Capítulo 1

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Yanira no es nadie en el mundo, una simple chica que nadie conoce.

Yo soy Yanira.

¿Qué esperar cuando estás esperando?
¿Quién demonios lo sabe?
¿Quién habría sido el estúpido que había inventado esa gilipollez?

¿Qué esperar cuando estás esperando?
Pues si eres optimista, que por lo que esperas ocurra, pero si eres realista, que tu espera acabe pronto y que no sufras más.

Yo soy realista, no me engaño a mí misma, porque ¿para qué? ¿llenarme la cabeza de pájaros y de falsas ilusiones? Paso de sufrir más a lo tonto, mi vida llega suficientemente.

¿El amor?
Eso es otro invento de un gilipollas que no tenía que hacer con su vida.
El amor no existe.
Puedes querer o amar a alguien, pero eso no es amor.
Todo parte de la amistad, puede ser una amistad de amigos, de mejores amigos, de algo más que amigos, pero también una amistad de odio, de mentiras y traiciones.
Todos tenemos amigos, ¿buenos amigos? Poca gente los tiene.
Un buen amigo es aquel que daría la vida por ti sin dudarlo tan siquiera un segundo.
Yo no soy tan afortunada. Tengo buenas amigas, sí, lo sé, pero no creo que dieran la vida por mí, pensándolo bien ¿quién lo haría? Es simplemente la verdad.
No me considero mala persona, pero no creo que nadie me quiera tanto. Yo si que lo haría. Por cualquier persona.

Bueno estas son las mierdas que pasan cada día por mi cabeza.

Soy una chica normal, no tengo nada de especial, por lo menos yo no me lo encuentro. Y que no tenga novio creo que me da la razón.

~ No lo tienes porque no te da la gana ~

Ya lo sé querida conciencia. Pero si que me da la gana tenerlo, pero no quiero que sea uno cualquiera como los otros.

~ Para los otros cualquiera como tú los llamas, tú no lo eras para ellos ~

No poco. Para uno solo fui su juguete durante más de un año, para otro fui una tonta a la que mintió cuánto le dio la gana durante siete meses sin que me diese cuenta, y para el último solo fui su juguete durante un tiempo hasta que se cansó y se fue.

~ Ahí tienes razón, pero Rubén sí que te quería ~

¿De verdad? Pues si lo hubiese hecho no me habría mentido como lo hizo.

~ Adrián no lo hizo y él si que te quería ~

Pero jugó conmigo hasta que pasó lo que pasó y se olvidó de mí en Inglaterra.

Yo y mis discusiones mentales con mi querida conciencia.

No estoy loca, o eso creo, pero a veces mis discusiones mentales con mi conciencia me ayudan a encontrar los pros y los contras de las cosas y decidir qué debo hacer. Aunque a veces mis discusiones mentales no me dan las respuestas y recurro a mis amigas Elena y Sofía.

Estoy en primer curso de la universidad, estudiando Educación Infantil, en la misma universidad que Elena, aunque ella estudia periodismo, y con la facilidad que tiene de meterse en la vida de los demás, me resultaría increíble que hubiese escogido otra carrera.

Llevamos dos semanas de curso, en las cuales mi vida cambió bastante en muy poco tiempo.

Las dos vivimos en un apartamento que está bastante cerca del campus.
Lo podemos pagar a medias gracias a las becas de estudio que nos han dado y algún dinero que tenemos.
El apartamento no está mal, no es gran cosa pero es lo que nos podemos permitir y para las dos está perfecto.

Elena y yo nos conocemos de toda la vida, es ese tipo de amigas que sabes que estarán apoyándote toda la vida.
La amo más que a mi propia vida.
Fue ella quién se enfrentó a mis padres cuando decidimos venir a estudiar aquí.
Mis padres no querían que siguiese estudiando, y menos tan lejos de casa, ellos preferían que les ayudara en el negocio familiar como había hecho siempre, sobre todo mi madre. Mi padre quería que estudiara, pero no que me fuera a la otra punta del mundo como decía él, y ese era el motivo de que se peleara con mi madre casi todos los días.

Odiaba a mi madre. La odiaba.
Nunca me había dejado cumplir mis sueños ni hacer lo que de verdad quería.
Era mi madre sí, pero eso no era motivo para obligarme a hacer lo que ella quería.

Cuando les habíamos dicho que iríamos a estudiar a la universidad mi madre se había puesto como loca y me había preguntado como pagaría los estudios, yo le había dicho lo de la beca, pero mi padre insistió en que me darían dinero cada mes a lo que mi madre se negó y tuvieron una fuerte discusión, que fue el motivo de su divorcio.

Mi madre nunca me lo perdonó, y en parte tenía la culpa, la discusión fue por mí, y es por lo que llevo tres meses sin ver a mi madre ni saber nada de ella, que cuatro meses antes del juicio y la sentencia de divorcio, cuando se pelearon y decidieron divorciarse, se fue a su pueblo con sus padres hasta que cuando acabó el juicio fue a casa de mis abuelos a por sus cosas y se fue, y es lo último que he sabido de ella al igual que mis abuelos, que también me culpaban por lo sucedido.

Mi padre se veía mejor desde el divorcio, se veía alegre, como antes, como cuando éramos una familia de verdad. Dani me llamaba a menudo para decírmelo, y César siempre estaba pendiente de mis mensajes por si ocurría algo.

Cuando éramos una familia de verdad... que bien suena y que amargos recuerdos del pasado vienen a mi mente.

Simplemente la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora