[Capítulo editado 04/02/2021]
[Ana]
Pero ¿Qué acababa de pasar?¿Como he podido ser tan cría ? Apoyé mis manos en la pared y fui bajando lentamente hasta sentarme en el suelo. Lo único que quería era devolverle el favor a Elisabeth por la pasada noche, pero cuando pude sentir su sangre limpia, sin restos del veneno se me nubló todo, olvidé donde estaba, con quien estaba, solo quería seguir y seguir. Es verdad que los lobos bebemos sangre cuando cazamos a algún animal, es algo inevitable; la sangre humana no la soportamos, pero la de los vampiros mucho menos, al menos los híbridos como Greg o Silia, pero yo no soy como ellos.
Me levanté algo aturdida aún, y empecé a limpiar la cama de la sangre, esa sangre que volvió a colarse entre mis fosas. Empecé a tener sed, joder, parecía un vampiro en vez de un lobo.
Yo no entendía por qué ella me salvaba la vida, por qué yo la curé, por qué me provocó, por qué no paraba de pensar en ella. Madre mía, era la jefa, era una de las mujeres mas temidas tanto en mi mundo como en el suyo. Y a pesar de todo ella me ¿cuidaba? Estoy muy confundida.Me pasé la tarde en la cabaña arreglando la puerta que cierta mujer arrancó de una patada, y por la noche pensé en salir a ver a Silia.
- ¿Cómo estas cielo?¿Como fue la visita al Club? - me preguntó preocupada.
- Pues más o menos, vine, di el mensaje y me fui - no iba a revelarle todo lo que pasó, aunque sabia que podía confiar en ella y que tarde o temprano le acabaría contando todo - Y vosotros ¿encontrasteis a los demás?
- Si tuvimos suerte, aunque todos están heridos y la tía Dalma esta cuidando de ellos en su cabaña.
- ¿Tía Dalma? Esa mujer me da miedo, cuantos años tendrá, ¿doscientos? - reí
-Uno más uno menos, que más da - se echó a reír conmigo y me abrazó - estaba muy preocupada cuando desapareciste.
- Lo se cielo, pero aquí estoy.Pasé la noche con Silia, no quería estar sola y estar entre sus brazos me hacia sentir segura y en paz, era como mi hermana.
Pasaron días y no hubo ninguna otra novedad, hasta que llego el momento de la reunión. Ahora tocaba en su territorio, en la mismísima discoteca.
Solo fuimos cuatro, Silia, Greg, su mano derecha Alexander y yo como la portadora del mensaje, aunque no entendía que pintaba yo ahí. Llegamos ahí y ya nos esperaban un par de armarios con patas, los del otro día. Con caras de asco nos guiaron adentro, pero esta vez no fuimos a la sección de los sofás sino a una sala bajando las escaleras. Cuando se abrió la puerta un olor a perfume caro me acaricio la cara, me puse nerviosa enseguida. En la sala había una gran mesa circular, con cinco vampiros sentados y con Elisabeth en medio. Había un par más de pie dispersados por la sala, estábamos totalmente expuestos.- Buenas noches de nuevo Greg, espero que la charla de hoy sea más tranquila - canturreó muy tranquila con su suave y sexy voz - Cuanto tiempo Alex, ¿Cómo te va? Tu y las chicas podéis sentaros, a ti Greg te quiero de pie - ya estamos con las condiciones y la tensión era infernal. Greg gruñó pero no dijo nada, Silia y Alex se sentaron lentamente, yo seguía de pie y no estaba segura si sentarme o no, eso me daba muy mala espina. Levanté la mirada hacia Elisabeth la cuál me miraba con una sonrisa esperando a que me sentara. Para mantener un poco la compostura no aparté mi mirada hasta estar sentada y apoyada contra el respaldo de la silla. Finalmente rompí el contacto porque no podía aguantar más. Ella se echó hacia atrás en la silla y cruzando sus largas piernas miró a Greg con expresión seria.
- ¿Qué fue todo eso que montaste el otro día?
- Me provocaste- gruño Greg
- Yo no provoque a nadie, solo dije la verdad y esperaba que tú lo solucionaras. Me estoy cansando ya de todo esto, o hay trato de verdad o habrá guerra de verdad, no como la pelea del otro día de la cual huiste como un cobarde - el cuerpo de Greg vibraba de rabia.
