Planes

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Tres días habían pasado desde que volví a encontrarme con Eustass-ya, había convencido a Monet de que dejase volver a Bepo conmigo, a lo cual acepto gustosa, a mi parecer tenia planeado mimarme, o simplemente hacerme olvidar el amor que tenia por ese individuo.

Todo iba bien, había conseguido un nuevo trabajo, esta vez ya no en el hospital, por el simple hecho de que me fui sin decir nada, esta vez trabajaría con mocosos – a mi parecer – Monet no pudo encontrarme un trabajo mejor que ser enfermero en una universidad. Por lo menos mis días serian menos ajetreados.

Mi primer día empezó relativamente bien, pude estar en la enfermería leyendo durante toda la mañana hasta el receso para comer, donde todo se volvió un caos, se escuchaban gritos por todos lados, al igual que risas y pisadas que parecían de elefante. Había ciertas chicas que se asomaban por las ventanas a espiar que es lo que hacia o simplemente a verme, dado a que la noticia de mi llegada se extendió como la pólvora. No hubo mayor ajetreo durante esa hora.

Pronto seria tiempo de volver a casa pero alguien abrió la puerta de golpe lo cual me sobresalto, se trataba de una chica de cabellos naranjas y grandes ojos castaños, tras de ella pude apreciar a cierta cantidad de chicos, hizo una pequeña reverencia y se adentro quedándose a un lado para que pudieran pasar, los mire extraño, no solo por su actitud de entrar si no que también por sus pintas, normalmente estaban en horas de clase pero estaban golpeados y sucios como niños de cinco años después de un día de juegos. Los primeros en pasar fueron un chico de nariz larga, moreno de cabellos rizados y negros junto con un chico más alto que él de piel blanca, cabellos rubios que cubrían su ojo izquierdo y una extraña ceja en forma de espiral, detrás de ellos venia un chico pelinegro con una cicatriz bajo el ojo izquierdo y un sombrero de paja, acompañando de un chico alto de piel morena, cabellos verdes y con tres pendientes en su oreja izquierda. Rápidamente sentaron al rubio y peliverde en las sillas disponibles y prosiguieron a explicarme lo que paso.

–Disculpe por haber entrado así, soy Nami – hablo la chica haciendo una reverencia – ellos son mis amigos, dos de estos idiotas se pelearon en clase y tuvimos que separarlos y ya que se hicieron daño los trajimos aquí, le pido de favor que se haga cargo de ellos.

Después de unas explicaciones más y presentaciones, examine a cada uno de ellos, los primero fueron Zoro-ya y Sanji-ya, según había entendido empezaron a pelar por una estupidez y llegaron a los puños, seguidos de estos examine a Usopp-ya y Luffy-ya los cuales se metieron a la pelea por orden de Nami-ya para separarlos, por ultimo examine a la ya mencionada, aunque no tuviera más que un rasguño en la rodilla era mi trabajo hacerlo. Una vez todos estuvieron listos sonó la campana que anunciaba el fin de las clases, se despidieron de mi cortésmente y salieron de la sala donde pude percibir que un pequeño chico de cabellos castaños y grandes ojos negros los estaba esperando con una sonrisa.

Sin más recogí mis cosas y salí de allí, por los pasillos ciertas chicas me saludaban son sonrisas, una vez llegue a la puerta principal me encontré con una Monet sonriente esperándome junto con un oso, rápidamente me dirigí a ellos y caminamos alegremente a casa. Por ahora no había planeado nada en contra de Eustass-ya, supongo que mi subconsciente me lo impedía de cierta manera dado a que aunque albergaba sentimientos por él, una idea inicial me surgió mientras caminábamos, mi bella acompañante me había ayudado a muchas cosas y supongo que aprovechare de ella un poco no hará daño, al menos a mi no...

*

Un día como cualquier otro le propuse a Monet ser mi novia, sin pensarlo dos veces acepto, su sonrisa de sincera alegría, eso hizo que me arrepintiera de lo que estaba haciendo, jugar con los sentimientos de otra persona no esta bien... yo lo se mejor que nadie, por lo cual trate de verdad enamorarme de ella y olvidar mi venganza, pero no pude, no puedo, no podré hacerlo, el dolor y rabia de mi corazón no se irá tan fácilmente, aceptare la venganza de Monet porque me la merezco si se llega a dar el caso.

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