La Vuelta

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Me desperté muy pronto. Aquella noche soñé con Héctor,como cada noche. Pero esta vez soñé con su muerte. Lo vi muerto,en su funeral, todo el mundo lloraba. Yo me acercaba despacio por el pasillo de una pequeña capilla y llegué hasta él. Estaba pálido,sin vida. Comencé a temblar y lloraba. Se me acercó Isabel,su madre. Y muy seria me dijo.-
- Ha muerto por tu culpa.-Me sentí morir. Por suerte,solo había sido una pesadilla. Me duché y me vestí con mi mejor vestido. Me maquillé y sequé mi pelo a conciencia. Cuando salí a la cocina,Marta y Rober ya estaban desayunando.-
- Hola,Lauri. ¿Qué tal has dormido?
- Bien.
- Estás muy guapa,prima.- Me guiña un ojo y yo sonrío. Nos vamos juntos andando a la oficina. Marta se queda en su departamento y yo acompaño a mi primo al suyo. Le deseo suerte le doy un beso y le digo que se pase a por mi a la hora de comer. Voy hacia los ascensores y aprieto el botón. Se para y se abren las puertas. Me tiemblan las rodillas cuando lo veo con su maletín, apollado en la pared del ascensor. Se sorprende al verme. Se endereza, y yo entro. Voy a apretar el botón que nos lleva a nuestro departamento,y él también lo hace a la misma vez. Nuestros dedos se acarician levemente y siento como electricidad.-
- Buenos días,Laura.
- Buenos días,señor Ruiz.- No hablamos nada más. Lo veo bien. Como si no hubiera pasado nada. Claro,que para él ha sido un juego. En cuanto las puertas se abren, voy hacia mi mesa. Suelto el abrigo y el bolso y voy al despacho de Gertrudis, para que me ponga al día. Ella me dice que es mejor que hable con Héctor. Que él me explicará en lo que están trabajando ahora. Mierda. Joder. Vuelvo a mi mesa. Llamo con los nudillos temblorosos en la puerta de su despacho y paso.-
- Necesito que me pongas al día.- Él me explica en lo que están trabajando. Una campaña para un abogado muy famoso y adinerado. Es amable y formal. Al principio me incomoda,pero puedo soportarlo. En cuanto acaba, le doy las gracias y me voy. Paso la mañana leyendo informes de ese abogado. De su prestigioso bufete. De él,de su vida... un coñazo,vamos. De pronto, se abre la puerta del despacho de Héctor. Me mira y desde su puerta se dirige a mí.-
- Es la hora de comer,Laura. Deja eso y ve a comer.- En ese momento,sin que yo lo vea llega mi primo por detrás,me abraza y me da un beso apretao de los suyos. Yo sonrío porque no me hace falta volverme para saber que es él. De reojo miro a Héctor que se queda de piedra, ahí de pie,con cara de pocos amigos. Veo su enfado y su rabia contenida.-
- ¿Comemos,preciosa?
- Sí claro, espera que apague el ordenador.- Apago el ordenador,cogo el bolso y el abrigo y me agarro del brazo de mi primo. La cara de Héctor, cuando me marcho con él,es todo un poema. Me siento bien. Me siento poderosa. Aunque en el fondo,siento un amago de tristeza por lo que pudo ser y no fue. Estamos tan a gusto en el restaurante,que se nos pasa la hora y llegamos tarde de vuelta a la oficina. Nada más colgar el bolso y el abrigo,y encender el ordenador, sale Héctor.-
- Señorita Palácios, venga a mi despacho.- Yo me quedo mirándolo sorprendida.-¡Ahora!.- Se acabó el buen rollo. Se acabó la cordialidad y se acabó la amabilidad. Entro en su despacho, rodea la mesa y se sienta en su silla. Me hace un gesto para que me siente y suspiro aliviada, me tiemblan las rodillas tanto que parecen de gelatina.-
- ¿Se puede saber porqué has llegado treinta minutos tarde?
- Lo siento. He perdido la noción del tiempo y no me he dado cuenta de la hora que era.
- Si piensas que vas hacer lo que te de la gana en mi empresa, te equivocas.
- Ya te he dicho que lo siento. No era mi intención...
