Investigaciones

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Me despierto sobresaltada,jadeando y empapada en sudor.-
- ¿Estás bien?.- Miro hacia el sofá y veo a Héctor sentado,con un vaso de whisky en la mano. Aun lleva la ropa de ayer. ¿No ha dormido?.-
- Sí. ¿Cuanto tiempo llevas ahí?
- Bastante.- Me mira serio. Parece enfadado. ¿Conmigo? No lo se.-
- ¿Qué hora es?
- Las diez.
- Mierda. Me he dormido.
- Hoy no vamos a ir a trabajar.- Lo miro y frunco el ceño. Él me mira y vacía el vaso que tiene en la mano. Se levanta y viene hacia la cama. Se sienta a mi lado,nos miramos y él me acaricia la cara con los nudillos.-
- Lo siento,Laura. Lo siento mucho.- Yo me abalanzo sobre él y lo abrazo fuerte y lloro con la cara pegada en su hombro.- Tranquila,nena. Tranquila. Oh,Laura cuanto siento no haber estado aquí para protegerte. Solo de pensar que ese cabrón te ha puesto la mano encima...
- Estoy bien.- Me siento en mis rodillas en la cama para mirarlo y me mira la camiseta. Niega con la cabeza.- Héctor, ¿donde estuviste?
- Fuí a casa de mis padres. Quería saber si ellos sabían que... que éramos hermanos biológicos.
- ¿Y lo sabían?
- No. Ellos juran que en el centro donde nos adoptaron,no les dijeron nada.- Asiento.- Perdóname,Laura. Debería haber estado aquí contigo.
- No podías saberlo.
- Pero...
- Deja de culparte por cosas que no debes.- Me mira exasperado.-
- Si te llega hacer algo...
- No ha pasado nada.
- Y el estúpido de Víctor lo dejó escapar, ¡joder!.- Se pasa la mano por el pelo nervioso.-
- Héctor,tranquilízate. Él tampoco tiene la culpa. Hizo todo cuanto pudo. No lo dejó escapar.
- Oh,Laura...- Me agarra la cara con las dos manos y me besa. Me besa con amor,preocupación y necesidad. Me hecha hacia atrás y me tumba en la cama. Me besa y me acaricia los brazos,los hombros...- Deja que vea la herida.- Me levanta la blusa manchada de pequeñas gotas de sangre. Niega con la cabeza.- Te prepararé un baño.
- No es necesario,puedo hacerlo yo.
- Déjame cuidarte.- Sale del dormitorio y yo miro a mi alrededor... Cuantas cosas han pasado este último año,desde que conocí a Héctor. ¿Qué hubiera pasado si no me hubiera mudado aquí,con Marta? Niego con la cabeza,no hubiera conocido a Héctor. Se abre la puerta del dormitorio,me mira serio.-
- ¿Quieres desayunar antes?.- Niego con la cabeza y me levanto. Voy detrás de él a la segunda planta. Me abre la puerta del cuarto de baño y me hace pasar. Ha llenado la bañera y tiene espuma,huele a jazmín,es un aroma delicioso.- Deja que te desnude...- Con mucho cuidado y una lentitud enervante me quita la blusa. Me mira los pechos y la herida del abdomen,lo veo apretar la mandíbula. Me desabrocha la falda y la deja resbalar hasta el suelo. Me mira y yo lo miro dulce,me acaricia el rostro con cariño. Me desabrocha el sujetador y mis pechos quedan expuestos. Me baja las braguitas y me mira excitado. Yo lo abrazo contra mi cuerpo,él suspira y me devuelve el abrazo. Me besa la frente y el pelo.- Venga, entra.- Me ofrece la mano y yo entro en la bañera. El agua está muy caliente y me tumbo,cerrando los ojos. Siento como los músculos engarrotados,se relajan. Y con ellos mi cuerpo y me mente. Héctor coge una esponja,le vierte un poco de gel,y me limpia. Despacio,sin prisa,va limpiándome el cuerpo. Abro los ojos y lo miro. Está arrodillado, pasando la esponja una y otra vez por mi cuerpo. Parece triste.-
- Pensaba que era un baño para dos.- Me mira y arquea una ceja.-
- ¿Quieres que me meta contigo?.- Yo asiento risueña. Él por fin sonríe un poco. Se levanta del suelo, se quita los gemelos,la camisa... Tiene un cuerpo perfecto,es tan sensual... Le siguen los pantalones y los bóxer,que se los quita de un tirón. Yo me muevo hacia adelante, y él se sienta detrás de mi. Me agarra de la cintura y me atrae hacia él. Me recuesto en su pecho,boca arriba y me siento mucho mejor. Podría pasar así toda la eternidad. Él me acaricia el vientre,los brazos,las piernas y los pechos...-
- Estoy enfadado.
- ¿Conmigo?.- Me ha pillado desprevenida.-
- No. Conmigo mismo,con el mundo...
- ¿Ah?
- No puedo creer que tengamos la misma sangre. Soy un monstruo como él,lo llevo en el ADN.
- No,Héctor. No eres nada de eso.
- Te he pegado.- Esa afirmación me deja perpleja. ¿Se siente mal,por eso?-
- Sí. Y yo deseaba que lo hicieras.- Se mantiene en silencio.- ¿Tú no lo deseabas?
- Creo que sí. Pero por que...
- ¿Porqué?
- Por que me gusta ver que te excita. Me gusta ver que soy capaz de hacerlo. Pero a la vez me asusta.
- ¿Porqué?.- Otra vez se mantiene en silencio. No,Héctor,no te cierres.- Cuéntamelo.
- Me da miedo pasar el límite.- ¿Tiene miedo de no poder parar? ¿De hacerme daño realmente?
- No lo has pasado nunca. Hasta ahora,he disfrutado de todos y cada uno de nuestros encuentros. No debes sentirte mal, es erótico y sensual,un juego. Un simple juego.
- El otro día...- Oh,sí el otro día... El recuerdo de la fusta en mi trasero,atada de pies y manos, me enciende.- Me costó mucho. Estaba muy enfadado. Ya sabes,por la foto de Daniel,besándote, quería hacerte daño, daño de verdad...
- No Héctor. Tu nunca lo harías.
- Pero lo deseaba. No se como pude controlar mis impulsos...
- Pero lo hiciste. Te controlastes.- Madre mía, ¿que se supone que tengo que decir yo a eso? ¿Quería hacerme daño de verdad? Bueno,no lo hizo... Aun así, me hace sentir incómoda. Su confesión me ha dejado fuera de juego. Comienzo a moverme nerviosa y él me abraza.-
- Tranquila,no voy ha hacerte daño.
- Lo se.
- ¿Ah,sí?
- Sí. No me preguntes por que,pero lo se...- Me abraza aun más fuerte y me besa en el hombro. Él sale de la bañera y me tapa con una toalla. Él hace lo mismo con otra y se la ata a la cintura. Me da la mano para salir y me atrae hacia él. Nos besamos apasionadamente,yo enredo mis dedos en su pelo mojado y alborotado y tiro con fuerza y jadea contra mi boca.-
- Oh,nena...- Me agarra la cara con las dos manos y su lengua invade mi boca,me aprisiona contra los fríos azulejos y baja la mano por debajo de la toalla. Me acaricia las piernas y los muslos. Me aprieta el trasero y gimo bajito,por la sorpresa.- Vamos abajo.- Me coge de la mano y bajamos las escaleras,solo con la toalla y descalzos. Vamos dejando la huellas de nuestros pies mojados. Entramos a nuestro dormitorio y yo me quito la toalla. Me observa fascinado,como si fuera su presa y él mi cazador. Viene hacia mi con lentitud y cuando está justo encima de mi,le extiendo ambas manos. Las palmas hacia arriba,enseñándole mis muñecas. Sabe lo que quiero,me mira serio y lo veo dudar. Va hacia el armario y lo veo sacar las cuerdas con las que me ató el otro día. Sí, eso es lo que quiero. Me mira y yo asiento mientras sonrío. Me ata las muñecas y me besa con pasión.- ¿Que quieres Laura? Dímelo.
- Quiero que me pegues.
- ¿Porqué?
- Por que lo deseo.
- ¿Que quieres que use?.- ¿Se puede elegir? Oh,vaya...pues... Miro a mi alrededor y veo en el sofá el cinturón de Héctor. Él me observa.- ¿El cinturón?.- Asiento.- ¿Estás segura?.- Trago saliva y asiento.- Dilo.
- Sí. Quiero. Estoy segura.- Segura y excitada. Él va hasta el sofá y lo coge. Lo observa y luego lo estira con un golpe fuerte. Oh,mierda. Siento como me he humedecido ante eso, mi corazón bombea con fuerza y jadeo. Él se para frente a mí,cierra los ojos con fuerza un momento y luego los abre. Veo el brillo en sus ojos,está excitado.-
- Inclínate en el sofá.- Yo me doy la vuelta y descanso el pecho y los brazos en el respaldar del sofá. Siento que se acerca,me acaricia la espalda,los hombros,el trasero... Y noto sus dedos dentro de mí. Los mete y los saca,haciendo movimientos circulares una y otra vez. Oh, Dios si sigue así no podré aguantar mucho más.- Siempre estás lista para mi...- Saca los dedos de mí y siento que se aleja unos pasos. Estoy de espaldas a él,no veo lo que hace. Lo oigo jadear. ¿Se está tocando? Quiero volverme y verlo,pero no lo hago. Estoy muy excitada y él está prolongándolo.-
- Héctor...
- Chhss... Silencio. Tienes un cuerpo precioso,nena. Estás preciosa.- Me froto un muslo con otro para encontrar un poco de fricción. Y entonces chillo por la sorpresa. Me azota con el cinturón en el trasero. Gimo y lo oigo gemir a él. Otra vez. Gimo de nuevo. No es tan doloroso,pero el no verlo no me deja anticiparme al golpe. Otra vez. Y otra. Y otra. Estamos jadeando y respiramos con dificultad. En el de ocho azotes,siento la hebilla clavarse en mi piel y me duele. Se que no puedo aguantar más. Me golpea de nuevo.-
- Héctor. Ya..- Otro más.- Vale,Héctor. Para.- Y él para, viene a mi lado y me acaricia el trasero. Auh, me escuece. Me acaricia la espalda... me agarra fuerte del pelo y siento como su toalla cae al suelo. De un fuerte empellón se cuela dentro de mi. Mi cuerpo tiembla y mi espalda se arquea para recibirlo una y otra vez. No cesa en sus acometidas, siento que me fallan las piernas. Pero él me empuja una y otra vez. Gime y me susurra.-
- Oh nena, te quiero. Te quiero,Laura.- Sus palabras son mi perdición y me dejo ir entre gritos y gemidos, gritando su nombre mientras arqueo la espalda una vez más. Él no cesa y balancea las caderas una y otra vez hasta que por fin hecha su pecho en mi espalda y se vacía dentro de mí. Permanecemos así unos instantes hasta que nuestra respiración vuelve a ser regular. Con cuidado sale de mí y me da la vuelta. Me abraza y me besa una y otra vez en el pelo.- ¿Estás bien?.- Yo asiento algo cansada.- Ven conmigo.- Me coge en brazos y me lleva hasta la cama. Me abraza y nos quedamos así, abrazados y exhaustos. Me dejo llevar por morfeo y me duermo en sus brazos, los que yo llamaba hogar...
Me despierto desorientada,la cama está vacía,Héctor no está conmigo. He soñado con trajes de novias, ceremonias y yo huyendo de la Iglesia,parecía tan real... Pero no,yo nunca le haría eso a Héctor. Él me quiere. No, nunca,no podría hacerlo. Me levanto de la cama y me pongo su camisa, salgo del dormitorio y cuando voy por el pasillo oigo susurros. Me quedo quieta y en silencio para oír las distintas voces.-
- Hijo,no vayas. Por favor.
- Tengo que hacerlo,mamá. Necesito respuestas.
