Capítulo 7

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-¿Estás bien?- preguntó él.

-No-no lo sé, ¿qué ha pasado?- Blake me miraba sin decir ni una palabra.

- ¿Blake?- seguía sin contestar.

-¿No recuerdas nada?

Y como por arte de magia, unas imágenes horribles y desagradables vinieron a mí.

-Hey, tranquila, ya está...todo va a ir bien, Brooke.

No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que Blake me acercó un trozo de tela para secar mis lágrimas.

-Gracias.

-Voy a ir a por agua y algo para comer, debes estar muerta de hambre.

-No, no, por favor, no te vayas-dije con lágrimas en los ojos de nuevo, mirando hacia la puerta.

-Tranquila, no vendrá nadie, además, cerraré la puerta con llave, no entraran, Brooke.- Y después de mirarme por última vez, salió, y tal como dijo, cerró con llave.
Me encontraba sola, las mismas imágenes de hace unos minutos volvieron a aparecer... .
[-Que te quede claro, ¡NO-DEBES-DESOBEDECER!-cada vez que hacia una pausa yo recibía un golpe. Cada vez me pegaba con más frecuencia, sin parar. Hasta que paró. Tenía la respiración acelerada, las pupilas dilatadas, Jace tenía el nivel de adrenalina por las nubes.-Si alguien se porta mal, debe ser castigado.]

Se escucharon pasos detrás de la puerta, me fui corriendo hacia una de las esquinas sin importarme el dolor. Estaba hecha un ovillo; miedo, ese era el sentimiento que más veces había experimentado des de que llegué aquí, des de que todo empezó.

Los pasos se escucharon más cercanos, intentaron abrir la puerta con fuerza sin conseguirlo, un pequeño suspiro salió de mí; pero se esfumó en cuanto lograron hacer girar el cerrojo consiguiendo así que ésta cediera.

-¿Brooke?- habló Blake, al parecer no me había visto aun.- Tranquila, soy yo, Blake. Al escucharle sentí un poco de alivio, de momento, él había sido el único que no me había hecho daño. Me levanté costosamente, me sentía como si un camión me hubiera pasado por encima, por lo que me quedé ahí sentada.

-Deja que te ayude- intentó cogerme del brazo, pero antes de llegar a que me rozara me aparté, quedando aún más pegada a la pared de lo que ya estaba antes. Tenía miedo de todo el mundo, no confiaba en nadie aquí, ni siquiera en mi misma.- Tranquila, no voy a hacerte daño.

Al ver que seguía sin responder, suspiró

-Te he traído agua y un sándwich de pollo, come- ni siquiera le miraba a la cara, tenía la mirada perdida.- Vamos, Brooke, debes comer algo, llevas días sin ingerir nada- dijo con un tono de voz dulce.

Poco a poco me fui relajando, ya que inconscientemente me había tensado de una manera exagerada.

En cuanto abrí los ojos, me topé con una preciosa sonrisa por parte de Blake, me quedé mirándole unos segundos. No debía tener más de 24 o 25 años, pelo negro, tan negro que brillaba y unos ojos increíblemente verdes como si fuesen esmeraldas. Tenía los pómulos bien marcados, era increíblemente guapo.

-Si sigues mirándome de esa forma acabarás desgastándome, Brooke- dijo mientras reía. Tal vez fuera un error, pero empezaba a confiar en Blake.

Fueron pasando los días sin apenas complicaciones, Peter no nos comunicaba novedades con respecto a la deuda del Sr. Arthur. Si mis cuentas no fallaban, me tenían aquí des de hacía 14 días, durante estos días no ha habido nada nuevo, y con eso me refiero a Jace y Peter.

Jace de vez en cuando me iba hablando, decía que si no hablaba con nadie acabaría hablando sola, y no estaba dispuesto a "compartir habitación" con una loca.

Hacía bastante rato que Blake había salido de aquí, al parecer le habían llamado para ir a hablar con Peter y aún no llegaba, empezaba a preocuparme, ¿le habrán hecho algo? ¿Me volverán a cambiar de "guardia"? ¿Vendría Peter aquí de nuevo aquí, tal vez Jace?

La puerta se abrió de golpe, dejándome ver a un Blake rojo de la rabia, furioso; parecía fuera de si, cerró la puerta de un portazo y empezó a golpear a la pared.

¿Qué demonios había pasado ahí fuera?

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