Viernes.
Al llegar al aeropuerto, David esperó a Jane en la limosina, mientras que su chofer llevaba un cartel con la luna, Saturno y muchas estrellas que decía que el hombre de las estrellas la estaba esperando, lo cual la hizo sonreír.
"Wow, te ves hermosa..." Dijo David sarcástico al verla.
Jane tenía el cabello arreglado, con el flequillo corto, lo que hacía resaltar sus grandes ojos castaños y perfectamente normales, sus labios eran color rojo fuerte y llevaba un vestido negro hasta la rodilla. Un estilo bastante Retro, a pesar de ser 1970.
"Gracias, ahora uso maquillaje... Creo que eso es lo que suelen usar las mujeres femeninas, ¿No? Bueno, tú lo usabas así que debe ser..." Ella rió.
"Es extraño verte así, estoy acostumbrado a ver tu cabello rojo desordenado y corto y tu cara pálida" Dijo él, burlándose.
"Vale, ya entendí..." Dijo ella.
Al llegar al hotel, Jane deja su maleta en un sillón y David sirve un poco de vino para ambos.
"¿Quieres cenar?" Le pregunta David.
"La verdad es que me gustaría dormir un poco... Estoy algo estresada por algunas reuniones que debo hacer, las tengo atrasadas y... Bueno, es bastante aburrido" Dijo ella, encendiendo un cigarrillo, cosa que se había vuelto una necesidad desde hace algún tiempo.
"¿Ha pasado algo interesante en tu trabajo últimamente?" Preguntó David, dándole la copa con vino.
"Bueno, encontré un componente químico que anula parcialmente los efectos de la marihuana, o al menos eso creo yo... Pero debo seguir haciendo pruebas y tengo varias cosas que hacer antes, tengo varios pedidos y muchas cosas que hacer..." Dijo Jane, pasando una mano por su cabello.
"Debe ser algo bastante duro..."
"Uf, si... ¿Como van las cosas entre Ángela y tú?" Preguntó Jane, dando un sorbo de vino.
"No muy bien, últimamente peleamos sin parar, incluso me pidió que nos separáramos un tiempo y por eso me me estoy quedando acá, busco a Duncan casi cada fin de semana y salimos pero con Ángela las cosas no van muy bien" David suspiró lentamente.
"Entiendo... John se enojó porque vine a verte, está celoso, pero no me importa" Dijo Jane, con una sonrisa rebelde, pintada de rojo.
Jane bostezó, entonces supo que era momento de dormir. David le cedió su cama matrimonial y se fue a dormir en la segunda habitación de su suite.
Sábado.
Jane despertó y fue a buscar a David, quien había salido a ver a Duncan, como dijo en una nota que dejó al lado de su cama.
Fui a desayunar con Duncan, nos vemos a las once en punto.
P.D: el desayuno llegará a las ocho.
Jane miró el reloj, eran las nueve y media. La comida estaba en una mesa frente a ella.
Después de desayunar, bañarse y vestirse, decide llamar a John, para confirmar que todo esté bien.
"¿Llegaste apenas ahora?" Le preguntó su prometido, al otro lado de la línea.
"Llegué ayer en la noche pero..." Él la interrumpió.
"Te pedí que me llamaras cuando llegaras a Suiza, Jane" Dijo él, molesto.
"Si querido, pero lo olvidé, lo siento" Se disculpó ella.
"Apuesto a que estabas muy ocupada con David para hablar conmigo" John tenía las mejillas rojas.
"¡Yo no me he acostado con David!" Gritó ella, indignada.
"Como digas, es bastante tarde, debo irme, diviertete en lo que sea que hagas" Colgó abruptamente.
Jane estaba sumamente enojada, se sentía abrumada por todo lo que su prometido, la persona que la amaba mas que a nadie en el mundo, le estaba acusando de engañarlo. Enciende un cigarrillo y luego sale al balcón, en eso llega David.
"Al fin despiertas, ¿Quieres dar un paseo?" Le pregunta David.
Se acerca al balcón y la ve con la mirada perdida y el ceño fruncido, pensativa, sus labios estaban rosados fuerte, naturales y sus mejillas coloradas.
"Jane..." Toca su hombro.
"Ah, David... No te oí entrar" Dijo ella, al verle.
"¿Pasa algo?" Pregunta él.
"Sólo estaba preocupada por, ya sabes, las cosas del trabajo" Dijo ella, ocultando su enojo por la pelea que acababa de tener con John.
"Quería saber si te gustaría dar un paseo..." Dijo él.
"Sólo si vamos al parque y..." Ella se dio cuenta de que había pasado por alto un importante detalle "¡Feliz cumpleaños, Hombre de las estrellas!" Dijo dándole un fuerte abrazo.
"Gracias, querida Jane" Dijo él.
Ambos salieron del edificio, encaminándose a un parque con hermosas flores de colores, al centro de la ciudad. David y Jane se sentaron en la grama y, justo como siempre, se quitaron los zapatos y sintieron el frío en sus pies.
En la noche, fueron juntos a un club a bailar, fumar y beber un poco. Si tan sólo John supiera esto ya hubiese gritado el nombre de David y le habría golpeado en la cara, Jane nunca le dijo que iría a bailar, tampoco le comentó nunca que ambos salían a clubes nocturnos.
"¿Crees que ya debamos irnos?" Le preguntó David, cuando ella le pidió que se fueran.
"Si, vamos..." Jane le tenía una sorpresa a David en el hotel.
Al llegar, David vio un pequeño pastel con exactamente treinta velas, a su lado una caja de cerillos y una botella de champaña en una cubeta de hielo.
"Bueno, no es tan divertido como una fiesta con tus compañeros, pero me pareció algo necesario... Ahora, sopla las velas y pide un deseo" Decía Jane, encendiendo las velas, lentamente.
David sonrió, Jane era la mejor persona que había conocido alguna vez en su vida. Sopló las velas y deseó vivir el resto de su vida junto a ella.
Jane abrió la champaña y la sirvió en dos copas. Las chocaron y bebieron un poco.
Empezaron a hablar un poco y David hizo reír a Jane, se acercó a ella y le dio un beso, de esos que siempre terminan una noche juntos.
Jane lo miró y luego se sintió culpable, recordó a John.
David la tomó por ambas mejillas y le dio otro beso, luego los dedos fríos de Jane pasaron por su rostro lentamente desde sus ojos hasta su pómulo.
"¿Que debería hacer ahora?" Preguntó Jane, al separarse.
"Dejarte ir..." Le dijo David, acercándose a ella.

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The Stars Of The Night
RomancePuedes preguntarle a Jane sobre su vida y no había ninguna parte de esta en la que no se mencionara a David, quien había sido su mejor amigo desde 1963, a pesar de que eran los perfectos polos opuestos su vida se hizo cada vez mas interesante gracia...