- Es peligroso,hijo.
- Lo se. Pero necesito averiguar la verdad,para poder pasar página.
- ¿Pero y Laura? ¿qué piensa ella de todo esto?.- Silencio. No se oye nada. Mierda.- ¿No lo sabe?
- No. Aun no. Se lo diré más tarde. Anoche fue una noche espantosa para ella y no he querido preocuparla más.
- Si no lo haces por mi, ni por ti... Hazlo por ella.
- Mamá.
- No,hijo. No quiero que vayas a Londres. No quiero que escarbes más en el pasado.
- Mamá... Te quiero. Lo mejor que me pudo pasar fue que me adoptaras. Pero necesito hacerlo.- Vaya. ¿Héctor se va a Londres? ¿cuando,como,porqué? ¿Y porqué no me lo ha dicho? Oh, que hombre más exasperante. Vuelvo sobre mis pasos y abro la puerta y la cierro con un portazo. Sí,lo he hecho para que no se enteren de que estaba cuchicheando. Cuando entro en el salón Isabel está nerviosa,Héctor me mira dulcemente y yo finjo sorprenderme.-
- Que alegría verte Isabel.- Le doy un beso en la mejilla y ella me mira nerviosa.-
- Pasaba por aquí...y decidí haceros una visita.
- Claro. Perdona las fachas,no sabía que estabas aquí.
- No,tranquila,querida... Ya me contó Héctor lo que ocurrió anoche mientras él estaba en casa. Debiste asustarte tanto...
- Sí. La verdad es que sí...pero por suerte no pasó nada.- De repente me siento muy incómoda. ¿Es por la poca ropa que llevo?.- Bueno, con vuestro permiso...voy a...a la cocina. ¿Queréis tomar algo?
- No,querida. Yo ya me iba.- Oh,vaya. Héctor se levanta del sofá y va con su madre hacia la puerta.-
Adiós,Laura. Espero que nos veamos pronto.
- Sí. Igualmente. Salude a su marido,de mi parte.- Yo me escabullo a la cocina,mientras me sirvo un vaso de zumo. Instantes después viene Héctor y me abraza la cintura.-
- ¿Como estás?
- Perfectamente. ¿Quieres?.- Le ofrezco zumo. Él niega con la cabeza.- Voy a hacerme un sándwich,¿te apetece uno?
- No tengo hambre. No de ese tipo...- Lo miro y me sonríe con esa sonrisa traviesa,de tengo un secreto,pero no te lo voy a contar... A mí eso me molesta. Me enfada. Me cabrea. Me enerva. Siempre intenta evadir todo con sexo. Está nervioso por que va a viajar y tiene que contármelo. Espero que esta vez no me mienta.-
- ¿Te ocurre algo?
- No.- Me suelta la cintura y se sienta en la mesa de la cocina. Su gesto ya no es risueño,ni sonríe. Ahora está serio y frío.-
- Pareces nervioso...- Me mira y frunce el ceño.-
- Ven,siéntate. Tengo algo que contarte.- Vaya. Lo va a hacer. Me sirvo otro vaso de zumo,me termino de hacer el sándwich y voy a la mesa. Me siento frente a él. Él me mira nervioso.-
- Adelante.- Le animo.-
- Tengo...mañana,voy a viajar a Londres.
- ¿Ah,sí? ¿Por trabajo?
- No. Para...averiguar sobre mi...familia biológica.
- ¿No era que no sabías nada? ¿ni nombres,ni edades...?
- Y no sabía nada. Hasta ayer.- Vale. Le toca a él. Tiene que ser él el que quiera contármelo,no puedo obligarlo siempre. Espero.- Mi padre me dijo que poco después de adoptarnos,supo de nuestra madre. Al parecer era una drogadicta,que vivía en la calle.- Madre mía,una drogadicta...
- Pero...
- Murió. Al poco de darnos en adopción.
- ¿Y tu padre?
