De Camino.

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Desperté como todas las mañanas, pero con una emoción fuera de lo común.

¡Hoy es el gran día! No lo puedo creer.

Vi mi reloj y note que había despertada antes de lo previsto, me puse de pie mientras Max se despertaba de igual manera saltando de felicidad, Aston por otro lado al parecer esta demasiado cansado para repetir la acción de Max.

Camine hasta la ducha mientras despojaba mi ropa.
El agua que recorría mi cuerpo era relajante, tanto que podría jurar sentir como todas las preocupaciones de la vida se van con el paso de esta agua.

Al terminar una ducha muy larga, salí observando la ropa que eleji para este día apenas anoche, consiste en un Short Acuá, una blusa holgada color crema la cual en el centro tiene la frase "Be free" que en español es "Se libre", unos zapatos cerrados del color de la blusa y algunos accesorios.

Al terminar de vestirme, sali de la habitación para luego bajar las escaleras encontrandome con Sebastián.

-¿Te vas cierto?-pregunto mirandome de pies a cabeza.-

-En unas horas-afirme con un rastro de emoción en mis palabras mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.-

-Ten mucho cuidado-dijo mirando mis ojos mientras suspiraba-me alegra saber que es Brais quien te acompañara.-

-Claro que si, no hay de que preocuparse-dije tranquilizandolo mientras me miraba fijamente-yo también me alegro.-

-¿Sabes? También me alegro mucho el saber que es el quien cuidará tu corazón-dijo mientras colocaba un mechón de mi cabello tras mi oreja.-

Senti un leve rubor subir a mis mejias, pero por alguna razón sonreí sin vergüenza alguna.
Brais...el me hace sentir como jamás me he sentido.

-Se que no es malo como dicen-dije mientras esperaba una respuesta positiva.-

-Ellos no conocen la nobleza de Brais, y es entendible, la Oscuridad tiene la mala fama de ser el mal, pero Brais a roto las creencias-dijo mientras un alivio recorrió mi cuerpo, Sebastián entiende bien lo que siento, y es que cuando miro a los ojos a Brais no veo maldad alguna.-

Estaba por responder cuando Brais bajo los escalalones mientras cantaba en voz baja una melodía.

Viste unos jeans negros, junto a una camisa roja sin ningun tipo de frase en ella, junto a unos zapatos blancos...su cabello negro despeinado que lo hace ver muy atractivo.

-Muy Buenos días pequeña-Saludo son una sonrisa, al parecer esta igual de alegre y emocionado que yo-Buenos días Sebas-dijo saludando a Sebastián mientras caminaba hacía nosotros.-

-Buenos días-conteste con una sonrisa.-

De igual manera saludo Sebastián.

-¿Lista?-pregunto mirandome mientras tomaba mi mano y un cosquilleo recorre mi cuerpo.-

-Más que nunca-conteste emocionada.-

-¿Te parece si desayunamos?-pregunto caminando hacia la cocina.-

-Esta vez cocino yo-dijo Sebastián mirandome con una sonrisa llena de ternura mientras Brais volteaba a verlo sorprendido.-

Luego de comer la exquisita comida de Sebastián, el se retiró, pues nesecita hablar con Adrian, aprovechando pedi que se despidiera de el por mi.

Ambos subimos a nuestras habitaciones, yo por mi lado entre a el baño para seguidamente cepillar mis dientes, tome mis maletas con intención de bajarlas, pero pesan demasiado como para cargar las tres.

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