Red Moon

Olor a bosque

[Capítulo editado 04/02/2021]

[Elisabeth]
Una noche más en mi club, otra noche perdiendo el tiempo, aunque teniendo en cuenta que nací en el siglo XVII mi tiempo no vale nada. Estaba aburriéndome viendo a aquella mujer bailar para mí. Era muy guapa y olía exquisito, pero después de tantos años estaba hasta las narices de absolutamente todo, incluso de alimentarme de sangre.
- Tienes la noche libre, puedes irte - le dije a la chica y me levanté arrojando el cojín al suelo.
Salí a la sala principal y vi que estaba llena, como cada noche. Incluso las mesas de las cenas en los balcones estaban hasta arriba. Perfecto, al menos mi negocio si iba bien.
- Perdone mi señora, pero ha surgido un pequeño problema en la entrada - me dijo uno de seguridad - ¿Qué desea que hagamos? ¿Llamamos a la policía o les dejamos ir?
- Vamos a ver que pasa, estoy aburrida.
Fuimos hasta una sala que teníamos cerca de la entrada al club, para los típicos niños que intentan colarse pensando que son más inteligentes que nadie, ahí esperaban a la policía o cuando estaba de humor hacía otras cosas mucho más interesantes con las chicas.
Abrí la puerta y lo primero que sentí fue ese olor a perro apestoso inundar mis fosas. También capté otro olor, uno que no me era tan desagradable, incluso diría que me atraía. Me sonaba a algo aquel olor, pero no lograba recordarlo. Tras cerrar la puerta al entrar vi a cuatro críos sentados, tres chicos y una chica. Supe de inmediato quien era el cachorro apestoso, y le dije a un guarda que lo echase del local, no quería problemas con los lobos. Los que quedaron, dos chicos humanos que empezaron a lanzar miradas de coqueteo hacia mi y la chica del olor a bosque húmedo, a cielo gris y lluvioso, con solo olerla podía imaginar ese paisaje ante mis ojos y me quedé totalmente intrigada ante qué era esa criatura que estaba delante de mi. Me sacudí mentalmente y volví a la realidad, tocaba montar el show.
- Bueno niños, ¿os habéis divertido?¿No?¿Os pillaron? Que lastima...no habéis tenido la oportunidad de ver a las nenas desnudas bailar, pero oye hay algo bueno en en todo esto, los demás veremos como bailáis vosotros, ya que desde que he entrado no habéis parado de lanzarme miradas, quiero que me conquistéis caballeros. Desnuda a estos dos - mandé a mis hombres, los cuales en un santiamén les arrancaron la ropa.
-Venga, a bailar -  dije mientras me sentaba en una de las butacas de la sala, pero ninguno de lo dos se movía-He dicho que bailéis, no me hagáis esperar - dije sintiendo como mis ojos se volvían rojos. Los dos chicos empezaron a bailar torpemente. Mientras lo hacían puse mi mirada sobre la chica y la pillé riéndose a escondidas - ¿De que te ríes? Serás la siguiente.
- Yo creo que no.
- ¿Ah no? James, desnúdala.
Cuando el joven vampiro puso sus manos encima de sus hombros ,la chica en un movimiento rápido le aplastó la cabeza contra la pared, y de un gran salto salió por la ventana abierta. Sin perder ni un solo segundo salí tras ella, nadie se escapaba de mi, nunca, y esta criatura me acababa de regalar una noche espectacular de cacería. 

Recorrí media ciudad tras ella, lo que confirmaba que ella definitivamente no era humana. Subí al tejado de uno de los edificios, y pude verla, se dirigía hacia una calle sin salida, estúpida cría, no conocía la ciudad. En silencio me dirijo hacia la calle sin salida, bajando por la pared para cerrarle la salida. Te tengo. Ella al darse cuenta de que estaba atrapada se dio la vuelta y me enfrentó, colocándose en una posición de ataque mientras daba pasos hacia atrás, chocando al final con la pared. ¿De verdad pensaba atacarme?
- Hola, cuanto tiempo - saludo con una pequeña reverencia. Estaba extasiada con esta cacería de ese ser con un olor tan exquisito.
- No te acerques.
- ¿Por qué te escapaste? Iba a tratarte bien.
- Aléjate - empezaba a gruñirme en respuesta.
- Hueles raro, diferente, ¿Qué eres? Porque está claro que sabes quien soy yo, me siento en desventaja ahora mismo - dije con falsa pena en mi voz mientras me acercaba más y más a ella, hasta que nos separaban solo unos pocos centímetros.
Levante la mano solo para apoyarme en la pared, pero entonces vi como aparecía un brillo azul en sus ojos y lo siguiente que sentí fue un horrible dolor en el hombro. Perra, me había mordido, y dolía un dominio, ¿desde cuando me duelen a mi nada? Mi cabeza entró en un pequeño shock durante unos segundos. Cuando me recuperé ella ya no estaba. Me apoyé contra la pared respirando profundamente, sintiendo como me quemaba el hombro, ¿Era acaso veneno? 
Volví al club y todo estaba como lo había dejado. En la sala vi que los dos humanos seguían ahí, sentados.
- Dejad que se vayan. Me voy - pero antes de irme me percaté de que el cuerpo de James, el jefe de seguridad del club, seguía en el suelo sin vida - Quemad el cuerpo de James.
Como pude disimulé el dolor y me fui hasta mi coche, iba a ser una noche larga curándome.