- A saber...podría ser cualquiera. No lo se. Pero siento la necesidad de averiguarlo. De al menos intentarlo. Pasar página para así poder empezar de cero,una nueva vida. Contigo como mi esposa.- Oh,la boda. Lo había olvidado. No hemos hablado del tema,pero no seré yo quien lo haga.-
- Está bien. Te acompañaré.
- No. Iré solo.
- Pero...¿porqué?
- Por que puede ser peligroso. Y no quiero poner tu vida en peligro.- Lo miro y arqueo una ceja.- Más.- Vaya. Se va solo,no puedo hacer nada.-
- ¿Cuando?
- Mañana.
- Ya lo habías planeado...
- Sí. Anoche mientras dormías.- Nos miramos y nos retamos con la mirada.-
- ¿Esto será siempre así?
- ¿Así como?
- Lo digo para saberlo antes de casarme contigo.
- ¿El qué,Laura?.- Parece exasperado.-
- ¿Siempre me vas a mantener al margen de todo?
- No. Yo...- Cierra los ojos un momento y los vuelve abrir.- Solo intento protegerte. No quiero que te pase nada.
- ¿Qué te hace pensar que necesito que me protejas?
- Laura...
- No,Héctor. Estoy arta de que pienses por mi.- Él se toca el pelo nervioso un par de veces.- Aveces me dan ganas de atarte y zurrarte yo.- Él me mira asustado con los ojos muy abiertos. Oh, por favor...
Me voy al dormitorio y paso el resto del día trabajando. No salgo a la hora de comer. Héctor hace bien en no presionarme,y hacerme salir del dormitorio,me conoce bien... Por la tarde,mientras trabajo en el ordenador me llaman al móvil.-
- ¿Sí?
- Hola preciosa,¿como estás?
- Hola, Daniel. Bien, bien...¿y tú?
- Aburrido. ¿Qué haces?
- Trabajando en casa. Sobre tu proyecto.
- No me digas... ¿Haces algo aparte de trabajar?
- Eh...bueno. Sí,de vez en cuando...
- ¿Tienes permiso para salir a cenar?.- Permiso. Sí le digo a Héctor que voy a salir a cenar con Daniel se pondrá furioso. Bastante mal están las cosas ya...-
- Hoy no puedo. Pero si quieres podemos quedar mañana.
- Perfecto. Mañana entonces.- Sonrío.-
- Bien. Llámame o mándame un mensaje y quedamos.
- Lo haré. Cuídate.
- Chao.- Cuelgo y me quedo mirando el móvil. Sonrío y me alegro de hablar con él. Me divierto y disfruto de su compañía... ¿Porqué no puede ser Héctor así? ¿porqué ha de ser todo tan complicado? Suelto el teléfono en el escritorio y me froto la frente,cansada y agotada por tantos altibajos. Siento la puerta abrirse y Héctor entra. Se pone detrás de mi,me pone una copa de vino blanco en el escritorio y me pone las manos en los hombros. Siento un escalofrío recorrerme la espalda. Me besa el pelo y me masajea los hombros. Oh,que gusto...-
- Estás muy tensa... Lo siento,Laura. Perdóname. No quiero irme así contigo,por favor.- Yo suspiro y inclino la cabeza hasta que mi cara roza su mano.-
- ¿A qué hora te vas?
- Por la mañana. Muy temprano..- Asiento.-
- ¿Cuando volverás?
- Un día o dos. Creo. Volveré pronto. ¿Me hecharás de menos?
- Claro que sí.- Es verdad. Por más imbécil que sea aveces,lo hecharé de menos. Se me hará raro estar aquí en el apartamento sola. Suspiro de nuevo,por el eco de mis pensamientos...-
- Ven a cenar conmigo.- Yo apago el ordenador,recogo mis papeles, cogo la copa de vino y salgo con él de la mano. Cenamos tranquilos e intento estar de buen humor,pero me es imposible. Y eso que Héctor ha puesto musica y me ha obligado a bailar con él. He sonreído un par de veces,para que él no se sintiera mal,pero ha sido fingido. Después de tomar una copa,nos fuimos a la cama. Como suponía que pasaría,por más que intentaba dejar la mente en blanco,fue imposible dejarme ir. Héctor parecía preocupado.- ¿Estás bien?
- Sí. Lo siento.
- ¿Me quieres?
- Por supuesto.
- ¿Y entonces? ¿no te apetecía?
- Sí, es solo que... No me gusta quedarme sola.- Me abraza fuerte y parece complacido con mi respuesta.-
- Yo también te voy a hechar de menos,nena. Duérmete.
- Despiértame para despedirte.
- No pienso hacer eso.
- ¿Porqué?
- Por que me voy a las cinco de la mañana. Duérmete,Laura. Es tarde.- Y yo me dejo llevar por el sueño...
Toca el despertador a las ocho y me dan ganas de estrellarlo contra la pared. Miro la habitación vacía,y me siento diminuta. Me siento pequeña en esta gran habitación. Miro hacia el lado en el que duerme Héctor,y veo en la almohada un sobre blanco. Me levanto,me pongo la bata y cogo el sobre. Voy hacia la cocina y me sirvo una taza de café. Enciendo un cigarro y abro el sobre. Es una carta de Héctor.-
( Te hecharé de menos mi vida. Se prudente y pórtate bien si no tendré que castigarte a la vuelta. Te quiero,siempre tuyo. Héctor.) Se me han llenado los ojos de lágrimas, pero cuando leo lo del castigo sonrío. Lo hecharé de menos enserio. Mi niño asustado. Espero que todo vaya bien en Londres. Y que no se meta muy al fondo en esta mierda. Esto me huele raro. Espero que vuelva sano y salvo... le escribo un mensaje.
* Seré prudente pero me portaré mal. Eso del castigo suena muy bien. Ya te hecho de menos. No tardes en volver aquí,con tu futura esposa. Te quiero. Tuya en cuerpo y alma.*
Espero un poco pero no contesta. Estará en el avión...me ducho y me visto para ir a trabajar. Víctor muy amablemente me lleva a trabajar y se queda en recepción.-
- Que tenga un buen día, señorita. Estaré aquí,por si me necesita.
- Gracias Víctor.- Me encamino al ascensor y subo a mi departamento. Paso toda la mañana trabajando sin darme cuenta. Hasta que voy a por un café a la máquina y me acuerdo de Héctor. Me asomo a su despacho. Me suena el teléfono.-
- Hola preciosa. ¿Has comido?
- Hola,Daniel. No aun no.
- Estoy aquí al lado,si quieres comemos y ya quedamos para esta noche.
- Vale. Sí,me parece genial.
- Dame diez minutos.
- Nos vemos en recepción.- Mi amigo viene en mi busca,está realmente atractivo con un traje beige. Uauh. Me abraza en cuanto viene a mi lado.-
- Hola preciosa. ¿Tienes hambre?
- Mucha.- Sonrío y vamos hacia el restaurante. Víctor nos sigue. Me siento incómoda,pero menos que antes. Charlamos y reímos durante el almuerzo. Le cuento acerca del proyecto en el que estoy trabajando y la idea le gusta. Me siento tan bien con él... puedo ser yo misma sin miedo a que me regañen. Oh,Héctor...me acuerdo de él. Daniel me acompaña de vuelta a la oficina.-
- Bueno, ¿te recogo a las nueve?
- ¿Tienes la dirección?
- Sí. Oye...¿el magnate sabe que vas a salir conmigo?.- Me pongo roja como un tomate.-
- Bueno...no exactamente. Está de viaje.
- Ya. ¿Y no se enfadará?
- Bueno,no tiene por que enterarse...
- Y si se entera...
- Será interesante.- Sonríe.-
- Ya veo...- Me besa en la mejilla.- Nos vemos luego. Yo lo veo marcharse. Madre mía,si Héctor supiera que voy a salir a cenar con él...bueno,no seré yo quien se lo diga. La tarde se me hace eterna y aburrida. Me ducho y me arreglo para salir a cenar con Daniel. Estoy entusiasmada,tengo ganas de salir y relajarme un poco. Llamo a Héctor.-
- Hola,nena. ¿Que tal?
- Bien. ¿Y tú?
- Bueno. Cansado de ir y venir.
- ¿Has encontrado algo?
- Nada. Aun no.
- Vaya...
- Mañana probaré suerte en el centro donde me adoptaron.
- Bien. Te hecho de menos.
- Y yo. Mañana te llamo. Buenas noches.
- Buenas noches,Héctor.
- Te quiero.
- Y yo.- No me agrada mentirle. Ni ocultarle nada,pero se que se pondrá furioso,y yo necesito relajarme un rato. A las nueve en punto viene Daniel. Me espera en el portal.-
- Uauh,preciosa...
- Gracias...
- ¿Nos vamos?
- Sí. Víctor, al restaurante Algóra en Santa Rosa.
- Sí,señorita.- Durante el trayecto en el coche recibo un mensaje. Automáticamente pienso que es Héctor,pero no. Es un número que no tengo anotado en la agenda. * Ayúdame a averiguar la verdad. Solo tu puedes ayudarme. David Heat.* ¿Quién es? ¿Y quién es David Heat? ¿será la misma persona de la fotografía? La cabeza empieza a darme vueltas,no le encuentro sentido a nada. Daniel se da cuenta.-
- ¿Estás bien?
- Eh...sí,perdona. Ya hemos llegado.- El restaurante es precioso,lujoso y ostenstoso. Tengo que venir aquí con Héctor,le encantará. Tenemos mesa reservada y el camarero nos acompaña. Mira de reojo a Víctor,que se queda en la puerta. Nos acomodamos y pedimos vino. Ojeamos la carta,pero yo he perdido el apetito.-
- ¿Que te apetece?
- Todo tiene muy buena pinta. Pediré lo mismo que tú.- Sonríe y asiente y le dice al camarero con un gesto que se acerque.-
- ¿Que te ocurre,Laura?
¿El magnate ya sabe que has salido a cenar conmigo?
- No. No es eso. No pasa nada.
- Tienes cara de seta desde que has recibido un mensaje en el coche.
- ¿De seta?.- Sonrío.-
- Sí,de seta.- Me mira serio esperando a que se lo cuente. Me tomo mi tiempo,doy un trago a la copa de vino,que es delicioso y carraspeo.-
- Llevo un tiempo recibiendo anónimos.
- ¿Anónimos? ¿Como es eso?
- Primero recibí una fotografía,en blanco y negro. De una mujer,morena y menuda. No se quien es. Se la dí a la policía. Luego recibí un...anillo. Un sello. Eso no se lo he dado a la policía. Ni siquiera se lo he contado a Héctor. Quien sea quien me lo mande,me pide ayuda para averiguar la verdad.
- ¿Qué verdad?
- No lo se.
- Que raro...
- Ahora he recibido un mensaje,pidiéndome ayuda.- Saco el móvil y se lo tiendo. Él lo observa y me mira serio.-
- David Heat...
- No se quién es.
- Me suena ese nombre...pero no se de que.
- ¿Enserio?
- Sí. Me suena. Pero no se de que...
- ¿Qué debería hacer?
- Esto puede ser peligroso,Laura. Puede ser una trampa, de Sebas.- Siento un escalofrío.-
- No. No lo creo.
- Laura...
- No creo que sea él.
- Deberías contárselo a Héctor.
- Por ahora te lo he contado a ti. Y bueno...si pudieras ayudarme...
- ¿Quieres de verdad meterte en esto?
- Sí. Quiero saber de que va todo esto.
- Vale. Te ayudaré.- Cenamos tranquilamente y charlamos. Después de comer invité a Daniel al apartamento, a tomar una copa. Víctor condujo de vuelta. Fuimos en silencio. Entramos en el apartamento. Víctor me hizo un gesto y después de hacer pasar a Daniel,entorné la puerta y lo miré esperando a que hablara.-
- Señorita, con todos mis respetos. Al señor no le gustaría que se quedara a solas con ese hombre.
- ¿Está aquí el señor?
- No, señorita, pero...
- Soy ya suficiente mayorcita para hacer lo que me plazca.
- Perdone,señorita.- Entro en el apartamento y entro. Daniel se está quitando la chaqueta.-
- ¿Sabes que ese avisará a Héctor y le dirá que estamos juntos,verdad?.- Me encogo de hombros.-
- Bueno,que lo haga. No me importa.
- Ya...
- ¿Un gintónic?
- Por supuesto.- Preparo las copas y nos sentamos en la mesa. Damos un sorbo tras chocar las copas y Daniel me mira.- ¿Y ahora?
- ¿Qué?
- Me has invitado por alguna razón, ¿no?.- Me sonrojo.-
- Eh...sí,bueno...me has pillado. ¿Te enseño el sello?
- Claro.- Voy a el bolso colgado en la percha y saco la cajita. Vuelvo y me siento en el sofá. Se la tiendo y Daniel la coge. La abre y frunce el ceño. Saca el sello y lo coge. Se levanta y anda por el salón de un lado a otro. ¿Qué le pasa?.-
- ¿Que te parece?
- Me parece que deberías olvidarte de todo esto y dejar de ponerte en peligro.
- ¿Porqué? ¿Sabes de quién es el sello?.- Me mira y aprieta la mandíbula. Niega con la cabeza.-
- Olvídalo Laura. Sigue con tu vida. No investigues. No hagas nada. No pienso ayudarte con esto.- ¿Qué le pasa?.-
- No me importa. Lo haré con tu ayuda o sin ella.- Daniel parece enfadado.-
- ¡Mierda,Laura!
- ¿Porqué te enfadas?.- Me mira serio y dulcifica el gesto.-
- Lo siento. Es peligroso. ¿No puedes dejarlo pasar?.- Niego con la cabeza. Él suspira y se deja caer en el sofá.- Laura, este sello es de la comunidad de la que te hablé.- Mierda.-
- ¿A la que pertenece Sebas?.- Asiente.- ¿Y qué crees que significa? ¿Quién me lo ha podido mandar?
- No lo se.
- ¿Y si empezamos a... investigar?
- ¿Tienes un portátil?
- Claro.
- Tráelo. Empecemos cuanto antes.- Voy al dormitorio. Me quito los tacones y me llevo el portátil. Nos sentamos en la mesa de la cocina. Daniel teclea mientras yo preparo otra copa.- Atenta. David Heat, multimillonario,64 años. Natural de Londres donde reside. Empresario de telecomunicaciones. Ha donado mas de cinco millones de euros ha una ONG solidaria. Soltero. Viaja mucho. Tiene negocios en muchos sitios.
- Parece un buen hombre...impecable.
- Demasiado.
- ¿Qué quieres decir?
- Soy abogado,Laura. Mi trabajo es encontrar trapos sucios de hombres y mujeres que a simple vista, parecen impecables.
- Ah.- Saca su teléfono. Marca un número.-
- ¿Leila? Necesito que investigues a fondo a David Heat, al parecer es un hombre muy rico de Londres. Sí. Todo. Cuanto antes,por favor. Bien. Mantenme informado.- Cuelga.-
- ¿Y bien?
- Por ahora eso es todo. Quien sea quiere que lo investigues. Por ahí vamos a empezar. Ahora toca esperar.- Se levanta y se pone la chaqueta.-
- ¿Te vas?
- Es tarde. Mañana a primera hora tengo una reunión. Te avisaré en cuanto sepa algo.
- Vale. Gracias.- Lo abrazo y él me responde al abrazo. Me besa en la mejilla.-
- Ten cuidado. Mentén los ojos bien abiertos,¿vale?
- Lo haré,tranquilo.- Lo acompaño a la puerta.-
- Buenas noches,preciosa.
- Buenas noches,Daniel.- Víctor lo acompaña a abajo y yo cierro la puerta. Me tumbo en el sofá y pienso en todo lo que está pasando. ¿Quién es David Heat? ¿De quién es el sello? ¿Quién quiere que le investigue? Caigo exhausta en un sueño muy profundo...



Secretos Del Pasado 2   CómplacemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora