Ese beso fue diferente al otro, mucho más intenso y con más sentimiento, algo que ella nunca antes hubiese hecho, y mucho menos en su propia casa con el riesgo de que sus padres la encontraran besando a su "mejor amigo", un fuerte acto de valentía y locura por parte de un corazón loco y desenfrenado, como el mío.
-Jessica, ¿dónde está mi vaso de leche con Kit-Kat? – Preguntó Sam con cierto tono gracioso, yo quedé helado, inmediatamente todo me comenzaba a dar vueltas, pero sabia que Sam no les diría a sus padres, además Jessica y yo aún no éramos nada oficialmente, por lo que su historia no sería verdad, al menos para sus padres. Igualmente, me hubiese encantado poder gritar que Jessica Santana, la chica milagro de aquel once de marzo, me había robado un beso de la manera más calculada, fría pero tierna posible, impregnando sus sentimientos en mí, labios contra labios, algo que siempre había esperado desde que comencé a enamorarme de ella.
-Sam!, ¡Dios mío! – Gritó Jessica alterada, se me hizo gracioso verla así, porque podría ver completamente su miedo, valentía y romance a través de sus ojos, algo de los dichos que andaban por ahí en ese momento eran mucha verdad, los ojos son la ventana al alma. Y a mí, simplemente me encantaba ver esa singular y amada ventana al alma de una chica única, que nadie más hubiese logrado ver ni con años de estar a su lado como pareja.
-Calma pequeña, él siempre lo supo, y no dirá nada aun, porque he llegado a un acuerdo con él, si llegamos a ser algo lo diremos nosotros, como una noticia importante para ti, para mí y tu familia, porque nada es mejor que estar con la persona indicada, tras años de no verla – Dije abrazándola a la vez que jugaba con su suave y hermoso pelo para calmarla
-Pero. ¿Por qué el?, mi hermoso hermano? ¡Dios mío! Bueno, quedémonos en silencio para que no sospechen nada – Interrumpió su dialogo para robarme un pequeño y tierno beso en frente de su hermana, ella se sonrojo y yo también, no pude evitarlo.
-Puja. Deteneos ya mismo o pagare un motel para vosotros dos.
-Calma – Rio. Dejando ver su sonrisa, perfecta, como todo lo suyo.
Nuestro vuelo salía en dos horas y debimos darnos prisa en salir de Vitoria para poder llegar a Londres. Nos despedimos de toda su familia, ellos realmente me apreciaban mucho y pensaban que era una buena compañía para su hija, luego de aquel día como no pensarlo, le salvé la vida, y ella salvó la mía para darle un gran giro y hacerme ver el lado bonito de la vida, aquel que está escondido y que tienes que luchar por encontrar, esas pequeñas cosas que no todos somos capaces de ver y admirar aunque sea por el más corto instante, estamos muy inmersos en nuestras vidas y nunca nos detenemos a reflexionar un poco, y a disfrutar los grandes espectáculos que la vida nos brinda día a día.
Alejandro, su padre, unos segundos después de verme meditando hacia el horizonte logro interrumpir mis pensamientos
-Chico, se lo que ha pasado en esa avioneta cuando veníais para este lugar, y también se lo que ha pasado hace una hora en la cocina contigo – Mi cuerpo se tensó completamente, ¿Pero cómo cojón lo había descubierto? ¿A caso nos estaba espiando? Dios mío, fue en lo único que pude pensar – Y me agrada saber que lo que sientes es correspondido por mi hija, ella nunca había conocido a alguien como tú, ya sabes, preocupado por los demás e interesado en ayudarles. Alguien que ve las cosas pequeñas y maravillosas todos los días, sin importar que tan basura haya sido du día, es lo que me agrada de ti Josh, y espero que seáis felices juntos allí en Londres, cuida mi pequeña saltamontes, te estaré agradecido de por vida.
.
-Vaya, no sé qué decirle señor Santana, la verdad es que me esperaba un regaño monumental o algo así por el estilo, por lo general todos los padres son muy protectores, aun si el chico es algo así como yo – Sonrió, ¿En serio no me putearia como lo haría cualquier padre? Este tío era la hostia con chocolate. – Y más si se va a vivir solo con ella – Añadí.
-Créeme, así fui un tiempo, había muchos capullos que querían acercarse a mi hija con malas intenciones, tu sabes, los típicos cañís que solo quieren follar así sin nada más. Pero ese día, tu lograste devolverla a mí, luego de un acto de crueldad sin sentido. Y desde entonces te ganaste toda mi confianza y aprecio porque no cualquier chico se arriesga para salvar a alguien, y mucho menos tan joven, es algo de admirar. Joshua, si necesitas mi aprobación para un noviazgo formal, la tienes, por el resto de tu vida, eres alguien invaluable y esa es la clase de chico que Jessica debe tener.
-Realmente me deja sin palabras, es grato escuchar todo esto de usted, nadie antes había sido tan sincero conmigo, y mucho menos en este aspecto, muchas gracias – Sonreí, aun nervioso, pero asombrado y a la vez agradecido, ¿Pasaría algo entre Jessica y yo en Londres? No lo Sabía.
-Muchas gracias por la visita, os estaré enviando millones de postales de Vitoria por correo, ahora, corred, que el vuelo os va a dejar
-Papá, recuerda que he movido la reserva para dentro de cuatro horas, sorpresa Joshie. Volaremos de vuelta a Madrid y allí tomaremos el vuelo a Londres
-Eres una loquilla, ¿Te lo han dicho antes?
-Sip, y me encanta serlo – Tomó mis brazos y me haló hacia ella, dándome un fuerte abrazo y se despidió de su familia.
-¿Espera, todavía tienes tu cámara por allí?, ven, tómame una foto.
Y eso hice, con ella mirando inocentemente a la camara, con gran parte de su glorioso pelo escondiendo uno de sus ojos que hace unos minutos habian cambiado su color, por los lentes que ella usaba. Sus labios esta vez se veían un poco mas pequeños e inocentes, esa fotografia era unica, y quedaria en mi memoria para siempre.

ESTÁS LEYENDO
Cometas Por El Cielo
Genç KurguDespués de dejar un doloroso pasado, este decide perseguirla hasta Madrid, su nuevo hogar. Joshua, un chico internado en un psiquiatrico la conoce por casualidad. Y como si fuera poco, La Oreja de Van Gogh visita una de sus ciudades. Dos almas destr...