro departamento.- Sigo sin entenderlo.- Hay una cámara de seguridad en la puerta de mi despacho. Si miramos la grabación de ayer,veremos quien entró en mi despacho.
- Ah,claro. No sabía que había una cámara ahí...
- Es casi inperceptible,muy pequeña. Me obligaron a ponerla hace un año y medio,o así. Entraron y robaron documentos muy importantes.- Vaya. No me lo había contado...- Venga,vamos a comer. Tengo que ir a la oficina.
- Puedo...- Sonríe.-
- Claro.- Comemos deprisa,el bacalao está delicioso pero se ha enfriado. Nos vestimos rápido y Víctor nos lleva a la oficina. Vicente nos saluda amablemente.-
- Buenas noches,Vicente. Quisiera hacerte unas preguntas.
- Claro,señor.
- ¿Has visto entrar y salir alguien sospechoso entre el día de ayer y hoy en la mañana?
- No,señor. Creo que no.
- ¿Algún visitante?.- Él parece nervioso y me mira de reojo una y otra vez. No quiere que me entere de algo.-
- Verá señor... aparte...de su amiga,nadie ha entrado de visita.- Vicente me mira el pobre avergonzado. Héctor parece confundido.-
- ¿Qué amiga?
- Dijo que era una amiga suya,y que venía a visitarle. Que era personal.
- Ya veo. ¿Como era?
- Era muy guapa,alta,piel clara y pelirroja.
- ¿Pelirroja?
- Sí,creo que pelo corto. Vestía muy elegante.- Yo miro a Héctor y entre cierro los ojos. Me encamino hacia las puertas de la oficina. Y Héctor se apresura y me sigue hasta los ascensores. Nos subimos y pulso el botón.-
- Laura...no tengo ni idea de quien puede ser.
- Claro.
- Te lo prometo. Confía en mi.- Se abren las puertas y Rober está en la maquina del café. Se acerca a nosotros,me mira con dulzura.-
- Hola. ¿Como estás?
- Bien. Gracias.
- Tenemos que hablar,prima.
- Lo se,pero ahora no es un buen momento.- Asiente.-
- Roberto,necesito revisar las grabaciones de la puerta de mi despacho. Es muy importante.
- Claro. Vamos.- Nos dirigimos al despacho de Rober,consta de una mesa enorme con cuatro pantallas de ordenador. Nos sentamos y él empieza a teclear.- ¿Tramo horario?
- Veamos...yo abandoné el despacho ayer después de comer...y no he vuelto hasta esta tarde...
- Empezaré revisando desde las tres hasta las seis de esta tarde. ¿Le parece bien?
- Perfecto. Nos quedamos a revisarlo contigo,seis ojos ven más que dos.
- Bien,acercaros unas sillas y sentaros.
- Yo voy a por un café. ¿Héctor?
- No,gracias nena.- Yo salgo y voy hacia la maquina de café. La cabeza me da vueltas y siento una calor sofocante. ¿Quien coño es esa pelirroja? ¿Y porqué me ha estado siguiendo? ¿Esto no va a acabar nunca? Es una pesadilla,de la que no puedo despertar. Reprimo las ganas de llorar y cogo mi capuchino. Camino despacio por el pasillo desierto de la oficina. Paso junto a mi mesa y miro el cajón, de donde encontré la fotografía. ¿Lo dejaría ahí la misma persona? Tengo que contárselo a Héctor. Lo había olvidado prácticamente...en cuanto lleguemos a casa se lo contaré. Entro en el despacho y están inmersos en la pantalla. Se ve gente pasar por el pasillo,pero por ahora,nadie ha entrado en el despacho. Suena el teléfono de Héctor.-
- Ruiz. Sí. Bien,bajo enseguida Vicente. Gracias.
- Voy a bajar un momento a la garita de Vicente. Mi supuesta amiga firmó en el registro de visitas...
- Vale. Te espero aquí.- Se inclina y me da un beso en el pelo,yo lo veo salir y cerrar la puerta. Cuando me vuelvo Rober me mira fijamente.-
- ¿Qué?
- Se te ve bien.
- Eso es por que estoy bien.
- Oye,Laura...lo siento. No tenía derecho a decirte todo eso. A meterme en tu relación.
- ¿Eso te lo ha dicho Marta?.- Él sonríe travieso.-
- Sí. Ha sido ella,y me ha hecho ver que no tengo razón.- Asiento.- Mira,si Héctor te hace feliz...pues intentaré aceptarlo. Poco a poco. Yo solo quiero lo mejor para ti, quiero que seas feliz y si es con él...pues tendré que aceptarlo.- Mi primo tan alto y fuerte, lo abrazo fuerte contra mi pecho y noto como sonríe.-
- Es muy importante para mi que estés de acuerdo. Te quiero mucho y no quiero discutir contigo.- Nos abrazamos fuerte,y miro hacia la pantalla y la veo.- ¡Rober! La pantalla.- Es una chica alta y delgada,tiene un cuerpo escultural. El pelo muy corto y liso y de un rojo fuego... Me quedo petrificada al verla. Entra en el despacho,tres minutos después sale y con un pañuelo,se tapa la cara. Apenas se le ve el rostro. Me resulta familiar,pero no creo que la conozca.-
- ¿Sabes quien es?
- No. Voy a decirle a Héctor que suba.- Saco del bolso el teléfono y marco su número.- Sube,hemos encontrado algo.- Héctor entra en el despacho cinco minutos después,acompañado por Vicente. Mira atento la pantalla.-
- Es ella,sin duda.- Todos miramos a Vicente.- Es la chica que dijo ser amiga suya,señor.
- ¿Pero quién coño es? No creo la conozca. Me acordaría.
- ¿Y el registro de visitas?.- Pregunto casi en un susurro.-
- Firmó como Cámeron Díaz...- Dice Héctor con un amago de impotencia. A Rober se le escapa una risita que intenta disimular tosiendo. Sí,primo somos idiotas,no nos hemos dado cuenta...-
- ¿Y ahora?
- Pues lo pondremos en manos de la policía. Haber si ellos averiguan quien es. Venga, vámonos a casa es tarde.- Asiento y me levanto de la silla.- Roberto,venga apague el equipo. Le acercaremos a su casa.
- No es necesario...
- Venga,Rober. No seas tonto, es tarde.- Cuando recoge y apaga todo, los tres nos dirigimos fuera de la oficina. Víctor nos espera en la entrada.-
- Víctor, al antiguo apartamento de la señorita Laura.
- Sí,señor.- Héctor se sube al lado de Víctor,en el asiento del copiloto. Rober y yo atrás. Lo miro y me sonríe. El coche empieza a moverse y Rober me coge la mano.-
- Marta está muy preocupada por tí. De la manera en que te fuiste. Te hecha de menos.- Mi pequeña loca...yo también la hecho de menos.-
- Yo también.
- A lo mejor podrías venir algún día...a tomar un café o algo.
- Claro.- Sonrío.- Mañana vuelvo a la oficina. Podríamos comer juntos.
- Eso sería genial. Marta se va a poner muy contenta.- De pronto sin que nadie lo esperara,ni yo, me abalanzo sobre mi primo y lo abrazo muy fuerte y lloro.- Oh,venga prima. No llores. No sabes cuanto lo siento. Siento mucho haberme portado tan mal contigo y con tu...con Héctor. Por favor,no llores.
- Es que os quiero mucho. A los dos.
- Lo se preciosa. Lo se... Voy a intentar poner de mi parte,ya te lo he dicho.- Asiento y miro hacia adelante,veo a Héctor con el ceño fruncido en el retrovisor. Parece preocupado. Dejamos a Rober en el apartamento y nos vamos a casa. Víctor aparca en el parking y Héctor me abre la puerta. Subimos en el ascensor y sin darme cuenta bostezo.-
- Un día largo, ¿eh?.- Asiento y me agarro a su brazo. Él me hecha el brazo por encima de los hombros y me abraza. Entramos en el apartamento y yo voy hacia el salón,me siento en el sofá y Héctor me observa.- ¿Quieres irte a la cama?.- Niego con la cabeza.- ¿Una copa de vino?.- Asiento. Y voy tras él a la cocina,me siento en la mesa y enciendo un cigarro. Me tiende una copa de vino,está frío y es exquisito.- ¿Estás bien?
- Sí. Pero tengo que contarte algo.- Me mira preocupado.-
- Dime.
- Yo también he recibido una fotografía.- Le cambia la cara.-
- ¿Cuando?
- La he encontrado en un cajón de mi mesa,cuando volví de hablar con Gertru...
- ¡Y porqué no me lo has dicho antes!.- Mierda. Está muy enfadado.-
- Héctor...
- ¿Qué clase de fotografía? ¡Laura!
- ¡Ya basta, Héctor! ¡Joder!.- Se ha quedado ceniciento,seguramente no esperaba mi reacción. No la esperaba ni yo, pero empiezo a estar arta de que se enfade conmigo por cualquier cosa y me de voces como si fuera una adolescente descarriada.- Estoy arta de que me trates como si fuera una adolescete, de que me riñas como si fueras mi padre. ¡No lo eres,coño!.- Él me mira con los ojos muy abiertos,está flipando,Laura uno,Héctor cero. Voy ganando yo,sin duda. Ahora viene lo peor, se pondrá hecho una furia,y discutiremos hasta las tantas. Se acerca a mi, muy despacio. Oh,demasiado despacio,estoy un poco asustada. Su mirada es salvaje, y sus ojos brillan de una forma muy oscura. Sin previo aviso se tira encima de mi y me besa con fuerza,oh Dios,me ha mordido el labio. Me duele. Me besa y su lengua examina mi boca. Me agarra fuerte del pelo y con la otra mano me aprieta fuerte el culo. Se aparta un poco para mirarme, y me quita la camiseta,me baja los vaqueros y las bragas de un tirón. Héctor uno. La que está flipando ahora, soy yo... Me sube a la mesa y sigue besándome y acariciándome los muslos,baja por mi cuello y yo me derrito. De pronto,me siento huérfana. Se retira y da dos pasos atrás.-
- Quítate el sujetador,quiero verte.- Obedezco enseguida y me quedo recostada en la mesa de la cocina,totalmente desnuda.- Tócate.- ¿Qué?.-
Tócate,Laura.- Yo lo miro confundida.- Tócate los pechos,hazlo como lo haría yo.- Uauh, quiere que me toque como él lo hace...que vergüenza,vale,puedo hacerlo. Puedo hacerlo. Me siento en la mesa, y me acaricio los pechos con las dos manos. Me los masajeo y miro a Héctor a los ojos. Él me mira con sus ojos vidriosos y oscuros por la excitación. Me desea,este hombre maravilloso me desea y yo me siento Afrodita. Me pellizco los pezones con los dedos y veo como Héctor traga saliva y respira profundo. Yo jadeo y gimo por que estoy muy excitada,y me estoy excitando yo sola.- Baja la mano por el vientre.- Yo obedezco.- Mastúrbate para mí.- Joder. Yo obedezco y bajo mi mano derecha,abro las piernas para que él me vea y me acaricio el clítoris ante su atenta mirada. Él se relame y me mira,yo lo miro y veo su erección,cierro los ojos y gimo fuerte.- Oh,nena...- Se abalanza sobre mí en la mesa,se baja la cremallera de los vaqueros y me penetra fuerte. Me embiste una y otra vez y yo grito. Él me muerde los pezones por tiempos,primero uno y luego el otro.- Abre los ojos,quiero verte.- Nos miramos fijamente y él aprieta la mandíbula mientras jadea fuerte,yo me agarro a sus hombros y clavo mis uñas en su piel. Ahora es él el que grita fuerte.- Oh, Laura. No puedo más. Córrete conmigo,nena. Dámelo.- Y sus palabras son mi perdición,yo me dejo ir y siento como se vacía dentro de mi. Respiramos con dificultad,y Héctor me abraza fuerte. Él aun esta vestido. Me besa la mejilla,la frente y en la comisura de los labios.- Eres maravillosa.
- Tú también.- Siento un escalofrío. Él desabrocha los botones de su camisa y se la quita. Me la pone y yo introduzco los brazos. Me abrocho dos o tres botones y sonrío. Héctor sin camisa,con el vaquero desabrochado,el pelo revuelto...está increíblemente sexy.-
- ¿Te gusta lo que ves?
- Me encanta.- Sonrío divertida mientras recoge mi ropa del suelo. Se acerca y me besa en los labios. Me pasa la copa de vino,chocamos las copas y damos un trago.-
- Tienes razón, no soy tu padre. No tengo por que regañarte. Espero que puedas perdonarme.- Yo lo beso y le acaricio la barba con las yemas de los dedos.-
- Disculpas aceptadas,señor.- Sonríe y va hacia la cocina. Nos vuelve a llenar las copas, me siento en una silla y él vuelve a sentarse en frente.-
- ¿La fotografía?
- Ah, sí. Espera aquí.- Voy en busca del bolso y saco el sobre. Me siento y se lo tiendo. Él lo abre nervioso y saca la foto.-
- ¿Quién es?
- Ni idea.
- ¿No sabes quién es?
- No. ¿Y tú?
- No. Yo tampoco.- Me encogo de hombros.-
- Dale la vuelta.- Él le da la vuelta a la foto. Lo lee y me mira con el ceño fruncido.-
- ¿Qué verdad?
- Ni idea. ¿Es raro,verdad?.- Asiente.-
- Mañana se lo contaré todo al comisario. Esto y lo de la pelirroja. ¿Me acompañarás?
- Claro. Si quieres.
- Iremos por la tarde,después del trabajo.
- Vale.- Carraspea nervioso.-
- ¿Qué?
- Ya están los resultados.- Mierda. Por eso está tan raro. Me levanto y voy hacia él,me siento en su regazo y le abrazo. Él me devuelve el abrazo y hunde la nariz en mi pelo.-
- Tranquilo. Estoy contigo.
- Tengo miedo,Laura. No quiero ser su hermano,no quiero tener la misma sangre que él.
- Lo se cariño. Pero eso no está en tus manos. Es mejor saber la verdad, que vivir con la incertidumbre.- Asiente. Y me acaricia la cara,me besa despacio. Dulce y lento.-
- Te quiero,Laura. Te quiero demasiado,no soy capaz de alejarme de ti.
- No lo hagas.
- Debería.
- No
- Sí. Tu primo tiene razón,yo solo te pongo en peligro...
- Tu me has salvado,Héctor.- Está siendo muy negativo con él mismo.- Me salvaste el día que te conocí. Sin ti yo... Me ahogo. Me axfisio,eres un soplo de aire fresco. Tu has sido mi salvación.- Héctor niega vehemente con la cabeza.-
- Me cuesta creerlo. No soy bueno para ti.
- No digas eso,no es cierto. Eres perfecto. Eres todo lo que necesito.
- Eso es ahora. Pero cuando sepamos los resultados...
- No me lo puedo creer. ¿Esto es por los malditos resultados? ¿Aun piensas que te dejaré si en ese papel pone que sois hermanos?.- Asiente.-
- Lo harás. Pero es lógico.
- El único que no es lógico eres tú,Héctor.- Me levanto furiosa de su regazo y voy hacia la cocina a por otra copa de vino,pero en mitad del trayecto, me paro en seco cuando Héctor habla.-
- Ya lo hiciste una vez,Laura...- Su voz es casi un susurro,está librando en su interior una batalla,parece triste,agobiado y asustado. Siento un pinchazo en el pecho. Sí,es cierto. Ya lo dejé una vez,cuando me enteré de que era su hermano. Se me llenan los ojos de lágrimas, ese es su miedo. Que lo deje. Que vuelva a irme. Pero no lo haré. Esta vez no, no tiene la culpa esta vez. Vuelvo sobre mis pasos y lo miro. Él me mira con sus ojos azules,algo enrojecidos.-
- Aquello fue diferente. No me lo contastes. Me mentiste.- Asiente.- Pero ahora,me lo has contado. Has sido sincero. Y ponga lo que ponga ese maldito papel,yo no voy dejar de quererte. No me voy a ir a ninguna parte. ¿Qué puedo hacer para que me creas,Héctor? Dímelo y lo haré.- Levanta la cabeza que la tenía gacha y me observa,me mira y lo miro,su mirada es de miedo,la mía de frustración.-
- Cásate conmigo.- Frunco el ceño y abro los ojos. No. ¿Ha dicho...? No,no...no puede haberlo dicho... Yo estirazo el brazo y le aparto la copa,para que no siga bebiendo.- No estoy borracho,Laura. Estoy perfectamente. Y lo he dicho en serio.- Madre mía. ¿Lo ha dicho en serio? No se...eso parece que ha dicho. ¿Casarme? ¿Casarnos? Es demasiado pronto, ¿no? ¿Hay un tiempo programado para eso? La cabeza me da vueltas,me llevo la mano a la frente y me la froto exasperada.-
- Héctor,es tarde. Vamos a la cama.
- Cásate conmigo.
- Héctor,por favor.
- Se mi mujer. Cásate conmigo.
- Héctor...
- Cásate conmigo.
- ¡Deja de repetir eso!.- Ahora estoy furiosa. Me levanto y voy a la cocina. Vuelvo con la botella de vino. Me lleno la copa y me la bebo de un trago.-
- Laura. Yo te quiero.- Lo miro como si le hubiera salido dos cabezas.-
- Y yo,Héctor.
- Pues casémonos.
- ¿Pero no te das cuenta que es una locura? Con todo lo que ha pasado en estos últimos meses...
- ¿No quieres casarte conmigo?.- Mierda. Parece dolido. ¿Lo dice realmente? ¿De verdad quiere que nos casemos?.-
- Héctor,estás asustado. Solo lo haces por que crees que te voy a dejar.
- No. ¿Te ha dado esa impresión?.
- Pues sí. Es lo que parece.
- Laura,yo te quiero. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.- Oh. Vaya. Parece sincero. ¿Casarme?.- En realidad,debo confesarte algo...
- ¿El qué?.- Joder,parece nervioso y avergonzado. ¿Qué me oculta?.-
- Hace tiempo que lo había pensado.
- Pero si volvimos hace poco...
- No,antes. Mucho antes.
- ¿Cuando?.- Creo que ha sido la primera vez que he visto a Héctor sonrojarse, y mira que hemos hecho barbaridades,sobre todo en la cama.-
- Cuando me dejaste...yo...
- ¿Ibas a pedirme matrimonio?.- No me lo puedo creer.-
- Sí. Esa misma noche,estaba preparando una cena romántica. Pensaba pedírtelo después de cenar.- Madre mía. Y yo vine le dí un sopapo y lo dejé. Debió ser...- No te lo voy a negar,lo pasé fatal. Mi mundo siempre había sido tranquilo,nunca había estado con una chica. Bueno, no así,de esta manera. Una relación seria,de amor.
- ¿Solo sexo?.- Asiente.-
- Pero tu...tu pusiste mi mundo patas arriba. Contigo sentía que no quería buscar más. Que eras justo lo que siempre había deseado.
- Eso...eso es muy bonito.
- Y cierto.
- Joder, Héctor...- Estoy aturdida,confundida y agotada.- No se...que decir.
- Dí que sí.- Sonríe muy dulce y a mi se me corta la respiración. Mi pobre niño asustado. ¿Quiero yo casarme? Quiero a Héctor...pero no había pensado para nada en casarme...- Dime algo ya,nena. Estoy a punto de sufrir un infarto.- Quiere una respuesta. Bien,pero no puedo dársela. No puedo.-
- Héctor,cariño...- Le cogo la mano y él sonríe.- Dame un poco de tiempo.
- ¿Tiempo para qué?
- Para pensármelo.
- ¿Pensarlo?.- Asiento.-
- Te quiero,pero esto...no lo esperaba. Necesito pensarlo un poco.
- ¿Cuanto es un poco?
- No se,días,semanas...no lo se.- Se queda muy pensativo,por un momento parece enfadado,pero luego suaviza el gesto.-
- De acuerdo. Esperaré.- Uff...- Pero quiero una respuesta...
- La tendrás. Y ahora vamos a la cama quiero que me hagas el amor,igual me ayuda a decidirme.- Le sonrío coqueta y le guiño un ojo. Él se abalanza a por mi y me coge en brazos y me lleva hasta la cama...


Secretos Del Pasado 2   CómplacemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora