XII

79 2 0
                                    

"Invisible"

Capitulo XII:

"No sé que duele más si las cicatrices o tragarse el nudo en la garganta al querer llorar."

Su cabello húmedo se pega a su cara mientras toma un humeante café a mi lado. Está perdida en sus pensamientos, hundida en sus problemas. Sus ojos están rojos e hinchados, pues tan solo hacen unos minutos no llora más. Tiene las manos rodeando el envase del café y succiona de la pajilla en la punta de este, la acomoda y sigue con su desayuno.

-¿Mejor?

Ella asiente y cierra los ojos un segundo. Al abrirlos noto esa mirada nuevamente, esa mirada que indica que está perdida, que pide ayuda a gritos. Esa mirada que nadie se toma el tiempo en analizar. Sus ojos miel están casi verdosos y sus labios tiemblan levemente.

-Tienes que desayunar todos los días -le digo suavemente.

Vuelve a asentir quedamente. Sé que no me va a hacer caso, pero vale la pena intentarlo. Sigo bajando y subiendo mi mano por su espalda en un intento de tranquilizarla un poco más. Yo no estoy tomando nada, pues es ella la que no ha desayunado esta mañana.

La lluvia sigue cayendo sobre Georgia, los vidrios están casi empañados y la mirada de _____ se fija en las gotas suicidas, como sus lágrimas. Termina el café y cierra los ojos levemente, como si le doliera.

-Voy al baño -dice suavemente. Se pone de pie y yo me acomodo en mi parte del asiento.

La veo perderse en el pequeño pasillo y se mete en el baño de mujeres. Por más que no quiera, una incógnita asalta mi cabeza. ¿Por qué va al baño apenas termina? Y sacudo la cabeza para quitarla de allí, para que se desaloje de mi mente. ¿Es acaso porqué si? ¿Es bulímica? Cierro los ojos con fuerza e intento despejar mi cabeza, no quiero pensar en aquello. Así que me pongo de pie y después de dejar el envase vacío en la basura, me dirijo al mostrador para pagar lo consumido.

-Listo. -Llega a mi lado y busca mi mano.

Le tomo la mano lentamente y siento el buzo que no nos deja hacer contacto directo. El chico me pasa el vuelto de lo abonado y lo meto en el bolsillo trasero de mi pantalón.

-¿Nos vamos?

Ella alza la mirada para encontrase con la mía. Siento como mi estómago se contrae. Tiene más problemas de los que creí. Es más frágil que lo que pensé.

-¿Adónde vamos?

-¿Adónde quieres ir?

Se encoge de hombros y me mira pensativa mientras caminamos a la salida del café. No tenemos paraguas y si se preguntan cómo hemos llegado, la respuesta es fácil y sencilla.

-------

-No, no, no -me dice cerrando la puerta.

-Oh, vamos, ¿qué te puede hacer un poco de agua?

No está divertida, se nota a kilómetros, pero tenemos que salir del colegio. Afuera sigue lloviendo como si el mundo fuera a caerse a pedazos, ______ tiene que comprender que no tenemos paraguas y hay que salir de acá. Le pongo la capucha de su buzo y le cierro el pequeño cierre hasta la garganta. Ella se queja y me aparta con un leve empujón. Me pongo mi capucha y tiro del extremo de los cordones para encerrarme en ella. ______ ríe levemente.

-Qué tonto eres.

-Tonta tú. -Le doy un suave beso en la punta de la nariz y aflojo mi capucha-. Tienes que correr rápido.

-No quiero correr, me duele la cabeza.

Abro la puerta del colegio y sin escuchar las quejas de _______ la arrastro para saltar los tres escalones de la entrada y comienzo a correr llevándola de la mano, arrastrándola conmigo.

Invisible #MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora