Capítulo 1

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A las 8 de la mañana, suena mi despertador.

-¡Apaga eso!- gritó Eileen, mi compañera de habitación.

Como de costumbre, me levanto me ducho y por último me visto con el uniforme del internado, que consiste en camisa blanca, corbata y falda a conjunto y calcetines hasta la rodilla.

Llevo aquí metida des de los 10 años, ahora ya tengo 17 y espero con ansia los 18 para poder ser libre de una vez y largarme de aquí. Des de que mis padres me meternos aquí a Kathy, mi hermana de ahora 15 años y a mi, a penas tengo relación con ellos, únicamente con mi abuela, que es la única que viene a visitarme cuando puede. Mis padres, por así llamarlos, visitan a mi hermana y ni se dignan a saludarme, nunca entendí el por qué, ya apenas me afecta, después de noches y noches llorando, sintiéndome sola, decidí que no merecían la pena.

Des de siempre me han tratado como si realmente no fuera su hija y a día de hoy siguen con esa misma actitud, por lo que cuando se les presentó la oportunidad de meterme aquí, no lo dudaron ni un solo segundo.

La situación de Kathy es totalmente opuesta a la mía, pues ella es la princesita de mis padres, lo cual no me afecta en lo más mínimo, ella siempre será la persona a la que más quiero, junto a mi abuela y Ginny, mi mejor amiga.

Dentro de dos días, empiezan las vacaciones de navidad y teóricamente, podemos irnos a pasar estas semanas con nuestras familias, y digo teóricamente, por que como era de esperar, mis padres únicamente le dieron el permiso a mi hermana, pero cabe decir que aunque lo hubiese tenido, no me plantearía ir a pasar tres semanas con mis padres ni loca.

Ginny está en una situación bastante parecida a la mía, des de que sus padres la matricularon en el internado, poco a poco fue perdiendo contacto con ellos, no iba a verles cuando ellos venían de visita, no atendía las llamadas telefónicas que le hacían sus padres...etc., por lo que durante los últimos 6 años, pasamos todas las vacaciones aquí, juntas.

-¡No me puedo creer que pasado mañana empiecen las vacaciones, tres semanas más o menos libres!-dijo una Ginny entusiasmada, lo que hizo que volviera a la realidad ajena a mis pensamientos.

-Sí, la verdad es que necesito las vacaciones, ya...

-¿Kathy pasará las fiestas ahí?- preguntó refiriéndose a mi casa.

-Sí, Ginny, ya sabes que ella los adora, y lo entiendo, son sus padres, pero bueno...¿Qué planes hay esta vez?

-Pues de momento, películas, palomitas, chocolate y pañuelos, muchos pañuelos...

-¿Nada mejor?

-Vamos Brooke, lo pasaremos bien, no me seas aguafiestas.

-Está bien, como quieras- dije rendida, sabiendo que en esta discusión tenia las de perder.

A los 5 minutos llegamos a la clase que nos correspondía, literatura, una vez empezó la clase, empecé a darle vueltas a los planes que Ginny había hecho para nuestras "vacaciones" y poco a poco se me fueron cerrando los ojos hasta que al final, caí dormida.



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