- No era mi intención... Si crees que tienes derecho ha hacer lo que te plazca por el simple hecho de haber salido juntos,estás equivocada. Aquí hay unas normas y hay que respetarlas.- Suficiente. Me levanto de la silla, me acerco a él,veo como le cambia la expresión. Pongo mi cara a un palmo de la suya.-
- Vete a la mierda.- Su expresión vuelve a cambiar, vuelve a estar enfadado.-
- ¡Laura,no juegues con fuego,oh...!
- Termina. Termina la frase,que a lo mejor me interesa saber lo que pasaría...- Nos retamos con la mirada,nos fulminamos el uno al otro. Me vuelvo hacía la puerta.-
- ¡No he terminado todavía,maldita sea!.- Me vuelvo hacia él,con la mano ya en el picaporte,lo miro con cara de asco.-
- Despídeme.- Y salgo. Voy hacia mi mesa,pero se me ha pasado el efecto de la chulería y tengo un nudo en la garganta que amenaza con ahogarme. Me levanto y voy hacia el baño. Sin querer, al entrar me acuerdo de cuando me hizo el amor allí,con pasión,con amor,con necesidad y es suficiente para deshacer el maldito nudo de mi garganta. Lloro. Lloro fuerte,con ganas. Con desesperación. No se de donde he sacado la fuerza para hablarle como lo he hecho. Me lavo la cara y salgo en seguida,no quiero que vuelva a reñirme el jodido jefe. Me concentro en el trabajo y se me va el santo al cielo. A la hora de marcharme vienen Marta y Rober a buscarme.-
- Eh,Laura.
- ¿Qué hacéis aquí? ¿No habíamos quedado en recepción?
- Sí,hace veinte minutos. Como no bajabas hemos venido a ver que pasa.
- Ah, vale perdonad. No me he dado cuenta de la hora que era. Esperad un segundo.- Voy hacia la puerta del despacho de Héctor,toco y abro. Él alza la vista y me mira.-
- ¿Puedo irme ya?.- Él alza el brazo para mirar su reloj, siento una punzada en el pecho cuando veo sus gemelos. Son los que yo le regalé por navidad.-
- Sí. Puedes irte. Hasta mañana.
- Hasta mañana.- Cierro la puerta y voy hacia mi mesa con la mirada perdida. Apago el ordenador,cojo el bolso y el abrigo y vamos andando hacia el ascensor. Nos montamos y ya cuando se empiezan a cerrar las puertas,miro hacia en frente y veo a Héctor de pie en su puerta,mirándome fijamente. Tengo que aguantar la respiración por un segundo. Marta y Rober no se dan cuenta de nada,por que no han parado de hablar en todo el rato. No se de qué por que mi atención estaba solo puesta en la mirada de hielo de Héctor. Y pensar que sus manos han recorrido mi cuerpo,sin dejar ni un solo rincón... Niego con la cabeza,esto va a ser más difícil de lo que creía. Mi estómago sigue cerrado a cal y canto,sobrevivo gracias a café con leche y coca cola. Me mantiene despierta, pero empiezo a tener ansiedad. Estoy leyendo un libro en el sofá. Cuando Marta se acerca y se sienta a mi lado con un gintónic.-
- Laura. Estoy preocupada por tí.- Yo la miro y cierro el libro. Le doy un sorbito a la copa.-
- No tienes por qué.
- ¿Tú te has visto? Parece que te fueras a romper en cualquier momento. Tienes que comer.
- Lo se. Pero tengo el estómago cerrado. No me entra nada.
- Debes hacer un esfuerzo,cariño. ¿Como te ha ido hoy? ¿Habéis hablado?
- Solo de trabajo. Pero hemos discutido.
- ¿Porqué?
- Por haber llegado tarde. Lo he mandado a la mierda.- Arquea las cejas sorprendida.-
- Que bien habéis empezado,entonces. Oye,Laura el viernes es el cumpleaños de Marcos y voy a tirar la casa por la ventana. He alquilado un local y vamos a montar un fiestón de la ostia. Me gustaría que vinieras.
- Pues claro. Eso está hecho.
- Tengo que avisarte de que... Héctor está invitado. No he podido negarle,Marcos y él han seguido teniendo amistad.- Mierda.- Incluso van juntos al mismo gimnasio.
- No pasa nada. No te preocupes. Allí estaré.- Los siguientes días en el trabajo son más de lo mismo. La tensión es insoportable. No hay día que Héctor y yo no discutamos por cualquier cosa. Que si este informe es una basura,que si llego tarde,que si no estoy en lo que estoy... Se está volviendo insoportable. Voy con miedo a trabajar,no miedo de él, miedo de mí,cualquier día le cruzo la cara y me quedo tan ancha. El jueves, hablo con mi primo,que por supuesto también esta invitado al cumpleaños de Marcos. Quiero pedirle que me acompañe como pareja,porque estará Héctor y no quiero estar sola,Marta estará con Marcos...-
- Oye,Rober. Esto... ¿tienes pensado ir mañana con alguien al cumpleaños de Marcos?
- Sí.
- Ah.- Mierda.-
- Con una rubia despampante. Demasiado flacucha,para mi gusto.- Sonrío. Y lo abrazo fuerte.-
- Gracias.- Él me guiña un ojo con picardía. Sabe por qué no quiero ir sola. Creo que es cosa de Marta. Seguramente ella se lo dijo. El viernes me levanto de buen humor. Incluso me como una manzana en el desayuno. Mi bienestar acaba cuando llego a la oficina después de salir a comer,miro el reloj,hoy he sido puntual. Héctor me hace pasar a su despacho.-
- Laura,esto no puede ser. Este informe es una puta mierda. No se en que coño piensas,pero baja de la nube y ponte las pilas.
- Sí, señor.
- Toma, vuelve hacerlo.
- ¿Ahora?
- Quiero ese informe en mi mesa antes de que te vayas.
- Pero...
- ¡Ya!.- Mierda. Joder. No me va a dar tiempo de pasar por casa para arreglarme. Seguro que lo ha hecho a posta. Voy al baño y llamo a Marta.-
- No voy a poder pasar por casa para arreglarme. Héctor me está puteando.
- Tranquila,eso lo soluciono yo. Confía en mí.- El cumpleaños es a las nueve, son las ocho y me estoy dando prisa. Casi lo he acabado. Estoy firmándolo cuando viene Marta, trae mi vestido en una funda de la súper limpieza, una caja de zapatos y mi bolsa de aseo. Sonrío y le silbo. Ella ya está arreglada. Lleva un vestido verde agua precioso.-
- Estás preciosa. Gracias Marta,te debo una. Me voy rápidamente al baño. Abro la funda y ahí está el vestido azul eléctrico que me regaló Marta y que aun no había tenido ocasión de estrenar. Es bastante corto,deja poco a la imaginación. Me lo pongo y me miro en el espejo. Bien. Estoy sexi, aunque debería rellenarlo un poco más. Me calzo mis taconazos del mismo color del vestido. Me maquillo y me pongo sombra azul. Y los labios me los pinto de un rojo fuerte. Demasiado chillón,creo. Cojo mi carterita azul,me la meto de bajo del brazo y vuelvo a mi mesa. Cogo el informe y llamo a la puerta del despacho de Héctor. Paso y entro con paso firme. Me quedo de pie junto a la puerta y le tiro la carpeta a la mesa. Él levanta la cabeza y me mira. Me mira desde los pies hasta el último pelo de mi cabeza. Veo desde donde estoy,que traga saliva y entreabre los labios. Juraría que está excitado. Yo me humedezco los labios,juguemos un poco.-
- ¿Podría por favor hecharle un vistazo para que pueda irme?
- Eh...sí. Por supuesto.- Empieza a ojear el informe.-
- Esto está mejor. Sí. Mucho mejor.- Tardo un instante en caer en la cuenta de que habla sobre el informe,y no de mí. Contrólate,Laura.-
- ¿Puedo irme?
- Sí, puedes irte.- Me doy la vuelta y muevo las caderas de una forma sensual. Siento como sopla y sonrío. Laura uno,Héctor cero. Se que estoy jugando con fuego. Pero me gusta el fuego. Y sentirme deseada. Bajo a recepción y ahí me espera mi primo. Está guapísimo, con unos jeans oscuros y un jersey beige de cuello alto y una chupa de cuero negra.-
- Uauh.- Me silva.- Tienes suerte de que seamos primos.- Yo sonrío y me agarro a su brazo. Vamos en taxi hasta el local que Marta a alquilado. La verdad es que se lo ha currado. Entramos y nos inunda una luz roja. Bajamos unas escaleras que llevan hasta la sala. Hay una barra grande. Música y luces de discoteca. Una pista de baile enorme y un montón de globos y farolillos. Viene Marta corriendo hacia nosotros.-
- ¡Que bien que estéis aquí! Tomad lo que queráis. Aun queda gente por venir.- Echo un vistazo al local. Hay mucha gente. Voy mirando alrededor mientras mi primo pide dos gintónic.-
- ¿Buscas a alguien?.- Niego con la cabeza. Pero en realidad busco a Héctor. Quiero saber si vendrá acompañado. Sí, soy así de gilipollas,que le voy ha hacer. No lo veo por ninguna parte. Mi primo y yo nos vamos a la pista a bailar. Cuando terminamos estoy sedienta. Me termino la copa de un trago. Mi primo me habla,pero tiene que gritarme al oído por el ruido.-
- ¿Quieres otra copa?.- Niego con la cabeza.-
- Me gustaría salir a fumarme un cigarrillo.
