Mía

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[Capítulo editado 04/02/2021]




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[Ana]
"Cada día aquí, a las ocho de la noche" joder, yo no era un perro para seguir sus instrucciones. Vale, mala comparación, pero me habéis entendido. Ella tenía razón sobre todo lo que decía, que tenia que tener cuidado, que no me descubran, todo eso esta muy bien pero ¿por qué hace todo eso por mi? Es un vampiro y yo un lobo con sangre única, pero no, en vez de matarme y tener el placer de beberse mi sangre, ella todo lo contrario, a lo mejor todo era una trampa, seguro que lo es. Tengo que tener más cuidado porque un poco más y me veía confiando en ella, es una trampa, una trampa, una jodida trampa...
- ...una trampa..
- ¿Qué es una trampa Ana?- dijo Silia interrumpiendo mis pensamientos.
- Joder no te acerques tan sigilosamente, casi me da algo.
- Bueno si muy bien, ahora, ¿Qué es una trampa?
- Nada, solo estaba pensando. Oye ¿Qué le pasa a Greg? Un poco más y se podría decir que me ha regalado.
- No lo se cielo, intenté hablar con el pero me dijo que no era asunto mío, espero que no se haya enterado de que eres.
- Mira te voy a contar algo, vas a alucinar mucho y te vas a enfadar pero es importante que lo sepas... -  le empecé a narrar con todos los detalles lo sucedido con Elisabeth desde el bosque hasta la noche de ayer.
-Estoy confundida Ana, podría decir que es una trampa y lo que quiere es tenerte sólo para ella por tu sangre, pero eso de que te haya curado la pierna y el suceso, bueno ese suceso de la cabaña - se rio con eso último- me confunde. Solo te digo una cosa: ten cuidado, ahora estas más jodida que nunca, ahora tienes que vigilar tanto a Greg como a Elisabeth.
- Si mujer tranquila - dije abrazándola- tendré cuidado.

Se durmió en mis brazos y yo me dormí con ella. Estuvimos mimosas toda la tarde, ella estaba demasiado preocupada y no quería dejarme sola ni un segundo. Todo iba bien hasta que llamaron a la puerta. Fui a abrir y me encontré con Greg.
- Ana ¿sabes que esta noche tienes que ir no? - me dijo sin ninguna expresión en el rostro.
- Lo se, lo recuerdo mejor que nadie.
- Muy bien, adiós.
- ¿Has hecho todo ese viaje solo para decirme eso?- pero él ya no escuchó esa pregunta, se fue dando un portazo.
- Oye Ana - dijo Silia - ¿Desde cuando Greg es tu secretario?
- No entiendo nada ,es irónico pero me sentía mas segura ayer al lado de esa mujer que aquí en la cabaña después de la visita de Greg.

Silia se quedo un par de horas más y después se tuvo que ir. Yo me dispuse a prepararme para irme al club. ¿Que se suponía que iba a hacer allí toda la maldita noche? Me puse mis vaqueros grises ajustados, una camiseta blanca y mi chaqueta de cuero, como no. Me maquille un poco, lo mínimo, cogí mi casco, mi moto y fui hacia lo desconocido.

Cuando llegue aparqué en el sitio del otro día, no quería llamar la atención. Cuando me acerqué a la puerta los dos armarios me dejaron pasar sin decir ni una palabra. Dentro todo seguía igual pero esta vez el ambiente no era rojo sino azul, lo agradecí, el rojo me ponía muy nerviosa. No sabía a donde ir ni que hacer, en fin, si alguien me necesita me encontrará, yo no pensaba buscar a nadie, así que me fui a la barra.

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