Capítulo 11

21 2 0
                                    

Al escucharle decir eso paré en seco, ¿destino? ¿de qué demonios estaba hablando, que tenía que ver yo en eso?

No podía decir nada, más bien, no sabía que decir en un momento como este, estaba impactada, no, esa no es la palabra adecuada, más bien, sorprendida por tal "confesión" si se le puede llamar así. Me quedé mirándole por unos instantes, hasta que él decidió hablar, sabiendo que yo no lo haría, aunque cueste de creer, Blake, poco a poco empezaba a conocerme, y no sabía si eso era lo adecuado.

-Brooke, no hago todo esto por placer. No tengo otra opción.

-¿Por qué?

-Peter. Sus hombres tienen a mi hermano.

Entonces todo cobró sentido en aquel momento, los ataque de ira que había sufrido, ahora lo entendía.

-¿Él está aquí?- pregunté asombrada, a lo que Blake suspiró.- Perdona, no debes contarme nada, ya me callo, entiendo que sea duro hablar de ello...-dije bajando la mirada.

-Tranquila, mereces saberlo, después de todo eres tú la que ha tenido que soportar mis cambios de humor cuando me sentía impotente.

-¿Estás seguro que quieres hablar de ello?- volví a insistir, no quería que se viera obligado a hablar de algo que lo haría sentir incómodo.

-Sí...

-Vale

-Cuando yo tenía unos 14 años, mi padre murió por culpa del cáncer, él era un importante empresario, él nos mantenía a mi madre y a mi sin ningún problema; mi madre no trabajaba, cuidaba de mi cuando yo llegaba del colegio. Al morir mi padre pensamos que nos dejaría el dinero a nosotros, su familia, pero al parecer estábamos equivocados. Mi madre un tiempo después de su muerte, la de mi padre, se acercó al notario para comprobar que todo estuviera bien, puede llegar a sonar un poco egoísta pensar en el dinero después de su muerte, pero entiéndeme, era lo único que teníamos para vivir. Se ve que mi padre le dejó todo su dinero a una tal Melody Stevens, eso era lo que indicaba su testamento. Ninguno de nosotros había oído hablar de ella, hasta que descubrimos que era su "amante", llevaban unos 6 años viéndose, en ese momento mi madre se quedó destrozada, acababa de enterarse de que estaba embarazada de Elliot, mi hermano y no teníamos el dinero suficiente como para vivir los tres. Nunca quise ser un lastre para ella, por lo que decidí irme de casa una temporada, ganar un poco de dinero por mi cuenta y un tiempo más tarde volver. Me metía en problemas, peleas callejeras...lo típico-dijo sonriendo- un tiempo más tarde empecé con las peleas ilegales, asombrosamente no se me daban mal, tenía un buen gancho. No perdí ni una sola pelea, si me permites fardar. Ganaba cada vez más dinero gracias a las apuestas a mi favor, por lo que no tardé en volver a casa con la cantidad suficiente de dinero como para contribuir. Para cuando regresé, Elliot ya había nacido, había pasado aproximadamente un año des de que decidí marcharme. Cuando llegué me quedé horrorizado al verles en tal situación, por lo que sin dudarlo le di a mi madre todo el dinero que había ganado durante ese tiempo fuera, no dejé el mundo de las peleas, era nuestro único ingreso si se le puede llamar así. Yo cada vez era más conocido, no perdía ni una sola pelea. Un día, como otro cualquiera, después de una pelea, un hombre al que no había visto nunca, se acerco a hablarme, me ofreció una gran cantidad de dinero, muchísimo como para mantener a mi familia sin problemas, a cambio de trabajar para él luchando contra otros oponentes. En aquella época seguía siendo un crío, por lo que sin pensar en las consecuencias acepté sin dudarlo. Mi adolescencia se basaba en peleas organizadas por él, a mi familia no le faltaba de nada aunque cada vez los veía menos, debía viajar por las peleas, debíamos ir dónde las peleas más importantes iban. Fui subiendo de rango en ese mundo, hasta que llegó el punto que peleaba en una especie de primera división, para que me entiendas. Por lo que aquel hombre me dijo que era necesario que viajáramos a otro país diferente, que es donde esas peleas estaban, me quedé a vivir ahí, eso sí, nunca me he olvidado de enviarles el dinero a mi madre y Elliot. Des de entonces no les he vuelto a ver a ninguno de los dos...

-Ese hombre ¿es...?

-Peter


*******************

CHAN CHAN CHAAAAN.....

DIAMONDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora