A duras penas pude despertarme, mis ojos se sentían pesados y un dolor en la cabeza no me dejaba pensar. Cuando mi vista se hizo nítida pude notar que estaba dentro del coche, pero este había sufrido el impacto de algo. Un accidente.
El airbag había amortiguado mi golpe, eso fue un alivio. Ahora solo tenia que esperar a la ambulancia que estaría de camino. Eso pensé durante un rato, pero pronto recordé que no estaba solo. La sonrisa de Monet vino a mis recuerdos y reaccioné. La busqué con la mirada y la hallé, cubierta de sangre, tumbada en la parte trasera.
Rogué porque no hubiera recibido tanto daño. Con desesperación trate de quitar el cinturón que también había salvado mi vida. Más este estaba atascado. Pille un pedazo de cristal que había saltado de la luna del coche y corte esa tediosa cinta.
La parte delantera del coche estaba destrozada, pero por lo menos mis piernas no había recibido gran daño, aún podía moverlas. Aunque si se me dificultó moverme en el interior, más no fue imposible. Había pasado a la parte de atrás, la cual no estaba tan dañada, y tome entre mis brazos el cuerpo de Monet. Aún respiraba, débilmente, pero lo hacía. Trate de abrir las puertas pero estas también estaban atacadas, como todo en el puto coche. Mi única posibilidad ahora era sacarla por la luna. Era el espacio con mayor abertura y menos "riesgos". Deje en mejor posición a mi peliverde y me dirigí a ella. Si bien estaba destrozada tenia que romperla un poco más, de lo contrario el cuerpo femenino de mi acompañante recibiría muchos cortes.
Cubrí mi puño derecho con el jersey que traía y me dispuse a romper lo que quedaba de luna. Una vez pude deshacerme de todos los trozos que entorpecerían mi camino tome una vez más a la peliverde entre mis brazos y a duras penas salimos. Vi como un coche gris había impactado de frente con nosotros, no me preocupé de sus pasajeros y me aleje un poco.
Me senté a unos cinco metros de donde se hallaban los coches. Aún tenía un cuerpo femenino entre mis brazos y no pensaba soltarlo hasta saber que estuviera seguro. La acune como si fuera un bebé y espere que por un milagro abriera los ojos.
No sé cuantos minutos pasaron pero por fin pude sentir una caricia de su parte. Mis ojos que se habían cerrado ahora estaban abiertos como platos y observaban los orbes ambarinos que mostraban preocupación. Mis actos se volvieron involuntarios y abrace fuertemente a mi peliverde. Una vez estuve satisfecho y pude calmarme solté un poco mi agarre y la mire. Aunque tenía pequeños cortes en la cara seguía siendo hermosa. Todo estuvo bien hasta que con una sonrisa tosió sangre. Supuse que seria una hemorragia interna y que podría curarse, más no fue así. Uno de los tantos cristales que salieron disparados de la luna le había dado en pleno corazón. Ni apuntando el golpe hubiera dado en el centro. Más esta era mi suerte. Vivir en soledad y con la culpa de la muerte de mis seres queridos.
Nuevas lágrimas salieron de mis ojos pero de nuevo una cálida mano se poso en mi mejilla. Volví a mirarla y su dulce sonrisa hizo que más lágrimas aparecieran.
–No... pasa nada Law, todo... estará bien – su delicada voz sonó muy débilmente.
–Pero... todo esto pasó por mi culpa. Si no te hubiera pedido que salgamos así. Estarías mejor. Si tan sólo no...
–Por lo menos volviste por mi y eso es suficiente.
Lágrimas rodaron por nuestras mejillas, la abrace más fuerte y mire a mi alrededor. La gente estaba amontonada alrededor de los coches más nos restaron importancia por estar fuera de ellos. Volví mi vista a Monet y pude ver que estaba más pálida. La impotencia de no poder salvarla se apoderaba de mi cada vez más. Volvió a toser y la desesperación se hizo mayor, pero por fin pude escuchar a lo lejos el tedioso ruido que hacían las ambulancias y coches de policía. Mire en esa dirección y sonreí. Podría salvarla si aguantaba hasta el hospital. Podría hacerlo. Más ella volvió a tocarme y al ver su rostro sabia que no aguantaría, que no quería.

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Soundless Voice
FanfictionDesde que lo conoció su mundo y sus sentimientos se confundieron. Ya no distinguía si lo que sentía era solo amor o una pequeña obsesión por aquel hombre. Él solo queria felicidad, pero eso tiene un precio. Uno que él pagó bastante caro. Un precio q...