Segundos después de terminar aquella comunicación Jessica rompió toda tranquilidad en el ambiente.
- Josh, necesito que me hagas un favor y aterrices, me estoy comenzando a sentir muy mareada - Dijo tratando de mantener la calma y su tierna sonrisa que hace segundos me había dedicado frente a aquel sol moribundo de un atardecer de julio, uno de los mas hermosos que pude haber visto hasta ese día, el día en que la primera versión de un discurso amoroso llevo a la primera versión de un sentimiento casi correspondido.
- Vale, ve y siéntate atrás, yo me encargo de tu pequeña avioneta -Dije devolviendole la sonrisa, aunque preocupado, ¿ pudo haber sido mi discurso? , no lo sabía, lo único de lo que tenía que preocuparme era por aterrizar en una sola pieza y cuidar de Jessica mientras llegábamos a su casa, ya que allí, Paula, su madre podría ayudar a que se le pasara, realmente era todo lo que me preocupaba, ella, Jessica.
Tomé asiento en su lugar y me dispuse a comprobar nuevamente todo a lo que aterrizajes se refería, estábamos a menos de cinco minutos de llegar cuando todo pasó, así que tuve que darme prisa para tener todo en orden y llegar bien
+ Señorita Santana, está volando un poco más bajo de lo que debería, confirme altitud.
+ Altitud. 1000 pies, confirmando corrección
+ Correcto, proceda.
Disminuí el poder del pequeño motor y unos segundos después ya habíamos tocado tierra. Yo, suspirando hacia mis adentros por todo lo del discurso y el beso, y ella, dormida. tratando de sentirse mejor luego de lo que esto hubiese supuesto para ella.
- Josh, ¿ Hemos llegado?
- No, chocamos y hemos muerto -Bromeé - Por supuesto que hemos llegado chica genio, ven, bajemos de esta cosa y vamos a tu casa para visitar a tu familia antes de viajar a londres, el vuelo sale en 6 horas
- Ja. Ja. Ja. Que gracioso, eh, y trata con un poco más de respeto a esta pequeña, porque sin ella creo que no me hubiese animado a reaccionar ante tu super discurso, igual lo hubiese hecho, pero así fue más romántico - Sonrió a la vez que de sus ojos emanaba aquel brillo que vi en ese mismo instante que le confesé todo lo que sentía hacía ella, un brillo único y que me hubiese encantado ver cada amanecer, cada atardecer y cada noche, por todos los días de mi vida, aunque tenía que empezar una nueva vida, sabía que con ella a mi lado sería muchísimo mas fácil que haciéndolo solo. Ver su sonrisa, su hermoso rostro, su glorioso pelo volar por todas partes cuando el fuerte viento de invierno hiciese su aparición, sentir sus abrazos, escuchar su armoniosa voz tratando de cantar, sentirla, a cada paso, cada susurro, cada grito, cada risa, sentirla en todas sus formas.
Aparcamos la aeronave en su hangar y caminamos hacia el parking, donde estaba el auto de su padre, quien se ofreció a prestarlo para regresar a casa en cuanto estuvieramos en Vitoria, ya que el transporte publico a la hora en que llegamos estaba muy ajetreado y era molesto andar así, lleno de maletas y todo eso, después de todo, un viaje a Londres nos estaba esperando seis horas mas tarde.
- Es tu turno de conducir, no quiero hacer enojar a tu padre con mi excesivo consumo de combustible, ya sabes, tu león, a 140, por la M-50, fue una cosa de locos y valientes que nos agradecieron, sin duda aquel día.. - Puso su dedo indice en mis labios, en una obvia señal para que hiciese silencio, no sabía si había abierto esa herida, o si ella quería decirme algo acerca de ello, segundos después lo supe.
- Lo se Josh, ese día, especial, trágico y romántico, en el que nos conocimos, movió nuestros corazones y situó nuestras mentes en ayudar a los demás, lo sé, puedo verlo en tus ojos, puedo sentirlo yo también, pero ahora, es tiempo de pensar en cada uno, esto del discurso ha sido muy guay, pero me deja pensativa - Hizo un silencio para luego inclinarse sobre sus zapatillas doradas y abrazarme lo más fuerte posible, algo así como para dejarme sin aliento.
Ambos subimos al Seat Toledo de su padre, estas personas realmente amaban la industria de su patria. Jessica dio vida a el sedan y comenzamos a andar por las calles de vitoria al ritmo de Grouplove. Era un atardecer sumamente satisfactorio ya que había logrado escapar del psiquiátrico, volar junto a Jessica, confesarle mis sentimintos, haber recibido una reacción de su parte y poder empezar una nueva vida en otro lugar a su lado, sin duda las cosas iban a cambiar para bien desde ese 16 de Julio. Ella miraba hacia afuera, sonriendo y tomando la conducción por su ciudad como si fuese un juego, estaba tan relajada y alegre que sonreía al ver un niño pasar por ahi o al ver que alguien sonriera a nuestro paso, un gesto único de ella que tanto me había encantado. Un gesto que siempre, secretamente había adorado desde que le conocí en aquel triste día.
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Buenoh! Autor por aquí. Disculpadme por haber estado un pelín retrasado y por lo corto de este capitulo, ya que hace unos días me enfermé de lo peor que pude haberme enfermado y no podía ni agarrar la compu. así que bueno. aquí está el capitulo. disfrutadlo, pronto subiré uno más largo
Gracias!!!!
Os quiero!
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Cometas Por El Cielo
Fiksi RemajaDespués de dejar un doloroso pasado, este decide perseguirla hasta Madrid, su nuevo hogar. Joshua, un chico internado en un psiquiatrico la conoce por casualidad. Y como si fuera poco, La Oreja de Van Gogh visita una de sus ciudades. Dos almas destr...