- Habrá trato cuando dejen de venir vampiros de fuera a cazarnos a nuestros bosques.
- Nadie sabe que hay colonias aquí, no entiendo como han podido aparecer.
- Pues yo sí se cómo, hay un traidor entre nosotros - dijo mirando a un chico que estaba en una esquina mirándonos con aires de superioridad. Elisabeth siguió su mirada y elevando una ceja dijo:
- ¿Tu Peter? ¿Traías a vampiros de fuera a cazar en estos bosques? - el tal Peter paría pensarse la respuesta hasta que su mirada se oscureció'.
- Estoy cansado de estos perros, deberían estar todos muertos, y si tu no haces nada pues ¡llamaré a vampiros de fuera! - le grito, a la jefa, casi lanzándose sobre ella.
- Matad al traidor - dijo ella tranquilamente. En una abrir y cerrar de ojos Peter estaba encima de la mesa mientras uno de los guardias levantaba el puño con la intención de partirle el cráneo. Cerré los ojos fuerte, empezaba a tener miedo de verdad, y cuando los volví a abrir vi a Silia ,Greg y Alex vomitar sangre en la mesa, mientras Elisabeth tenia la mirada clavada en mi.
- Curioso - susurró y se a que se refería: el olor de la sangre que no me hacía ningún efecto. Bajé la mirada y esperé pacientemente a que se tranquilizase todo. Cuando Greg se recuperó me miró raro al notar que yo me encontraba perfectamente, iba a decir algo pero Elisabeth le interrumpió.
- Ya no hay ningún traidor, ahora, no quiero más niños colándose en mis locales, imbéciles persiguiendo a mi gente y ella - dijo mirándome a mi - vendrá aquí cada noche durante el tiempo que haga falta para arreglar el desastre que hizo en el baño en su última visita.
- ¡¿Que?!- exclamé levantándome - ¡Eso es mentira!
- ¿A si? ¿Vamos y lo vemos?
- Acepto - dijo secamente Greg mirándome con asco. Me quedé helada, miré a Silia la cual estaba igual de conmocionada que yo.
- ¿Eso es todo? Buenas noches. Vamos- nos levantamos para irnos pero una vez más Elisabeth nos interrumpió.
- Ana quédate por favor, tenemos que planear tu trabajo - como siempre sonriendo, con cierta malicia, pero ya me estaba acostumbrando.
Los demás se fueron y ella mandó retirarse a sus hombres, quedando yo a solas con ella.
- ¿Por qué?- le pregunté con la voz débil.
- Debes aprender a adaptarte, ni siquiera pusiste cara de asco cuando mataron al vampiro, y Greg lo notó, necesito vigilarte.
- ¿Por que?- volví a preguntar.
- Se lo que eres.
Mi cuerpo se tensó, y entré en pánico
- Si lo sabes lo lógico sería beberse mi sangre y punto, pero haces todo lo contrario, así que vuelvo a preguntar, ¿por qué?
- Para empezar si te mato sería muy tonto por mi parte, sería un desperdicio beber tu sangre tan solo una vez. Y segundo- dijo acercándose a mi - deja de hacer preguntas y agradece lo que hago por ti. Respecto al tarto, cada día, aquí, a las ocho de la noche, ¿entendido?- dijo acariciando mi mejilla con su aliento.
- Si, gracias supongo.
- Con un gracias no me vale, pero ya encontraré la manera de agradecérmelo - río, una risa suave que me hizo sentir cosquilleo - Vete - dijo señalando la puerta con la barbilla.
Empecé a alejarme lentamente de ella marcha atrás.
- Buenas noches cachorro, mañana volveremos a vernos- dijo atrapando mi mirada.
Giré torpemente sobre mis talones y salí de ahí corriendo.
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Red Moon
Romance[ACTUALIZACIONES LENTAS] *Contenido adulto* Elisabeth-una hermosa y elegante mujer vampiro,jefa del Clan del Norte y dueña de un par de clubs nocturnos de prestigio.Tiene mucho asco hacia los lobos,los odia,pero debe compartir territorio para poder...