Capítulo 41

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En una hora y media será la dichosa cena. Esa a la que me niego a ir pero voy. Lógico y eso.

Ya he hecho dos exámenes, y solo me quedan otros dos la semana que viene. Entre tardes de estudio y comidas, hemos entregado las fotos en la imprenta, comprado las botellas de un vino, desde luego buenísimo o eso espero por su precio, acabado las invitaciones y fijado la ceremonia completa, que será en el salón de bodas del restaurante, ya que me niego a casarme en una iglesia.
También hemos hablado con el fotógrafo, que ha insistido en ser tradicionales y hacer las fotos después de la boda y antes de ir a comer, en los jardines del restaurante, que la verdad están de escándalo. A solo seis semanas de la boda, solo quedaban los detalles: comprar los anillos, el traje del novio (por el cual irían mañana Adri, su hermano mayor, Marcos y Andrea), que Carmen acabase de arreglar mi vestido, el cual estará listo en tres semanas, pegar las fotos en las botellas, buscar mis zapatos, y miles de detallitos que debería apuntar en un papel para que no se me olvidasen.

Adri había salido a buscar su corbata azul, a juego con mi vestido. Aún no se había mudado, aunque dormía todas las noches conmigo, porque Andrea tenía que esperar a que le diesen un día libre en el trabajo para que pudiese hacer la mudanza.

Al llegar, yo ya estaba lista para irnos, y el tiempo se nos hecharía encima si tardabamos en bajar o cogíamos un atasco.

- El coche de la empresa está abajo, pero tú estas más guapa de lo normal - dice con los muy abiertos.

Se acerca con intención de besarme, pero me aparto antes de que lo haga.

- Si me besas me vas a desmaquillar y vamos a tardar aún más.

- Me da igual.

Y tal como lo dice lo hace. Pero para mi sorpresa, el pintalabios era de los que duran veinticuatro horas, y a penas se notaba que me habían medio devorado los labios.

- Vamos a llegar tarde.

- Culpa tuya por estar tan buena - dice como si nada.

- Anda pasadlo bien, y dale besos a papá de mi parte - dice Andrea mientras salimos.

Una hora después, estoy super nerviosa por la de gente trajeada y guardias que hay antes incluso de llegar a la puerta.

- Vamos a tener que hacernos alguna foto.

- Vale... - digo intentando que no me tiemble la voz de lo nerviosa que estoy.

- Va a salir todo bien, ya lo verás.

Asiento y en nada ya estamos en frente del emorme edificio. Veo flashes al otro lado de los cristales, y un montón de fotógrafos y de cámaras, que aumentan su atención en cuanto salgo del coche.

- Sonríe - dice Adri tendiéndome la mano para ayudarme a salir.

Un montón de luces cegadoras acuden a mi llegada. Me agarro del brazo de Adri nerviosa y él me mira sonriente.

- Vamos aún podemos irnos - digo cuando empezamos a andar.

- Venga Yani - dice con una sonrisa - Sonríe que saldrás mal en las fotos.

Y logra que me ría. A su lado me siento más segura.

Escucho a periodistas decir de todo.

"Adrián Sáenz y su nueva novia"

"El heredero Sáenz con una amiga"

"El chico más guapo del momento"

"La nueva novia del guaperas"

"Una más en la familia Sáenz"

- No les hagas caso - dice Adri con una sonrisa - Solo buscan chicha de la qué hablar.

Simplemente la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora