Subo a mi habitación corriendo y medio llorando, siendo completamente consciente de que Marcos se ha dado cuenta de que me he enterado de todo, y puede que Adrián también. Pongo el pestillo y me hecho a llorar. No solo me había mentido. También se había liado con otra. Me había sido infiel.Y la historia se repite.
Un profundo dolor me inunda el alma, como si pequeños cristales afilados se me fueran clavando.
Siento como si mi corazón estuviera hecho añicos y que al más mínimo movimiento esos pedacitos se fueran a desestabilizar y se fueran cayendo poco a poco y uno por uno siendo cada vez más doloroso.Escucho a Marcos llamar a la puerta.
- Yani. Abre por favor. Tenemos que hablar.
No. No tenemos nada que hablar. No tengo nada que hablar con nadie.
Me paso toda la tarde encerrada llorando, y mi móvil vibrando casi continuamente. Marcos había subido más de cuatro veces, pero a ninguna le había contestado ni mucho menos abierto.En un acto inconsciente abro la puerta y vuelvo a la cama. Deben ser cerca de las diez o las nueve, porque ya está todo oscuro. Escucho a Marcos subir las escaleras y esta vez ya no toca a la puerta, simplemente la abre y entra hasta sentarse en mi cama, y agradezco estar de espaldas a la puerta.
- ¿Lo has escuchado?
Asiento sin decir nada.
- Tienes que hablar con él - dice colocando una mano en mi espalda.
- No puedo - logro decir después de toda la tarde sin hablar.
- Debéis aclarar las cosas.
- Me ha engañado... - susurro.
- No sabía lo que hacía.
- Todos somos responsables de nuestros actos.
- Tienes razón.
Me mira. Noto sus ojos clavados en mí.
- Yani no quiere perderte.
- Pues que no haga gilipolleces...
Y una lágrima vuelve a correr por mi mejilla.
- Yani habla con él.
Quiero hacerlo. Quiero escuchárselo decir de sus propias palabras. Pero sé que no lo voy a soportar.
Marcos se levanta al cabo de un rato y escucho como deja algo sobre la mesilla.
- Llámalo, y aclarad las cosas.
Sale y cierra la puerta tras de si.
Quiero llamarlo. Quiero decirle de una maldita vez que vuelva. Porque sé que si se lo digo lo hará. Y es lo que realmente necesito. Me giro y veo mi móvil sobre la mesilla. Lo cojo y veo treinta y dos llamadas perdidas, a parte de otros tantos mensajes.
~ Yani por favor escúchame ~
~ Tenemos que hablar ~
~ Por favor cogeme el teléfono ~
~ Yani no significó nada para mí ~
~ Si ni tan siquiera me acuerdo... ~
~ Yan por favor ~
~ Tenemos que hablar, en serio ~
~ Por favor Yani~
~ Mañana a las doce estaré en el aeropuerto. Si no estás allí entenderé por qué ~
¿Mañana?
~ Conéctate al Skype por favor ~
¿Estoy segura?
ESTÁS LEYENDO
Simplemente la verdad
De Todo¿El amor? Un invento de un gilipollas. El amor no existe. Puedes querer o amar a alguien, pero eso no es amor. Todo parte de la amistad, puede ser una amistad de amigos, de mejores amigos, de algo más que amigos, pero también una amistad de odio, de...