Jane estaba exaltada, buscando sus cosas por toda su pequeña pieza; Sus cuadernos, sus lapices e incluso su ropa. Se había quedado dormida después de llegar de su trabajo en la noche.
David miraba una y otra vez el teléfono, con sus manos al rededor de su rostro, pensando en Jane y en si debía llamarla o no. A esta hora seguramente estaba durmiendo. Hacía un tiempo que no hablaba con ella y su vida se estaba volviendo un desastre. Se había separado de su última novia, estaba en Londres, sólo y ahora mismo necesitaba un consejo de esa voz tan cálida como era la de su mejor amiga, Jane.
"Bueno, aquí voy..." Se dijo a sí mismo, tomando el teléfono y marcando el número de su casa.
Sonó una vez, luego otra. Jane ya se había ido. Su clase ya había comenzado y, al llegar, no hicieron más que cerrarle la puerta en la cara y pedirle que volviera mañana, y esa vez temprano. Era tan injusto.
Ella sólo se esforzaba para poder pagar la renta de su pequeña pieza y al mismo tiempo los estudios en la universidad -con una gran ayuda de sus padres- Pero ya ni siquiera le veía el sentido. Era casi imposible soportar todo lo que vivió en la secundaria una vez más, ahora peor.
Suspiró lentamente y se dirigió a la oficina principal para pedirle al decano que congelara sus estudios oficialmente. Sus padres se enojarían mucho con ella esta vez, pero ya no le importaba. Ellos no han vivido lo que ella.
Volvió a su pieza, con lágrimas en los ojos. Encendió un cigarrillo y se lo llevó a la boca. Tomó un cuaderno y un lápiz y empezó a escribir un corto poema sobre como se sentía. Eso hacía cada vez que estaba emocionada o triste, desde que David se había mudado a Londres, ya que no tenía a nadie con quien hablar de esto.
Había un chico, llamado Paul que le había invitado a salir, pero a Jane no le gustaba realmente. Él era muy amable y le escribía cartas a pesar de que viven en la misma ciudad, pero a ella nunca le había gustado alguien realmente.
Mientras que, por el contrario, David apenas había salido de su relación con una chica llamada Hermione.
Decidió llamar una vez más y entonces Jane contestó.
"Jane, ¡es David!" Le responde él, emocionado.
"Ah, hola David..." Le responde ella, aunque no tenía ánimos de hablar con nadie.
"Vaya, no sabes cuanto he querido hablar contigo... Me haces mucha falta aquí en Londres, ¿Como te va en Oxford?" Le pregunta, hablando rápidamente.
"Bueno, no muy bien por...." David la interrumpe.
"Mira eh... Tendré una función dentro de poco en Oxford, ya sabes, me gustaría que vinieses a verme y... Bueno, tengo que irme pero espero verte allá, hasta luego..." Le cuelga.
"¡David! Espera... Ugh, diablos" Mira el teléfono "Te quiero mucho..."
David miró a Hermione, quien llegó a su casa gritando y tirando cosas a su alrededor. Él suspiró. Ahí venía una pelea, una vez más.
"¿Crees que podamos hacer un concierto en Oxford?" Le preguntó David a Hermione.
"No lo creo, y mejor baja los pies de la mesa... Siempre haces desorden" Decía ella.
Él iba a encontrar la manera de ver a Jane. Necesita

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The Stars Of The Night
RomancePuedes preguntarle a Jane sobre su vida y no había ninguna parte de esta en la que no se mencionara a David, quien había sido su mejor amigo desde 1963, a pesar de que eran los perfectos polos opuestos su vida se hizo cada vez mas interesante gracia...