No toques a mi princesa

1 Eva

- Por fin hemos llegado ! - Adriana salió del taxi mientras estiraba sus brazos y piernas y contemplaba todo el lugar.

- Dios mío, pensé que mi trasero desaparecería, recuérdame que no vuelva a hacer ocho horas de viaje en taxi - necesitaba respirar un poco, el maldito taxista se negaba a parar, decía que cuanto antes llegásemos mejor, si mis posaderas pudiesen hablar ya me habrían tratado de todos los nombres.

- Así que esto es WoodPark ?- Adriana siguió diciendo mientras contemplaba el enorme bosque que se encontraba frente al mar.

A lo lejos podías observar las altas montañas y toda la gente que andaba por el campamento, algunos de ellos nos sonreían a lo que nosotras contestábamos de la misma manera. Esto parecía la casa de la pradera o algo.

Al instante una mujer de pelo negro con gafas rojas de pasta gruesa se acercó a nosotras al vernos, supuse que se trataba de la gerente de todo este sitio, supongo que nos iba a presentar el lugar para enseñarnos nuestros aposentos. Mi madre me comentó que era una antigua amiga suya y que nos recibiría con los brazos abiertos.

- Hola, tu debes de ser Eva verdad ? - la señora en cuestión dirigió su vista hacia Adriana.

- No, se confunde, yo soy Adriana, ella es Eva - Adriana me señaló mientras sonreía amablemente.

Abrió los ojos por lo que acababa de decir, se podía notar que estaba avergonzada y dirigió entonces la vista hacia mi, - discúlpame, hola encantada yo soy Alicia - me estrechó la mano gentilmente.

- Encantada yo soy Eva - le estreché la mano igualmente entregándola una sonrisa. 

- Os indicaré donde están vuestras cabañas - me respondió con una cálida sonrisa la cual me recordó a mi madre, creo que ya empezaba a caerme bien. Pagué al taxista del cual me había olvidado y cogí todas mis cosas para enseguida seguir a Alicia.

(...)

Seguimos a Alicia tranquilamente y a lo lejos pudimos percibir unos gritos, se trataba de un grupo de chicos que se encontraban en la playa jugando al fútbol. Estaba tan distraída contemplando sus hermosos cuerpos que no pude notar como la pelota se dirigió rápidamente hacia mi. Antes de que pudiese evitarlo el balón chocó fuertemente contra mi cabeza haciendo que me cayese al suelo sobre el trasero, que escena tan ridícula, no solo yo pero todas mis pertenencias volaron por los aires para al final caérseme también mi mochila sobre la cabeza dándome un enorme golpe. Froté la parte afectada haciendo una mueca de dolor y maldiciendo aquella pelota.

- Disculpa estás bien ? - salí de mi trance al notar que un chico se encontraba delante mío, agachado con la manos apoyadas sobre sus rodillas, estuve a punto de contestar cuando noté que no llevaba puesta la camiseta, OH-MI-DIOS, deberíais de haber visto esto, enseguida me puse roja como un tomate y supe que el pudo notarlo, - te has hecho daño ? - continuó inquiriendo. En aquellos instantes seguía en shock, ese rostro era un nunca visto, esa perfecta mandíbula junto a unos labios rosas y unos ojos ámbar preciosos finalmente acompañados de un pelo castaño alborotado. 

Deje de contemplar aquel magnífico cuerpo para por fin contestarle, - hmm, sí estoy bien- sonreí fingiendo que lo estaba y aguantando el dolor.

- Vaya me alegro - dijo al entregarme su mano para ayudarme a levantarme, la cogí delicadamente consiguiendo levantarme al tiempo que le sonreía tímidamente. - Me llamo Ian - dijo cuando por fin me encontré a su altura.

- Encantada, yo me llamo Eva y ella es mi amiga Adriana - Adriana le guiñó un ojo a modo de flirteo lo cual Ian ignoró completamente y yo tan solo aguanté las ganas de reír, Adriana tan solo puso los ojos en blanco. Seguimos mirándonos intensamente provocando que me ruborizase cada vez más, intenté adivinar en qué estaba pensando, su mirada era cálida pero vacía. Sin embargo Alicia no tardó en interrumpirnos.

- Ian que sea la última vez ! Cuántas veces te he dicho que tengas cuidado con la pelota ! Es que acaso tienes cinco años hijo ?- Alicia le regañó dejándome claro que se trataba de su madre.

- Disculpa mamá, estaba jugando aquí con mis amigos y fue un accidente, no volverá a pasar.

- Eso espero Ian, esta es la hija de una buena amiga mía y no quiero que le pase nada y menos por culpa de mi hijo- siguió regañándole con la vista aún puesta sobre el.

Ian asintió avergonzado antes de dirigirse de vuelta hacia sus amigos. - Nos vemos Eva - dijo al entregarme una sonrisa mientras se alejaba. El color rojo de mis mejillas se estaba extinguiendo cuando de pronto volvió a sonreírme.

(...)

Conforme nos dirigíamos hacia la cabaña Alicia nos iba indicando cada lugar de WoodPark, pasamos por el comedor, el pequeño río y algunas otras cabañas para por fin llegar al sitio en cuestión, examinamos el lugar de arriba a abajo y asentimos, supongo que no era tan malo después de todo.

- Esta es vuestra cabaña, la numéro 11, al lado tenéis la numero 12, es la cabaña de mi hijo Ian, al que acabáis de conocer - dijo aquello último entre dientes, - si necesitáis cualquier cosa no tenéis mas que pedírselo - Alicia me entregó las llaves y extendí el brazo para cogerlas, acto seguido ella se marchó dejándonos solas a mi y a mi amiga.

Introduje la llave dentro de la cerradura para después abrir la puerta, la abrí por completo dejándonos a la vista todo aquel lugar, no estaba nada mal, era bastante acogedor.

- Esto ya esta mejor - Adriana asintió con la cabeza mientras fruncía el labio.

El lugar no era muy grande pero era acogedor, a los dos lados de la cabaña se encontraban unas grandes ventanas con cortinas blancas, en el centro dos camas separadas igualmente blancas con una alfombra redonda sobre el suelo azul claro. A la derecha se encontraba otro pequeño cubículo, se trataba del baño. En el lado izquierdo de la cabaña se encontraba un gran armario junto a un escritorio y una estantería con libros sobre cómo sobrevivir en el bosque, me reí mentalmente. Seguí examinando la habitación y suspiré porque no había nada interesante, excepto una pequeña televisión antigua en frente de las dos camas.

- Estoy agotada - Adriana dejó  sus pertenencias sobre el suelo antes de lanzarse sobre su cama y cerrar los ojos lentamente.

Cerré la puerta y dejé mis objetos al lado de ella para luego tumbarme sobre la cama e intentar descansar.

Al instante oímos como alguien llamaba a la puerta y enseguida nos levantamos de nuestras respectivas camas. Al abrir nos encontramos con un hombre medianamente joven vestido de un short deportivo y un polo rojo a juego. Yo me quedé de pie justo detrás de Adriana mientras examinaba su rostro, parecía siete u ocho años mayor que nosotras, tenía los ojos de un color verdáceo junto a una barba de dos días y una nariz estilo griego. Lo cierto es que podía decirse que era atractivo.

- Hola me llamo Matt y seré vuestro monitor aquí en WoodPark, me encargaré de todas las actividades que hagamos, espero que vuestra estancia aquí en el campamento sea agradable, cualquier problema que tengáis no dudéis en venir a buscarme en recepción - nos sonrío amablemente a lo que nosotras dos asentimos, acto seguido Matt se marchó  y cerramos la puerta entregándonos una mirada divertida.

- Pero que guapo era, Cuántos años crees que tendrá ? - Adriana se mordió el labio dirigiéndose de nuevo hacia la cama antes de sentarse.

- No es para tanto - mentí poniendo los ojos en blanco al tiempo que hacía un gesto con la mano restándole importancia. Adriana tan solo me miró con las cejas inquisitivas sabiendo perfectamente que mentía - bueno sí que era muy guapo - dije al tiempo que sonreía. 

- Es demasiado guapo diría yo - siguió insistiendo mientras se reía. 

- Creo que ya no me arrepiento tanto de haber venido - acabé diciendo mientras me tumbaba sobre el colchón y cerraba los ojos. 

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Bueno este es mi primer capítulo,espero que os guste,llevo queriendo escribir un libro en Wattpad desde que descargue la aplicación,espero que os guste.