1973, Septiembre

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Eran las seis de la tarde, Jane iba sirviendo un poco de té en dos tazas, una para John y otra para ella cuando la puerta suena. Era David.

"Hola Jane" Le dijo al verla "¿Podrías hacerme un favor?"

"Seguro, ¿Que es?"

"Debo salir a dar un concierto y Ángela está obsesionada con que la estoy engañando y, bueno, necesito que tengas a Duncan un rato..." Dijo David, un poco apenado.

"Está bien, no hay problema" Dijo Jane.

"Muy bien, permiteme pasar para dejar estas cosas" David entró para dejar un enorme bolso azul con pañales, biberones, cosas de bebés, cuando ve a John en la sala y queda perplejo.

Jane le había contado algo sobre este hombre, pero había algo en David que le hacía sentirse traicionado. El verle ahí sentado le hacía sentirse mal.

"Hola, me llamo John" Le dijo John, amablemente "¿No le habré visto en alguna parte? Su rostro se me hace muy familiar"

"No lo creo, no..." Dijo David, evitándolo.

En eso, Jane entra en la sala, con el pequeño Duncan cogiendo su mano. A David le dio un brinco el corazón al verlos juntos.

"¿No es hermoso, John? Aw, te amo Duncan" Dijo Jane. Duncan era el único niño que alguna vez le había gustado, nunca entendía por qué a todas las chicas les gustaban los niños, pero siempre supuso que él era la excepción.

"Jane, nunca me mencionaste que tuvieras un hijo" Le dijo John, confundido.

"No es mi hijo, es el hijo de David pero lo cuidaremos un rato, él es un cantante... Seguramente le habrás visto en televisión o en el periódico" Le dijo Jane.

"Ah claro... Por eso su rostro se me hace tan familiar, ¿Que canta usted señor..." Se dio cuenta de que aún no sabia su apellido.

"Bowie" Respondió David "Soy un cantante de Rock"

"Ah, interesante..." John lo examinó un momento.

Eran completamente diferentes, David apenas tenía unos veinticinco años y era salvaje, un cantante de rock y una imagen completamente diferente a la de este hombre de treinta, tranquilo, un abogado que nunca perdía un caso y una persona centrada en lo que había planeado hacer con su vida. Ninguno de los dos entendía por qué Jane se juntaba con el otro.

"Bien, debo irme... Volveré a las diez" Dijo David, le dio un beso a Duncan y luego se fue.

Y David se quedó pensando, ¿Acaso estaba celoso? Pero por supuesto que estaba celoso, y también muy apenado, había arruinado la cita de Jane con ese hombre. Pensaba en si debía decirle algo a Jane... Pero era mejor no hacerlo, estaba Ángela y, al entrar ella en ese cuadro, la perspectiva fue muy diferente.

"¿Pasa algo, David?" Le preguntó su esposa, pasando su mano por sus hombros.

"Nada, todo está bien... ¿Nos vamos?" Enciende su auto y ambos se van en camino al oeste.

The Stars Of The NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora