No me lo podía creer ¿que hacia ese hombre aquí? Estaba tan nervioso que no pude articular palabra hasta que decidió auto-invitarse a pasar.
–Veo que te las has arreglado para sobrevivir en este mundo con su ayuda ¿eh? – me dijo con voz ronca. No podía moverme, estaba siendo presa del terror. Mis piernas comenzaron a fallarme pero con suerte pude apoyarme en la pared – Has sido un chico muy malo Law ¿como debería castigarte? – sus palabras, su simple presencia hacían que recordara aquellos años oscuros de mi vida. Quería huir lejos de él, pero mi cuerpo no respondía, solo deseaba que él viniera a salvarme como aquella vez – Lo malo es que me dieron ordenes de llevarte de vuelta sano y salvo, no me podré divertir contigo... por ahora – simplemente acaricio mi mejilla.
Su tacto era repugnante, su mano helada me congelaba el interior, solo deseaba que desapareciera de mi vista y que nunca más volviera, ni él, ni sus compañeros, que me dejaran vivir, pero sabia que no seria posible. Me esperaba lo peor en estos momentos pero el timbre volvió a sonar, aquel hombre se separo de mi para ir a abrir la puerta con una expresión de fastidio.
No me lo podía creer ¿Qué hacia él aquí? Tenia que darle cualquier excusa y hacer que se fuera lo más rápido posible si no quería que le pase algo malo, no quiero que otra persona tenga el mismo destino que yo y mucho menos él... ¿Qué me pasa? No lo conozco de nada ¿Por qué me preocupo tanto entonces?
–Parece que llego en un mal momento – no logré descifrar la expresión del joven pelirrojo que estaba en mi puerta y me sentí mal por ello pero si con esto podía hacer que se fuera lejos de aquí no me importaba.
–No, para nada querido amigo, yo ya me iba. Solo había pasado para visitar a mi querido Law – dijo eso acercándose a mi peligrosamente para después besarme y dejarme en los labios ese sabor amargo e insípido que solo él podía dejar en mi.
Se aparto con una sonrisa triunfadora y abandono la estancia. Caí al suelo con una mirada perdida, sin vida, como la que tenia cuando estaba junto a aquellas personas despreciables. Un peludo amigo vino a mi lado para consolarme, solo lo acaricie para que dejara de preocuparse y con mi mano libre limpie mis labios, sentía asco, repulsión por aquel tacto. No pensé mucho más en lo que paso, tenia que atender al muchacho en mi puerta.
–Disculpa por lo que paso... yo... yo en realidad no sabia que... – no pude terminar mi frase porque un, algo molesto, chico me interrumpió.
–Solo vine a dejarte tus llaves, se te cayeron en mi coche. Deberías cuidar más de tus cosas – me regaño mientras me lanzaba el llavero que ayer no había logrado encontrar, sin pensárselo mucho se marcho dejándome pensativo.
Lo único que atine a hacer fue ir tras de él con los pies descalzos, no sabia porque, pero mis piernas se movieron solas hasta llegar a su altura y con un agarre logre pararlo. No sabia muy bien porque mi cuerpo me hizo hacer aquello, no sabia como continuar, pero tampoco quería que él se fuera después de lo que paso, quería que se quedara conmigo y "consolase" de alguna manera. Aunque creo que con solo su presencia estaría bien.
–Este... Eustass-ya yo... – ¿Qué ibas a decir? "Quédate conmigo tengo miedo de que vuelva y me mate si tu no estas" ¡Venga ya! – bueno, quería saber si... ¿Te gustaría sacar a pasear a Bepo? – ¡¿Por qué lo metes en la conversación?! El pobre animal no tiene la culpa de que no sepas interactuar con más seres vivos – Bueno como ayer vi que te agrado y tú le agradaste, pues pensé que a lo mejor te gustaría acompañarnos en un paseo – claro como a ti te encanta ir de paseo. Muy bien Trafalgar la acabas de cagar, seguro ahora no querrá ni verte.
–¿Me estas proponiendo una cita? ¿O es mi imaginación?
No me esperaba esa respuesta y menos en ese tono provocativo, no pude evitarlo, mis mejillas cobraron un rubor, lo sabia, no era normal que sintiera calor en el rostro. ¿Como podía ponerme en este estado con solo una frase?

ESTÁS LEYENDO
Soundless Voice
Fiksi PenggemarDesde que lo conoció su mundo y sus sentimientos se confundieron. Ya no distinguía si lo que sentía era solo amor o una pequeña obsesión por aquel hombre. Él solo queria felicidad, pero eso tiene un precio. Uno que él pagó bastante caro. Un precio q...