- Lluvia cálida -

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Sentía una brisa fresca bajo aquel último rayo de sol. Mis pasos avanzaban y cada sentimiento afloraba. Ya nada importaba, estaba ahí, ante la naturaleza en estado puro, contemplando la más hermosa de las bellezas. Y entonces, entre aquellas ramas repletas de hojas otoñales, apareció y me lanzó esa mirada que solo mis ojos entendieron. Ni aquella naturaleza, ni aquel último rayo de sol pudieron descifrar todo lo que quiso decirme en unos pocos segundos que pararon mi espacio y mi tiempo.

El viento siguió soplando y la lluvia se dejó ver tímidamente por unos instantes. El momento perfecto, la lluvia lo limpiaba todo, hasta los más oscuros recovecos del alma, era ahora o nunca respirar profundamente y expirar para abrir los ojos y disfrutar de aquel preciso momento. Quise mantenerlo en mi cabeza, guardarlo como un recuerdo infinito que jamás pudiese borrarse, y así hice.

Su pelo bailaba con el suave viento que la abrazaba, miró hacia atrás y me sonrió. No había nada más bello, estaba segura. Quizás había perdido por completo la cabeza, pero juré notar que el viento y mi alma decidieron bailar al compás de su pelo...bailaron hasta cansarse, hasta fundirse en sus delicadas caderas, esas que me hicieron perder la razón del porqué y para qué había venido al mundo.

El tiempo se paraba por momentos, pero, ahí fuera, el mundo seguía su ritmo sin observar qué me estaba pasando... 

Y lo disfruté, como una niña pequeña en la playa...

YuanfenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora