Sueños Húmedos

1.4K 108 1
                                    

Tengo los ojos tapados. Intento moverme,pero no puedo. Estoy atada en una cama de pies y manos. Siento la presencia de alguien moviéndose a mi alrededor. Estoy desnuda,me siento expuesta. Algo roza mis piernas...parece una pluma,es suave y sube hasta mi vientre y mis pechos. Estoy excitada. Muy excitada. Noto la pluma en mi sexo y tengo que morderme el labio inferior para no gemir. No lo consigo. Gimo.-
- Chssss...silencio.- Vuelvo a sentir algo que roza mi cuerpo,es un látigo de tiras. Me recorre todo el cuerpo,siento unas manos fuertes y hábiles deshaciendo los nudos de mis ataduras. Primero los pies,luego las manos. Me las vuelve atar,pero esta vez con las manos al frente. Permanezco sentada en el filo de la cama. Unos brazos fuertes me levantan y me guían,andamos unos pasos. Se para y me para. Me saca el antifaz que tenía puesto en los ojos,está oscuro y no veo muy bien. No me vuelvo para mirarlo. Pero no hace falta,en cuanto me habla,reconozco su voz. Más ronca de lo normal,por el deseo,al oírlo todo mi cuerpo tiembla.-
- Agárrate fuerte al poste,cariño.- Yo enseguida lo obedezco y con las manos atadas al frente me agarro todo lo fuerte que puedo. Siento las tiras del látigo silbar en el aire y poco después la siento en mi trasero desnudo. Para mi sorpresa no me duele,bueno un poco si pero es soportable. Siento un tirón en el vientre. Estoy excitada,siento mi sexo húmedo por la excitación. Me golpea de nuevo, y con cada golpe,mi excitación crece. Me gusta,lo necesito. Siento el látigo caer al suelo y oigo una cremallera bajándose. De repente,de un fuerte empellón Héctor me penetra fuerte. Tengo que agarrarme más y más fuerte,por que sus acometidas son devastadoras, son fuertes y salvajes.-
- Oh,Héctor...
- Calla.- Obedezco y gimo. Lo oigo gemir y oigo el ruido de nuestros cuerpos chocando. No puedo aguantar más. Pero me callo. Me libero de la presión con un gemido animal pero Héctor no cesa en sus acometidas. No puedo soportarlo más. Creo que me voy a desmallar.-
- ¿Esto es lo que quieres,Laura? Dímelo.
- Sí.
- Te gusta esto,¿verdad?
- Sí.- Y vuelvo a liberarme pero esta vez, lo hacemos juntos. Es una sensación nueva para mi. Siento el escozor de la piel donde me ha golpeado el látigo y no siento dolor,no hay sitio para el dolor. Solo para el placer... Me despierta una luz rojiza,abro los ojos y me cuesta reconocer la habitación del hotel. Héctor está en el sofá con el portátil. Dios santo...¿que ha sido eso? ¿Una pesadilla? ¿No debería estar asustada? Para mi vergüenza,noto mi sexo húmedo. Tanto o más que en el sueño.-
- Estás despierta. ¿Un café?.- Miro ha Héctor un poco confundida.-
- Sí. Por favor.- Me levanto y voy al baño y me limpio. ¿Qué diablos te pasa,Laura? Esto...tiene que ser por la conversación de anoche con Daniel. Sí,seguro que es eso. Lo olvidaré en un par de días.
El viaje de regreso se me hace más corto,intento dormirme pero es imposible. No paro de pensar en el sueño. Mis mejillas arden de nuevo y miro a Héctor que duerme tranquilamente en su asiento. Es tan guapo... tan atractivo y varonil...oh Dios,estoy excitada. ¿Qué me pasa? Tengo la tentación de acariciarlo. Le toco la cara con las yemas de los dedos. Bajo muy lentamente por el cuello y el brazo que lo tiene sobre la pierna,hago como que le rozo el paquete sin querer. Pero no,fue a conciencia. Abrió los ojos y nos miramos. Le sonrío y me sonríe,miro de nuevo su paquete y veo como ahora está más abultado que antes. Oh...esto promete. Le acaricio la pierna y él no para de mirarme. Parece sorprendido. Muy lentamente voy subiendo del muslo y acaricio su miembro.-
- Laura,estate quieta.- Pero yo no paro. Lo miro,me humedezco los labios. Estoy muy excitada,estamos en un avión lleno de gente,nos pueden ver en cualquier momento y eso me ha puesto como una moto.- Laura...
