Asentir y Callar

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*Narrador Omnisciente*

Jack observa como la bailarina se acerca rápida a la perla... cuando sin darse cuenta desaparece entre la multitud. - Es buena - piensa Jack.

Entra en la posada que está totalmente patas arriba y busca a Gibs con la mirada.

Capitán ¿ya tiene la gema? - le dice su compañero que sostiene una botella de ron vacía en la mano

¿Eh? Si si... claro, nos podemos ir ya señor Gibs, ah y coja un poco de ropa de las habitaciones de las mujeres - dice Jack con una sonrisa ladeada.

Gibs nunca le discute nada, aunque sea la idea más absurda que exista... y esta vez no es la excepción. Así que ordena el cese del fuego y se dispone ha obedecerle.

Mientras, Jack empieza ha andar por la posada y encuentra a Larry tirado en el suelo atrapado por un tablón de madera.

Jack... - susurra Larry, que obviamente él no ha olvidado al pirata que casi mata a su pequeña. - qu...

Jack no le deja acabar la frase, y empieza ha hablar.

Estamos tomando posesión de esta posada... - mira bien al hombre y continua - Me resultas familiar... ¿te he amezado antes? - dice mirándole desde arriba - ah siiii... eres el jefe de esta posada, no hay ni una sola muchacha de aquí con la que no haya estado... son las mejores de tortuga... Con excepción de la nueva bailarina a la cual no conocía... ¿Donde la tenias escondida Larry? - dice Jack con una sonrisa de oreja a oreja. Él estaba orgulloso de su fama y no tener a alguna en su lista era algo que no le hacía gracia.

Si la toca... - Larry ni siquiera podía hablar... el tablón le oprimía demasiado el pecho haciendo que casi no pudiese respirar.

Es un placer hablar contigo, pero tengo una cuenta pendiente con tu apreciada bailarina - dice Jack alejándose de allí con aire totalmente confiado.

*Narro yo*

Lo he hecho, no hay vuelta atrás. El barco ya ha zarpado y yo estoy en él. El capitán Sparrow entró pero no me dijo nada, quiero pensar que esta esperando el momento oportuno... y que aún recuerda que yo estoy aquí.
Decido imitar al resto de marineros, así que simplemente me pongo a limpiar la cubierta del navío.
La sensación del aire acariciendo mi rostro me resulta algo innovador y me provoca una gran satisfacción por haber decidido venir. Cuando estaba tan relajada me quedo sin agua. Decido bajar a buscar más cuando noto que alguien me arrastra hacia un lado.

¿Donde se había metido señorita? - me dice el capitán con aire de desconcierto.

¿No es capaz de reconocerme entre su propia tripulación, y con su chaqueta y su sombrero Señor Sparrow? - digo con tono burlón y esto me provoca una risa que no puedo evitar.

Ante mi risa el capitán Sparrow se acerca a mi y mientras con una mano me tapa la boca con la otra me aprieta el hombro para que no pueda huir. Pasan unos piratas cargando ron y entonces me suelta.

No vuelva... a ponerme la mano encima - digo esto mirando al pirata desafiante.

Que le quede claro señorita, vos sois mi prisionera... puedo hacer lo que quiera con usted- dice Jack con una sonrisa ladeada que me provoca repulsión.

Si soy una prisionera... ¿que hago aquí libre limpiando la sucia cubierta de tu barco? - digo tirando el pañuelo mojado que había tenido todo el rato en la mano.

El Libro de los Deseos - Piratas del CaribeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora