Siwon no podía apartar la mirada de su esposo mientras regañaba a sus hijos. Aquellos pequeños diablillos de 13, 12, 11 y 10 años de edad habían decidido empezar una guerra con globos llenos de agua. ¿La razón? Estaban aburridos y hacía mucho calor. ¿El resultado? La casa toda mojada, al igual que los muebles, una televisión inservible y varios jarrones y figuras de cerámica, que Heechul adoraba porque eran de Disney... Rotos.
Aún se fascinaba por todas las expresiones que su hyung y esposo, Heechul, hacía. En este momento eran de ira, pero las que más le gustaban eran en las que les expresaba su amor incondicional, claro, y las que sólo a él le tenía permitido ver en la cama. Definitivamente esas eran sus favoritas.
-¡Quiero esta casa completamente limpia! ¡Y todo lo que destrozaron saldrá de sus mesadas! ¿Entendieron?- Siwon salió de sus pensamientos cuando escuchó la sentencia de Heechul, sintiéndose un poco mal, sólo un poquitito, por las expresiones afligidas y de terror de los chicos. Hasta al pobre de Sehun le tocó por seguir a sus hyungs.
-Pe-pero omma...- El pequeño Jongin hizo un puchero tan lastimero que hasta a él lo conmovió, pero no funcionó con su omma.
-¡Nada de peros Choi Jongin! ¡En este momento los cinco tomarán lo necesario para dejar esta casa reluciente!
-¡Sí señor!- Los chicos hicieron un saludo militar para después salir despavoridos por la casa para limpiar todo.
-¡Aish! ¡Estos niños me sacarán canas verdes un día!- Heechul se quejó, muy dramático, volteando hacia Siwon, quien le sonrió con comprensión.
-Tranquilo princesa. Sólo son niños y aún buscan formas de divertirse- Siwon enredó sus brazos en la estrecha cintura de Heechul, dejando varios besos en su rostro, algo que sabía, calmaba al mayor.
-Pues deberían buscar juegos más tranquilos, donde no destrocen la casa. ¡Esos jarrones y figuras eran de colección!- Hechul siguió quejándose, pero ahora tenía un puchero que lo hacía ver lindo y tierno ante los ojos de Siwon.
-No te preocupes, después los conseguimos. ¿Qué te parece si mejor vamos por un café y una rebanada de ese pastel que tanto te gusta?- Siwon siguió con la sesión de besos, pero ahora en el cuello de su esposo.
-No, me niego a dejar a esos monstruos solos.- Heechul negó frenéticamente con la cabeza. Conocía muy bien a sus hijos y a Sehun como para saber que era peor que se quedaran solos.
-¡No soy un monstruo! ¡Soy un lindo gatito!- Kibum, quien pasaba por ahí con trapeador en mano, alegó.
-¡Cállate Kibum y sigue limpiando!- Heechul de nuevo lo regañó, obligando al primogénito a seguir con su trabajo.
-Entonces un baño en la tina. Podemos agregarle esas sales que tanto te gustan. ¿Aceptas?- Siwon logró convencer a Heechul, eso también funcionaba- De acuerdo. Sube a llenar la tina, mientras yo voy por unas cosas.- dejó un beso en sus labios antes de separarse e ir a la cocina, donde sacó unas fresas que lavó y desinfectó. Y una botella del champagne, el mismo que bebieron en su boda, junto a dos copas.
Cuando subió e ingresó al baño, se encontró con Heechul vestido sólo con una bata, sentado en la orilla de la tina mientras esperaba que ésta se llenara.
-¿Porqué trajiste todo eso?- El mayor enarcó una ceja al ver a Siwon con las manos llenas.
-Para amenizar el ambiente.- Siwon dejó las cosas en una repisa cerca de la tina, antes de salir de nuevo. Minutos después ingresó sólo con una bata y varias veladoras.
-Hoy andas muy romántico... ¿Pero si sabes que los chicos están abajo, verdad?- Heechul soltó una risita, para después cerrar el grifo y agregar las sales que escogió con anticipación. Siwon aprovechó para acomodar las veladoras por el baño y encenderlas, claro, apagando la luz.
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Second Love or First Love?
FanfictionKim Jongin o Kai es un joven de 20 años que estudia música en la Universidad de Seúl, él no cree en el amor después de que su ex-novia lo engañó, sin embargo el mejor amigo de su hermano le gusta, ¿será sólo atracción o algo más? En está historia se...