Y ahí estaba él. Tan roto por dentro como lo aparentaba, esta vez no había nesecidad de escoderlo, la verdad, no sabía si la había, pero no le importaba.
Sebastián lo acompañó hasta el último momento, en silencio observando como abrazaba aquel cuerpo vacío y frío. Solo observando la manera en la que lidiaba con la situación, y no dijo ni una palabra.
Estaba ahí tan vulnerable y transparente. Era como si el viento hubiera atravesado su coraza tan fuerte y obstinada, destruyendo todo en su interior.
Sus padres se enterarían de la misma manera que los demás humanos, fue un accidente, una autolesion, un asalto, un animal salvaje...
Le enseñaron muchas cosas, pero no incluyeron como sobrevivir a esto. Mentiría al decir que nada fue más difícil para él que lidiar con Claudio, por que nada va a ser tan difícil. Puede que viva muchas cosas. Pero nunca serán con la persona que le enseñó lo que es un hermano, la confianza, el cariño...
Como vivir sin una persona, que se llevó una parte de ti, por que cuando la veías, notabas a un complemento de tu vida que difícilmente volverá.
Como amar, como aprovechar cada minuto, por que el tiempo nunca es suficiente. ¿Por qué no enseñan esto en las escuelas? Estos son los verdaderos obstáculos en la vida.Claudio reaccionó igual o mucho peor. Lloro durante días, sin que nadie le viera. Brais se consentraba en entrenar, por que rompió una promesa ya. Y no lo volverá a hacer, el va a luchar por él, y cuidará bien de quienes ama, para no morir en soledad.
Brais siguió en busca de un hogar, por que cuando entraba a la casa de playa, no. Ese era el hogar de Ethan y suyo. Pero ahora no era más que una casa. Tan vacía como su vida.
Buscó durante mucho, en su camino ayudo a toda persona que le necesitará. Intentando tapar la culpa que cargó a todos los lugares.
Sebastián y Uriel se mantuvieron al tanto de sus pasos, dijeron que si algún día necesitará de ellos, no dudará en ir. Pero si intentaba entrar con una intención impura, lo sabrían y ni los mismísimos dioses los detendrían de encadenarlo a lo más profundo del infierno.
Pasaron dos años, quizá un poco menos de estos.
Sebastián y él, se hicieron buenos compañeros, Sebastián le informaba el entrenamiento dado a Los Elementos y Brais le contaba como entreno él.
Brais estaba completamente fascinado por "Zoe".
No por que la conociera personalmente refiriéndose a un atractivo, si no por su historia, una trágica historia, que en algún punto coincidía con la suya, él no se daría cuenta, hasta que mencionaron la adopción de la chica elementos. Entonces se dió cuenta, de que sentía una necesidad enorme de mirarla, ver por él mismo quien erá y averiguar si realmente, es la Zoe, que él recuerda.Sebastián le convenció de Subir al reino, pero ninguno de los elementos sabría que además de ser un Elemento mitad Guardian con el deber de protegerlos. También era el príncipe sombra.
Llegó al palacio y pasaron tres días sin que ningún elemento notará su presencia, entonces se dió cuenta de que necesitaban hacer algo con la rutina de entrenamiento.
Se dedicaba a observar, Uriel le dejo un Fiel como a los demás elementos, realmente no se le dejo, se le dió la opción, por que sería un felino salvaje con apariencia de Gato. Brais no esperó a que se le otorgarán Alas a "Yogo" el mismo se las dió con magia negra, empezaba a controlarla. Pero se negaba a utilizarla en un verdadero combate, dependiendo de los mismos poderes que esos bastardos. El recuerdo de Ethan, era simplemente tormentoso, y al parecer su rutina, como le hubiera gustado que él mirase aquello.
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◇Los Elementos◇
FantasyMe gustaría saber como es...Una vida. Y tu...¿Crees en la magia? ¿Que tal si te digo que te la mostraré? Muchos dicen que esto es la mayor Bendición, pero...se equivocan, a sus ojos poseer poder lo es todo, pero a los mios no... Esto es una maldició...