- ¿No quieres jugar un poco?
- ¿Aquí?.- Mira a su alrededor mientras yo aprieto su erección,veo que cierra los ojos y respira con dificultad. Si. Él también esta excitado.-
- Para,por favor. Harás que me corra en los pantalones.-
- Ven sígueme,confía en mi.- Me levanto y voy hacia el baño. Llego y me vuelvo y veo a Héctor andar detrás. Entro. Es muy angosto. Demasiado pequeño. En un instante entra Héctor y cierra el pestillo. Se desabrocha el pantalón vaquero mientras susurra.- - Estás loca...- Yo sonrío mientras me bajo las braguitas,Héctor se acerca despacio y me besa. Me besa con pasión y anhelo. Yo estoy que no puedo aguantar la necesidad de sentirlo dentro de mi. Lo abrazo y lo aprieto contra mi cuerpo. Estoy enloquecida y no me reconozco,siempre he disfrutado con Héctor,pero hay algo que hoy me excita sobremanera. Héctor me sigue besando con pasión y me acaricia los pechos por encima de la blusa.-
- Héctor...hazlo ya.- Él me mira con expectación.-
- ¿Que quieres,Laura? Dímelo.
- A tí. Hazme tuya. Fóllame.- No,no me reconozco en absoluto...
Héctor se sorprende con mi respuesta,pero no lo duda, me sube la falda de un tirón,me agarra fuerte de las nalgas me apoya en la pared y me penetra fuerte. Solo soy sensaciones. Esto es lo que él me provoca: toma mi cuerpo y lo posee totalmente, de modo que solo puedo pensar en él. Su magia es poderosa,arrebatadora. Yo sin capacidad ni ganas de escapar. Soy suya... absolutamente suya.-
- Te gusta esto,¿verdad?.- Oh, Dios...como en mi sueño.-
- Sí.
- No puedes evitarlo,Laura. Tu eres mía de mil maneras posibles.
- Oh,Dios. Sí,Hector sí. Soy tuya. Siempre.- No creo que pueda resistirlo mucho más. Recuerdo mi sueño y la excitación crece, recuerdo el placer del látigo sobre mi cuerpo.- Sí,pégame Héctor.- Héctor se para y me mira,pero yo estoy a punto.- No pares,sigue. Más fuerte.- Héctor sigue empujando dentro de mi con ímpetu.-
-Vamos,nena.- Gruñe entre dientes,apretando la mandíbula. Y nos dejamos ir juntos. Nos miramos y sonreímos como idiotas. Héctor se abrocha los pantalones.-
- Te espero fuera,no tardes o vendré otra vez.- Me guiña un ojo y sale. Yo sonrío y me pongo las braguitas. Me miro en el espejo y me embarga una sensación extraña. He hecho el amor con Héctor,he disfrutado más que nunca y lo he hecho mientras me imaginaba que me azotaba con un látigo de tiras. Joder,Laura ¿qué te está pasando? Me eché agua en la cara para despejarme y salí. Llegué al asiento y me senté. Héctor me miraba risueño.-
- Has tardado mucho,he estado a punto de volver.
- No habría estado mal.- Él parecía ensimismado,confuso.-
- Laura.
- ¿Sí?
- ¿Me has pedido que te pegue?.- Dios. ¿He hecho eso?.-
- No. Creo que no.
- Me ha parecido entender eso.
- No se,son cosas que se dicen en el momento. Me habré confundido.- Él asiente y se retrepa en en el asiento. Yo no consigo dormirme. No paro de darle vueltas a la cabeza,me va explotar. Pasa una azafata y le pido un ibuprofeno. Llegamos a Madrid y Héctor insiste en desayunar. Entramos en una cafetería cercana y desayunamos. Él me acaricia la mano y yo la quito incómoda. El frunce el ceño pero no dice nada.-
- Venga,vamos te llevo a casa.
- ¿No vas al hospital.
- Sí. Pero no voy a dejar que vayas andando hasta tu casa.
- ¿Puedo...? ¿Te importa si te acompaño? Me gustaría ver a Diana.- Me mira con dulcura.-
- Claro que no. Puedes acompañarme si así lo deseas.- Fuimos al parking y Héctor condujo en silencio hasta el hospital. Isabel se sorprendió al verme llegar con Héctor. Supongo que sabría que ya no estábamos juntos. Madre e hijo se abrazaron. Me sentí incómoda,la verdad. Cuando se despegaron de su abrazo,Isabel me miró como con miedo. Como si no supiera sin hablarme o no.-
- Hola,Isabel. ¿Como está?.- Ella parecía aliviada,suspira y me sonrié.-
- Muy bien, querida. Muy bien.- Me besa.- Cuanto me alegro de veros juntos otra vez.
- Mamá. No te montes películas. Estabamos de viaje de negocios y cuando le dicho que Diana estaba enferma me ha querido acompañar para interesarse por su salud.- Era cierto. Él me pidió volver y yo me negué,pero no pude evitar sentirme mal cuando le contestó a su madre. Me sentí un poco depcionada. No pudimos ver a Diana. Estaba en cuidados intensivos. Isabel nos puso al día. Charlamos durante un rato y Héctor y yo nos marchamos. Conduce hasta mi apartamento y aparca. Sale y me abre la puerta,me saca la maleta de su maletero.-
- Gracias. Por todo.
- No me las des.- Nos miramos y sonreímos nerviosos. Se acerca a mi y se que me va a besar. Me aparto y le beso en la mejilla. Él parece disgustado y me siento mal.-
- Héctor,yo...necesito tiempo.
- Para hacer el amor conmigo,¿no lo necesitas?.- No se que decir. Se que tiene razón para estar enfadado, se que nos estamos haciendo daño. Que lo mejor es mantener las distancias. Pero se me hace tan difícil...-
- Te prometo que intentaré mantener las distancias. Para no hacernos daño,pero es complicado. Te deseo demasiado. Pero es mejor intentar calmar nuestros instintos.
- Bien. Debo irme.- Sentí deseos de pararlo y besarlo,pero simplemente me quedé observando como se marchaba... Tras ser besuqueada y abrazada por Marta y Rober,más por Marta le dí sus regalitos que les compré en el centro comercial. Para Marta unos taconazos de escándalo y para mi primo unos jeans oscuros. Ambos encantados,me preguntaron como había ido. Yo contestaba a sus preguntas. Me dí cuenta de que casi no hablaban entre ellos. ¿Habrían discutido? Tenían muy buen rollo desde el principio,pero ahora parecía que evitaban hablarse. Rober se quitó del medio rápido,se encerró en su habitación con la música a todo volumen. Marta me hizo que me sentara mientras me preparaba un café con leche.-
- Bueno,por fin solas.¿Qué tal ha ido? ¿como se ha portado Héctor?
- Bien.-Suspiré y no le pasó desapercibido.-
- Uff... que suspiro. ¿Qué pasa Lauri?
- No lo se.
- ¿Se ha portado mal? ¿Te ha tratado mal ese capullo engreído?.- Yo la miro sin saber que hacer,si contárselo o no.- Empieza a abrir esa boquita de una vez,Laura. O te juro que lo mato.
- Es que estoy muy confundida...
- ¿Te lo has tirado,cacho guarra?.- Yo la miro y no se si reírme o cruzarle la cara. Para mi vergüenza le contesto la verdad.-
- Sí. Y no una vez.- Ella arquea las cejas sorprendida.-
- Entonces,¿habéis vuelto?
- No. No. Bueno,él me lo ha pedido,pero obviamente le he dicho que no.
- Pues bonita manera de dar calabazas,con un par de polvos...- Me mira escéptica.-
- No puedo volver con él. No quiero pasar por esto otra vez. Lo he pasado muy mal y no quiero volver a pasar por todo eso.
- ¿Y habéis hablado de...de Sebas?
- Él jura que no tiene nada que ver. Que fue todo una patraña para separarnos. Incluso Daniel,me dijo que Héctor nunca haría algo así.
- ¿Daniel? ¿Quién es Daniel?
- Daniel, es uno de los socios del bufete. Me invitó a cenar y Héctor se enfadó. No se llevan muy bien,pero él me dijo que no creía que lo hubiera hecho.
- ¿Has salido a cenar con un desconocido?
- Sí.
- Normal que Héctor se enfadara.- Yo la miro cansada. Estoy agotada. Confundida.- ¿Y porqué no se llevan bien?
- Daniel me dijo que Héctor no aprueba su estilo de vida.
- ¿Es gay?.- Sonrío. Yo pensé lo mismo.-
- No. Pero le van otro tipo de relaciones,menos convencionales...- Ella me mira sin entenderlo.-
- Le va el sado.- Marta escupe el café.-
- ¿Has salido a cenar con ese degenerado? ¡Laura!
- Marta traquilízate. No es ningún degenerado. Se lo hace a mujeres que quieren que se lo haga. Además me dijo que no le gustaba todo sobre el sado.- ¿Lo estaba disculpando? ¿Porqué?.-
- Joder,Laura. ¿Te gusta ese tío?.- No se. No había pensado en eso.-
- No se. Es muy guapo y atractivo. Y es...interesante.
- ¿También te lo has tirado?
- ¡No! ¡Claro que no!
- Pero...
- No hay pero.
- ¿Te gustaría?
- ¡Joder,Marta no lo se! Estoy hecha un lío,por una parte siento cosas por Héctor, me hace sentir bien,me hace sentir mujer. Deseada. Pero...Daniel es atrevido,es intrigante...y siento curiosidad.
- No puedes decir eso. Madre mía Laura. No deberías a verte tirado a Héctor. Le estás dando falsas esperanzas.
- Ya lo se.- Siento que me está regañando y efectivamente, es lo que está haciendo.-
- Pero bueno,eso es asunto tuyo. Tu sabrás. Solo que no juegues con fuego.
- Ya. Ya. Pensaré sobre eso. ¿Y a tí que pasa?
- ¿A mi? Nada.- Está esquiva. Se pone nerviosa,se lo noto.-
- ¿Te ocurre algo? ¿Rober te ha dado problemas?.- Se da la vuelta hacia el fregadero.-
- No. Todo está bien.
- Vale. Voy a deshacer la maleta,darme una ducha y a intentar dormir un poco. Gracias por el café. Te quiero.- Me voy hacia mi habitación y sin ganas deshago la maleta. Me desnudo y me meto en la ducha. Pienso en Héctor,en el avión, cuando hicimos el amor salvajamente,mientras me imaginaba que me azotaba. ¿Lo desearé de verdad? ¿o simplemente mi subconsciente me está jugando una mala pasada? Solo de pensarlo vuelvo a excitarme. Oh, joder. ¿Qué diablos me está pasando? ¿Me gusta Daniel? ¿O simplemente me atrae lo desconocido? Siento curiosidad. Pero Héctor... Héctor se me ha metido en la piel. Su cuerpo me llama,me incita a tocarlo,a besarlo y hacerlo mio una y otra vez. Y no puedo evitar el deseo que siento cuando está cerca. Salgo de la ducha,me pongo una camiseta y me meto en mi cama. Tengo la tentación de llamarlo o mandarle un mensaje. No. Laura. Déjalo tranquilo,no le hagas más daño. La razón por la que no quiero volver con él,no es por que no sienta nada,o porque me sienta atraída por otro hombre. Es por que Héctor es la única persona que me puede hacer feliz,pero también es la única persona que me puede hacer morir en vida.-
- Oh,Héctor...¿Qué hago contigo? ¿Y qué hago sin ti?.- Me duermo y me veo en una habitación oscura, sentada en una enorme cama de cuatro postes,con sábanas rojas de seda. Enfrente de mi, hechado en una esquina,está Héctor,que me mira con una mirada dura y penetrante. Tiene una fusta en la mano derecha y se da toquecitos con ella en la otra mano,viene hacia mí muy despacio y siento mi sexo húmedo,otra vez...

Secretos Del Pasado 2   CómplacemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora