1963, Mayo

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"¿Acaso estás demente?" Le gritaba ella, mientras David no paraba de reír ante su reacción.

"Mira, estoy segura de que mis padres lo entenderán y, bueno, si no lo hacen en algún momento lo aceptarán..." Le respondió él, encogiéndose de hombros despreocupado.

Jane se sentó a coger un poco de aire, David le había dicho que iba a dejar la escuela para seguir su carrera musical con su banda actual, The Kon-Rads. Eso le daba escalofríos a Jane. Ni por un sólo momento dejaría la escuela por nada, no soportaría lo que sus padres pensarían de ella.

"De hecho, vamos a tocar hoy en la noche y... Bueno" Él sostenía entre su dedo índice y el medio una entrada color rojo carmesí, un pase para el club en donde se presentaría esa noche.

Jane la cogió con vacilación, la observó y mordió su labio inferior. "¿Enserio deseas que asista?" Le preguntó.

"Me muero por que me veas tocar" Le respondió él, con un brillo en los ojos.

En ese momento David parecía un niño pequeño, ilusionado, emocionado y esperando un sí -Y sólo un sí- como respuesta. Y ella no podía romper esa ilusión.

"Está bien..." Respondió, un poco apagada. Aún no sabía cómo pedírselo a sus padres. Era un club al que iban muchos amigos de David, y tal y como él, era seguro que se embriagaran y gritaran, y pelearan, y quizás alguno de ellos quiera jugar con Jane. Y ese era el sacrificio que ella iba a hacer por David.

"Perfecto, entonces te veré allá..." Le sonrió él.

Mas tarde, esa noche, Jane llegó al club y se sentó en una mesa frente al escenario para ver perfectamente cuando David saliera. Un mesero se le acercó, preguntando si iba a beber algo, ella pidió agua y entonces el mesero se marchó, indignado.

Jane iba vestida con un vestido rojo con botones, pensaba que iba bien hasta que las demás chicas empezaron a llegar y entonces se sintió avergonzada. No llevaba maquillaje, ni joyas y su cabello apenas estaba arreglado.

Ella divisó a David con su saxofón en las manos, los demás chicos con sus instrumentos, se presentaron y empezaron a tocar un jazz bastante rápido. Las personas a su alrededor empezaron a bailar, pero ella sólo podía admirar a David mientras tocaba su saxofón como todo un experto, dando pasos al ritmo de la batería.

Él no podía dejar de mirarla, estaba emocionado por su presencia. Jane era estrictamente exigente, por eso la quería aquí, él estaba muy seguro de sí mismo pero no tanto de su banda, y eso era lo que quería oír de ella, la confirmación de algo que ya sabía.


Al terminar la función, David invitó a Jane a un pequeño salón detrás del escenario, en donde podían hablar tranquilamente.

"Estuviste fantástico, David" Le dijo ella con una sonrisa.

"Gracias Jane, mira quisiera preguntarte algo pero creo que este no es el momento adecuado..." Le dice él, mirando al resto de la banda, "Pero creo que por ahora sólo deberíamos disfrutar la noche un poco"

Después de varias botellas de cerveza, David y los chicos salieron del club casi tambaleándose. Él llevaba su brazo alrededor del cuello de Jane, hablando incoherencias y riendo sin parar.

Ambos se sientan en una banca cerca de ahí. La noche era bastante clara y se podían ver las estrellas con facilidad, algo que a Jane y a David les encantaba con entusiasmo.

"¿Crees que alguien alguna vez pueda llegar?" Le preguntó ella a él, mirando la luna llena de esa noche.

"Yo he estado ahí" Le respondió él "Y espero algún día volver..."

Ella lo mira con una sonrisa amplia, esas llenas de emoción, de las que desaparecen al empezar a madurar, una que sólo David pudo traer de vuelta.

Él se acerca a ella y ambos unen sus labios en un tierno beso, luego ambos se miran y sonríen. David recuesta su cabeza en su hombro, entonces ella supo que esa noche no habrían arrepentimientos.

The Stars Of The NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora