"Invisible"
Capítulo XXXVII: "No necesitas un lindo cuerpo para ser hermosa."
-_____, ya, ya, ya para. -Ruedo los ojos.
-No me hagas callar.
-Si, ya cállate.
Coloca su mano en mi barbilla y me hace verla a los ojos. Su mirada miel es reprobatoria y sus labios se curvan en un morro tierno y sencillo.
-No quise hacerte daño.
-Ya, _____. -Vuelvo a rodar los ojos.
Sus dedos hacen cosquillas bailando por la piel de mi barbilla y lentamente sube hasta mi mejilla.
-No te afeitaste hoy.
Tomo mi mano con la suya y la obligo a quitarla de mi cara antes de que pueda llegar a cometer un error.
-Vamos a clases.
-¿Y si nos vamos a desayunar por ahí?
Una de mis tupidas cejas se alza y una sonrisa divertida se hospeda en mis labios. ______ junta sus manos sobre su estómago y se encoge de hombros.
-Tenemos que entrar a clases, no podemos irnos por cualquier lado.
-¿Por qué no?
-Primero, porque siempre nos vamos. Segundo, porque mamá se enojó conmigo por lo de detención y no quiero que me vuelvan a poner en detención. Y tercero, porque no.
-Porque no, no es una razón.
-Alguien tiene muchas ganas de hablar hoy.
Su tierna risa inunda mis oídos y me hace reír a mí también. El recuerdo de Chaz diciéndome que ella es muy callada y seria ronda por mi mente. Claro que no lo es, solo que él no la conoce en lo absoluto. Miro por detrás del hombro de _______ y no hay ni rastro de la presencia de Chaz.
-A que no sabes -dice _____ sacándome de mis pensamientos. Su mano toma mi codo y me obliga a caminar por el pasillo en dirección al salón.
-Dime entonces.
-Llevo tres días, Justin.
Frunzo el ceño sin comprender. Al no responderle ella alza la cabeza para analizarme mientras entramos al salón. Chasquea sus dedos frente a mis ojos.
-¿Tres días de qué?
Sus ojos dan un tour completo de ciento ochenta grados y luego bufa. Suelta mi codo y camina delante de mí.
-Sin comer.
Mi ceño se frunce aún más mientras la sigo por el pasillo del salón. Por un momento creo estar enojado, pero analizo el tono sarcástico de su voz y me tranquilizo porque eso avisa que no está hablando en serio.
-¿Quieres que te meta un paquete de galletas por la boca? Mira que ni el papel voy a quitarle.
-Exagerado -dice y se sienta en su lugar. Cuelga su mochila en el respaldo de la silla. Me quedo observándola-. Es una broma, bobo.
-Yo sé, boba.
Me regala una de sus más sinceras sonrisas y palmea la silla a su lado. Inclino la cabeza como una reverencia y ella se ríe despacio. Me siento y suspiro. Creo que ya caí.
-Te felicito entonces.
-Lento -dice alargando la palabra. Se ríe.
-No estoy acostumbrado a hablar encubierto.
-No es encubierto, Justin. -Acomoda su cabello sobre su espalda-. Solo es con un poco de discreción.
-Como tú digas. -Ruedo los ojos.
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