Te presionas demasiado, querida.
Te haces la inteligente con frases inspiradoras y, llenas de esperanza y fuerza, pero luego eres la primera que peca. Y de inteligente a veces no tienes ni un pelo.
Déjalo. Ríndete ya. Es absurdo luchar contra uno mismo cuando no quieres cambiar lo que hay dentro.
Qué tristes son las cosas a veces, que te das cuenta de lo que podías haber hecho cuando el vaso ya está hecho añicos. Y siento decirte que, aunque lo pegues con el pegamento más potente, seguirá roto.
¿Qué harías si tuvieras todo el tiempo de este mundo y no importase ni el pasado ni el futuro? Nada. Porque eres una cobarde. Una cobarde que sólo ve su ombligo. Una cobarde que prefiere llorar y dejarse caer. Das asco, amiga.
Siento darte la mala noticia de que la has jodido. El sueño de tu vida, aquel que tanto te estaba costando asimilar que tenías, se te está cayendo de las manos como agua.
Qué pena da tu existencia ahora.
Que tanto eras.
Tanto orgullo había.
Y ahora no eres nada.
ESTÁS LEYENDO
Yuanfen
Short StoryMi vida hecha arte. Mis días hechos prosa. Mis sentimientos plasmados en papel. Disfruta.