Cambian las tornas

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*Narro yo*

Me despierto y observo como todos están durmiendo, es tentador hacer alguna bromita aprovechando el momento... para relajar tensiones... claro jeje.

Miro a Anabel que está durmiendo abrazada al don nadie... creo que está teniendo una pesadilla.

Pero no quiero... por favor no me obligues - murmura en sueños mientras aprieta con más fuerza al sin nombre.

¿Que se supone que le obligaron a hacer?

No... no... no me toques... soy muy joven todavía - sigue gritando.

Será mejor que la despierte o estropeará mi broma.

Anabel... Anabel... - empiezo a zarandearla y finalmente consigo despertarla - ¿Estás bien?

¿Que has escuchado? - pregunta asustada.

Que te obligaron ha hacer algo que no querías... pero no sé que es - cuando digo esto se levanta... se coloca bien la ropa y me mira con tristeza en la mirada.

Olvida todo lo que has escuchado por favor - le hago caso... no quiero llevarme mal con ella.

Oye Anabel, iba a gastarle una bromita a uno de estos... ¿te animas? - le digo con una sonrisa.

Eso es muy infantil para mi - dice levantando la cabeza con aires de superioridad.

Tú misma - le digo antes de darme la vuelta.

Se sienta con un pequeño libro y se pone a leer. Bien. Estará quietecita entonces.
Empiezo a observar a mis dormidos acompañantes.

Jack y Héctor están juntos pero dándose la espalda, que monos. Josh está con la botella de Ron vacia en la mano y con la boca abierta. Y el sin nombre está boca arriba rascándose la barriga en sueños.

Tengo que escoger una victima... mmm piensa (T/M)_______...

Venga empecemos con Josh y quizás luego me animo a ir a por los demás. Empiezo a buscar a mi alrededor algo que poder utilizar, y encuentro unas flores que desprenden un líquido viscoso... perfecto.

Cojo un poco con las dos manos y noto la mirada de intriga de Anabel. Coloco todo esto en la mano de Josh y después cojo la pluma que guarda Héctor.

¿Qué pretendes? - me pregunta Anabel dejando el libro en las hojas.

Tú mira - empiezo a rascarle la nariz con la pluma a Josh... y obviamente al rascarse todo el líquido viscoso se esparce por su cara... pero ni se despierta ni hace nada - Maldición.

No te ha funcionado - dice Anabel desde su asiento.

¿Tienes una idea mejor? - le pregunto mosqueada por mi broma frustrada.

Observa - se levanta y coge el mono de Héctor.

¿Qué vas ha hacer? - le digo asustada por la vida del monito.

Tranquila no voy ha hacerle daño - dice poniendo al mono al lado de Diamante con cuidado.

Busca entre las plantas como yo he hecho y encuentra un polvo extraño. Lo toca con la mano y luego se pone un líquido. ¿Qué planea?

Empieza ha echarle ese polvo a Héctor por todo el cuerpo y este enpieza a rascarse en sueños... pero sin despertarse... da vueltas y acaba en un charco... se moja y el efecto de los polvos desaparece... sigue durmiendo.

El Libro de los Deseos - Piratas del CaribeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora