S&S. Hilos cruzados. capitulo 3

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Phury:

Es muy poderoso. ¡Maldita sea!

Le gruño mostrándole mis colmillos totalmente extendidos mientras intento moverme con todas mis fuerzas, pero siento mi cuerpo pesado como el plomo, esta maldita sombra está exprimiéndome, sacándome toda la energía del cuerpo, es como si me hubieran enterrado vivo y hubieran aparcado encima de mí una puta apisonadora de cemento.

Cero movimientos.

La ansiedad me corroe por dentro mezclándose con el agrio sabor del miedo. Parece que estoy dentro de uno de esos sueños en los que tienes que correr para salvar tu vida y no consigues moverte del sitio por más que lo intentas. Pero esto no es un sueño, es una maldita pesadilla, no puedo creer que esto me esté pasando a mí, el muy cabrón está jugando con mi mente y con mi cuerpo.

Y las dos cosas le pertenecen ahora por entero.

En la vida me sentí tan vulnerable y expuesto, y ahora estoy aquí, en manos de este puto engendro que me fuerza a permanecer totalmente inmóvil como un maldito pasmarote mientras él hace lo que le viene en gana...

Y por la Virgen Escribana que lo único que puedo hacer yo es quedarme así, esperar...y rezar.

Rezar para equivocarme, deseo equivocarme con todas mis fuerzas, pero tengo la cruda certeza de que está en mi mente abriendo puertas que deberían permanecer cerradas, en cambio las traspasa como si fuera mi dueño, como si tuviera todo el derecho del mundo para pasearse por mis recuerdos... ¡Maldito sea una y mil veces!

¿Qué estará viendo?

No tengo modo alguno de saberlo y la sola idea me repugna, me hunde más en mis miserias, no necesito esto, no quiero que vea lo débil que soy, no quiero que me compadezca...

Y cuando más perdido me siento una idea cruza por mi mente... y dejo de luchar contra él.

Voy a intentar buscarle, encontrarle en mi cabeza y tal vez así poder expulsarle fuera de ella. Intento relajarme, cualquier otra cosa es imposible frente al poder del moro, tal vez luchando con sus propias armas consiga liberarme... de todos mis hermanos yo soy el más capacitado para ello, siempre soy yo el que invade la mente de los humanos y borra sus recuerdos, lo he hecho centenares de veces... me concentro y respiro, expulso el aire lentamente de mis pulmones mientras me relajo y siento como aflojo unos músculos que ya ni siquiera siento y poco a poco consigo el efecto deseado, vuelvo a tomar conciencia de mi propio cuerpo, voy recuperándolo de nuevo y empiezo a notar cómo retrocede.

Justo entonces oigo su voz en mi mente susurrar...

Perdóname...

¡Joder!

Su disculpa me hiela la sangre... ¿Perdonarle? ¿Qué habrá visto para que esté disculpándose ahora? Mierda, no parece el tipo de macho que va por ahí pidiendo perdón, así que debe de haber visto una de mis mierdas monumentales...

Perdóname...

Mientras se disculpa sigue alejándose aún más, y yo me siento tan aliviado... si pudiera llorar, estaría llorando ahora mismo de puro alivio, pero aún no me puedo mover, apenas puedo respirar...

Y es culpa de la sombra....Todo es culpa suya.

Trez se retira, va cerrando los lazos sutilmente, con mucho cuidado, como si quisiera evitar hacerme daño, puedo sentirlo en cada fibra de mi ser y eso me confunde y me cabrea al mismo tiempo, no soy alguien a quién se deba tratar con tanta delicadeza, soy un puto guerrero, joder, y se va a enterar de ello, no le va a quedar ninguna duda al respecto...

Sangre y Sombra. Por S.S. Sprengler y Ehlena Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora