Desde hacía más de un año, David había estado luchando contra el cáncer de hígado, el cual se le había diagnosticado en su segunda etapa. Él sabía que este era el final, así que había empezado a sacar esas canciones que tenía preparadas desde hace un tiempo, un nuevo álbum.
David ya estaba cansado de estar en el hospital, rodeado de aparatos molestos y que todos se estén preocupando por él, como si en cualquier momento fuera a morir, aunque cada vez que lo pensaba, se dio cuenta de que sí iba a morir.
Mientras que Jane estaba cada vez mas afligida por eso. No soportaba la idea de vivir en un mundo en el que su amante no estuviera, la idea de que al despertar no sintiera su tibio cuerpo a su lado, de no tener nadie más con quien hablar ni nadie a quien abrazar en esos momentos difíciles. Sabía que su esposo ya no quería quedarse pero en este momento prefería ser egoísta y desear que se quede un rato más.
"Toma David, aquí está tu jugo" Le dijo Jane, entregándole un vaso con jugo de frutas.
"Gracias querida" David estaba escribiendo otras canciones. Las ideas venían a él casi igual que el oxígeno.
"¿Estás bien?¿No necesitas nada más?"
"Mira esto... ¿Te gusta?" Le mostró su cuaderno.
"Esa letra.." Jane sabia que la letra era sobre cómo la amaba y lamentaba dejarla "Está genial..."
Los ojos se le aguaron y lo miró sonriente. Una canción llamada
Lazarus estaba plasmada en la hoja, junto a un par de notas al rededor."Será para el próximo álbum" Le dijo él.
"¿Para cuando saldrá Blackstar?"
"El ocho..." Le dijo él.
"Será como una especie de regalo para ti mismo, ¿No?" Ella le sonrió.
"Ese no importa... Estoy ansioso por leer lo que vas a regalarme este año" Dijo David.
"¿Como sabes que voy a regalarte un libro?¿Como no sabes que será otra cosa?" Ella se acercó a él, sonriente.
El cabello de Jane era teñido de naranja, como su color natural, algunas raíces blancas se asomaban pero Jane aun no quería dejarse el cabello de blanco, sus labios eran un poco menos gruesos y sus mejillas pálidas, como siempre.
"Sabes, aun pienso que te verías hermosa en tu cabello plateado" Dijo él, "No necesitarías pintartelo"
"Sabes lo que opino al respecto, ¡Me veré como una anciana! Y soy la esposa de David Bowie, debo lucir estupenda" respondió ella.
"Sabes Jane, tenemos sesenta y ocho años, creo que ya eres una anciana..." él reía.
"¡Basta!¡Tomate tu jugo y ya!" Entonces ambos rieron.
Después de una pequeña reunión entre familia de el cumpleaños de David, Jane le entregó una caja decorativa con un lazo, dentro había otro libro escrito especialmente para él. En este había algo diferente. Le decía cómo se sentía con su condición y le revelaba su enorme miedo a perderlo, sus mayores temores sobre lo que podría pasar con ella y en todo momento expresando su cariño hacia él.
"Lo sabía" Le dijo él, sonriendo. Puso el libro junto a su cama para leerlo en la noche, justo antes de dormir.
Entonces, la noche siguiente abrió el libro y empezó a leer las escrituras de su esposa, hasta que el sueño empezó a ganarle. Lo dejó junto a su cama, como siempre, dejando sólo unas tres paginas para terminar de leerlo.
"Aún creo que deberías publicar un libro... Ya sabes, cuando me vaya" Le dijo David a Jane.
"Me siento tan estúpida... Me he vuelto completamente dependiente de ti, no sé que haré cuando no estés y ni siquiera quiero pensarlo, no tienes permitido rendirte... No puedes irte y dejarme sola, David nunca lo hubiera hecho" Respondió ella.
"He tratado de quedarme, de seguir luchando, aunque sé que estos son los últimos capítulos de mi historia y, sabes, a pesar de todo no me arrepiento de nada y me alegra que hayas sido una de las protagonistas."
"¿Como sabes que éste es el final?¿Como puedes estar tan seguro?" Ella le preguntó, a pesar de que ya sabía la respuesta.
"Todos de alguna manera sabemos cuando ya nuestro cuerpo no soporta una situación, entonces colapsa. O muere."
"No quiero que me dejes David, nunca" Le dijo ella y lo abrazó.
"Ya deberías saberlo Jane, yo me destruiría completamente sólo para curarte... Me partiría en mil para recoger todos tus pedazos, te amo más que a nada y nunca te haría daño" él le dijo.
"Pero ya lo harás y ni te darás cuenta.." le respondió.
El plan de David había sido terminar el libro, pero no alcanzó a leer la parte en la que Jane finalmente se despedía de él, aceptando así que él podía irse y ella estaría bien con eso, a pesar de todo el dolor que sabría que vendría.
David murió esa noche, en paz, junto a la mujer que alguna vez llamó "su muerte".

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The Stars Of The Night
RomancePuedes preguntarle a Jane sobre su vida y no había ninguna parte de esta en la que no se mencionara a David, quien había sido su mejor amigo desde 1963, a pesar de que eran los perfectos polos opuestos su vida se hizo cada vez mas interesante gracia...