- Claro, vamos. Te acompaño fuera.- Vamos hacia las escaleras, cuando lo veo. Nos miramos. Está guapísimo con vaqueros,más informal. El pelo un poco revuelto le da un toque mas juvenil. Lleva una camisa color verde caqui. Está... por un instante creo que me mira con deseo,pero mira la mano de mi primo en mi cintura y frunce el ceño. Rompemos el contacto visual y el baja y nosotros subimos. Cuando salimos fuera, saco mi paquete de tabaco de la cartera,tras ofrecerle a mi primo,y el negarlo me enciendo yo un cigarro.-
- A si que el tipo que te ha comido con los ojos en la escalera es el jefe...- Que listo es. No se le escapa una. Asiento. Vemos llegar a Marcos y tras desearle un feliz cumpleaños y besarlo bajamos con él. Vamos hacia la barra,mi primo pide otra copa para los dos. Estoy diciéndole a Marta y Marcos lo espectacular que ha quedado el local,cuándo Héctor se acerca a saludar a Marcos. Marta y yo nos miramos. Saluda a Marta. Y Marta lo saluda. Me mira. Lo miro. Saltan chispas. Viene Rober.-
- Toma,rubia.- Me da una copa yo la cojo y le sonrío. Héctor no puede evitar que todos los presentes nos demos cuenta de que está celoso. Su cara es un poema. Yo bebo un trago de mi copa,cojo de la mano a mi primo y le digo.-
- Vamos a bailar,me encanta esta canción.- Vamos hasta la pista. Suena la canción de J.Balbin. "Si necesitas reggetoon dale...dale, mami no pares,vamos a pegarnos como animales..." Yo bailo con mi primo de una forma muy,pero que muy provocativa. Arrimándonos bastante. Se que me está mirando porque puedo sentir su mirada por todo mi cuerpo. Habla con Marcos y lo veo alejarse hacia las escaleras. Se va. Tengo que decir que no me alegro. Por el contrario,siento esa sensación ya más que conocida,de pérdida. A las una ya me quiero marchar,estoy cansada y hambrienta.-
- Vale. Vámonos.
- No, no. Oye no te preocupes por mi. Quédate tú un rato más. Tengo que ir a la oficina a recoger mi ropa. Pediré un taxi.
- ¿Estás segura? A mi no me importa...
- Sí de verdad. Quédate.- Tras despedirme de Marta y Marcos,salgo fuera y paro un taxi. Me lleva a la oficina y le digo al taxista que me espere. Voy hacia la entrada y saludo a Vicente,el jefe se seguridad. Le enseño el pase y entro. Subo en el ascensor hasta el departamento y voy hacia mi mesa. Cogo el brigo,el bolso y mi bolsa de aseo. Cuando me doy la vuelta,veo que la puerta del despacho de Héctor está abierta. Y el está sentado en su silla en penumbras. Lo miro. Me mira. Y hecho a andar hasta el ascensor. Él sale y viene detrás. Pulso el botón y espero.-
- ¿Es tu novio?.- Está claro que se refiere a Rober.-
- ¿Y a tí que te importa?.- Siento sus manos en mis hombros que me empujan y me estrella contra la columna. Sus labios se aprietan a los mios y me besa. Me besa con rabia. Con rudeza. Yo me dejo llevar,pero solo unos instantes. Después me lo quito de encima como puedo y le doy una bofetada que habrá oído hasta Vicente,el portero de seguridad del edificio .-
- No vuelvas hacer eso,jamás.- La puerta del ascensor se abre y me subo,lo último que veo es a Héctor con la mano en la cara donde le he dado el bofetón. Cuando se cierran las puertas suspiro aliviada. Dios,no me lo puedo creer,estoy excitada...

Secretos Del Pasado 2   CómplacemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora