◇Los Elementos◇

El Rayo.

Mi nombre es Jordan Cooper, tengo 20 años :]
Vivo en Montana, con mi madre Erika y mi padre Santos, y mi cachorro Max.
Mido 1.85, Cabello Rubio, Ojos del mismo color, tez blanca :)
Soy alguien muy alegre, energico, dulce, sobre protector y Pacífico la mayor parte del tiempo.

Y yo, Jordan Cooper, soy El Rayo.

Desde niño, controlo los rayos/truenos, como desees llamarle, puedo hacer que una lluvia pacífica se vuelva la tormenta eléctrica mas aterradora que podras presenciar, las corrientes electricas son mis amigas, podria hacer una lluvia de rayos con mis manos, siempre he pensado que es muy divertido poder cargar objetos sin tener que esperar, pfffff solamente he estropeado unos cuantos, ya hablando seriamente, mi poder es el mal letal y poderoso de los elementos, pero todavia hay alguien que me supera, ella poder es letal y hasta el mas macho tiembla ante su presencia, pronto la conoceran...

Mi abuelo me hablo sobre la leyenda, de donde provienen mis poderes, de las cosas que me persiguen, si, esas mismas, las sombras, mi abuelo me entreno y aprendi a utilizar mis poderes casi perfectamente, se estaran preguntando ¿como tu abuelo sabía sobre todo esto? Pues el era un guardian mitad humano...

A mis 11 años, las sombras llegaron y se llevaron a mi abuelo, y, a mi hermanita...

Sin piedad a una niña tan dulce y amorosa como ninguna, se la llevaron frente a mis ojos, luche y luche lo mas que pude pero no fue suficiente, ellas salian de los espejos y lugares oscuros, yo corría de un lado a otro atravesandolas con rayos, pero llegue a mi limite y aun con mi vicion borrosa, presencié como se la llevaban entrando a los espejos.

Estaba asustado y cansado, muy cansado, solo cai en un sueño muy profundo.

Desperte sudado, pensando que todo había sido una pesadilla, pensando que no se llevaron a la niña de mis ojos, pensando que la volveria a acunar y a contarle historias antes de irse a la cama, pense, pero no todo lo que se piensa y desea puede ser posible, aveces el deseo no es suficiente, tienes que luchar con tus propias manos, algo que no fui capaz de lograr.

Me encontraba en una habitación amarilla, preciosa y lujosamente antigua, sali de mi habitacion, pero unas manos me impidieron el paso, cuando levante la vista era un angel, bueno una mujer preciosa con unas alas que asombraban a cualquiera que las vea, me tomo la mano y empezamos a caminar por los largos pasillos del castillo, con ella sentia una tranquilidad que me hacia sentir confiado, como si nada ubiera sucedido, como si la armonia y paz me inundaran.

Llegué a un salon gigante, de muchos colores, en el centro un bello trono de oro con el nombre Uriel en el, alrededor, séis tronos de tamaño menor del mismo oro, cada uno con un cristal de color, entonces entro un hombre un tanto mayor con cinco niños caminando a su lado, cuando me vio se sorprendio y camino hacia a mi, ordenandoles a cada uno que esperará.

-pero si es el buen Jordan-dijo con una voz que teanmitia sinceridad y fuerza- eres el ultimo, ahora podemos empezar

Es el-pensé- es el rey Uriel, el encargado de nosotros, los elementos, por lo que me imaginé, esos niños, son los demás.

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~Nicole :B