Capítulo 13

9 2 0
                                    

Unos golpes en la puerta me despertaron, estaba algo desorientada, hasta que recordé todo lo sucedido la noche anterior. Blake se levantó tan rápido como pudo, y yo imité sus pasos, sin saber que hacer.

-¿Qué pasa?- pregunté con preocupación, sabiendo que esos golpes no inquirían nada bueno.

-No lo sé, vete a tu cama y quédate ahí.

Sin esperar respuesta por mi parte, Blake se decidió a abrir. El corazón empezó a latir fuertemente, solo esperaba no ser yo el motivo de esos golpes en la puerta.

Al abrirse la puerta, un hombre alto y robusto apareció, tenía cara de pocos amigos, era un hombre intimidante el cual únicamente me inspiraba desconfianza.

-Peter quiere hablar contigo- dijo él, refiriéndose a Blake.

-¿Qué quiere esta vez?

-No lo sé, sólo me mandan a buscarte, ¿podrías ponerme las cosas más sencillas o tendré que volver a ser brusco, Blake?

Blake dirigió su mirada hacia mi y no pude evitar mirarle con miedo, miedo por él, por lo que pudiera llegar a pasarle ahí fuera, ya era consciente de la clase de persona que era Peter.

-Estaré bien- pronunció en mi dirección sin emitir ruido alguno, acto después desapareció de la habitación.

"Te quiero, ten mucho cuidado por favor" dije pero él ya no pudo oírme.

Pasaban los minutos y Blake seguía sin aparecer, me sentía angustiada, no entendía por qué estaba tardando tanto, no quería que le pasara nada, durante este tiempo ha sido mi único apoyo. Seguía sin asimilarlo, pero sentía algo por ese par de ojos verdes, él me respetaba, me consolaba, sentía que en estos momentos era lo único que me hacía permanecer en pie, aguantando toda esta mierda.

La puerta se abrió y un sentimiento de alegría se apoderó de mi, pero se fue con la misma rapidez con la que apareció. Ese no era Blake, era otro hombre al que no había visto nunca.

-Levanta, van a cambiarte de habitación.-dijo con tono firme.

-Tú no eres Blake...-susurré

-Muy observadora-dijo con sarcasmo.

-No pienso moverme de aquí si no es con él- contesté con el poco valor que me quedaba en estos momentos.

-Muy bien.

Se fue acercando a mí con pasos firmes y decididos, sabía lo que me esperaba. Cuando estuvo a unos escasos centímetros de distancia, me cogió del pelo y me levantó del suelo de un tirón. Ahogué un grito desgarrador a causa del dolor, no iba a darle el placer de verme sufrir, no más.

A tirones me sacó de donde estaba, la cabeza me dolía horrores, no sabía dónde me llevaba, pero el camino se me hizo eterno. Intentaba con todas mis fuerzas no tropezar ya que si no los tirones en el pelo aumentarían, pero había momentos en los que no podía seguirle el ritmo a aquel gorila, caminaba demasiado rápido y las piernas me fallaban.

Seguimos caminando durante unos 5 minutos más, o esa es la impresión que a mí me dio. Nos detuvimos delante de una puerta de madera oscura.

Aún cogiendo mi melena, entramos, para acto seguido caer de cara al suelo gracias al empujón de aquel gorila. Sin poder evitarlo unas cuantas lágrimas rebeldes se escaparon de mis ojos, no por el dolor, si no por la impotencia.

-¿Dónde está Blake?- pregunté con la poca voz que me quedaba, el llanto amenazaba con aparecer.

-No te importa

-¡él me importa, joder!- contesté empezando a elevar la voz. Acto seguido me miró fijamente y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. No debí haber gritado...

-Blake ha muerto, uno de los matones de Peter acabó con él.

DIAMONDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora